Capítulo 3:

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NOTA: Antes de que se alteren, tuve un problema con el capítulo, verán estaba terminando de revisar ortografía cuando accidentalmente le di al botón de publicar y el capítulo se publicó sin que yo lo quisiera. Por si les extraña que ven dos veces la notificación del mismo capítulo, tranquilos, no es wattpad ni su Internet, son mis estúpidos dedos.

Ahora, les dejo el capítulo~

—Adelante, díganlo. Se ve mal— la voz de Saotome es plana pero me doy cuenta de hay una amenaza presente.

Miya y yo solo nos miramos de reojo sin decir nada, presas del pánico por lo que deberíamos decir sin que nuestras vidas corran riesgo.

En el bowl de la Profesora de Inglés, Saotome-chan, se encuentra su almuerzo... O lo que suponemos debería serlo. Casi todo está pintado de una tonalidad negra en la parte superior de cada alimento, los cortes de las frutas parecen más la escena de una mutilación y algo tuvo que pasarle a los compartimentos de los aderezos que se derramron.

—Lo hizo Tanaka ¿cierto?— no tengo pruebas de ello, pero tampoco dudas.

—Estoy seguro que esto es obra de él—asegura Miya a mi lado.

—¡¿Y qué más da?! ¡Lo importante son las intenciones con las que lo hizo!

Los dos la miramos con una sonrisa picarona —Vaya vaya...

—¡Cállense! ¡Ahora les mostraré!— clava con violencia el tenedor en medio de lo que parece ser huevos quemados y los lleva a su boca, da unos mordiscos mientras nos mira fijamente —¿Lo ven? No sabe tan mal.

—Hay que reconocerlo, debes amar a ese sujeto para comerte su comida sin imutarte. Tienes mi respeto— los aplausos de Miya solo me hacen querer detererlo. A Saotome-chan no le gusta que se burlen de su marido.

—¿Qué pasa con mi comida?— una voz temblorosa suena a nuestras espaldas y los dos giramos con lentitud para ver al musculoso profesor de Educación Física, el señor Tanaka. Su rostro se ve decaído, probablemente sea resultado de las críticas que recibió su platillo.

Tanaka-san y Saotome-chan están casados desde hace ocho meses, mismos en los que han estado viviendo juntos, aunque tienen tres años de relación de antigüedad, desconocían mucho el uno del otro en el aspecto de sus hábitos en el hogar. Y no es hasta hace cuatro meses que Tanaka le ha interesando la cocina, dicho de sus propias palabras, quiere que Saotome ame su comida ya que el soñó que lo dejaría por un Chef. Obviamente Saotome le ha dejado en claro que eso no ocurrirá, pero desde entonces se la ha pasado viendo tutoriales en youtube para hacer platillos sencillos y otros elaborados para tratar de impresionar a su esposa. Saotome por otro lado le encanta la actitud determinada que tiene su esposo y dejó de tratar de detenerlo, ahora acepta gustosa cada cosa que le trae... Aunque solo deja en evidencia que nunca en su vida a cocinado.

Cubro mi boca con un poco de gracia —No te preocupes Tanaka-san, es cuestión de seguir intentándolo, sé que lo lograrás.

—Hanagaki Sensei... Usted es el único que me entiende— unas lágrimas se asoman por los ojos de Tanaka.

—Hombre, pero no llores— Miya-san le da unas servilletas que le sobraban de su almuerzo.

Saotome, Miya y yo nos dedicamos a darle palabras de aliento a Tanaka, diciendole que la próxima será mejor, que no se rinda. Puede ser un sujeto que sólo sabe de deportes, pero es bueno de corazón y es muy leal a Saotome. Y ella se lo regresa en paciencia, aceptando cada cosa que se le ocurre a su marido, apoyándolo en todo.

El almuerzo de los cuatro sigue sin ningún otro comentario sobre la comida de Tanaka, y decidimos hablar de las notas que han estado sacando los chicos en cada aula según nuestras asignaturas, esto por dos razones:

¿Quién es Takemichi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora