Capítulo 5: ¿Puedo quedarme?

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—Listo— termino guardando mi celular en mi mochila una vez tengo agregado a Mikey entre mis contactos. El por su parte desliza el suyo en su bolsillo derecho antes de voltear a mi.

Hemos estado platicando sobre los preparativos de la boda de Emma-chan y Draken-kun que no nos dimos cuenta en qué momento llegamos a la estación del metro, sino fuera por el característico sonido de la máquina donde pasas la tarjeta, hubiese continuado con Mikey-kun.

Planeaba pedirle su número telefónico, pero Mikey-kun ya se había adelantado, con la misma idea. Sin dudarlo, saque mi celular y tecleamos los números, incluso realizamos una llamada de prueba y ahora algo callados, pero sonrientes, guardamos nuestros aparatos.

La gente a nuestro alrededor fluye cotidianamente, grupos de amigos, y compañeros pasan de largo con distintas emociones, alguna que otra pareja en su mundo y otras personas en solitario se encuentran ensimismadas con sus asuntos. Siempre que vengo a la estación del metro me encuentro lo mismo a estas horas, al mundo girando y existiendo, sin ningún significado detrás, yo formando parte de las masas y pensando únicamente si será mejor comprar algo para cenar o repasar en mi mente que tengo en el refrigerador para saber si debo calentarlo o usar la estufa.

¿Pero hoy? Hoy no quiero moverme de aquí.

Quiero seguir charlando con Mikey, preguntarle por los chicos, que me hable de su negocio, si es que trabaja solo, si han hecho nuevos amigos.

¿Aún tendrá la Babu? Debe conservarla, era su objeto más preciado pero no vi que la trajera consigo y dudo que la descuidara solo por acompañarme.

¿Cómo estará Emma-chan y Draken-kun a unos días de su boda?

¿Mikey tendrá pareja?

Por alguna razón me cuesta imaginarlo de novio, pero creo más prudente guardarme ese comentario.

Suspiro con pesadez y me obligó a recordar que mañana es otro día, por lo que hay trabajo. Ya no somos unos chicos que pueden descuidar sus deberes, un día de salario hace la diferencia para llegar a fin de mes, y hay cuentas que pagar.

Ojalá fuera un alumno, pero al ser el profesor no puedo faltar a clases.

Sería fantástico si pudiese saltarme las clases como Nijima.

—Bien Mikey-kun, seguimos en contacto entonces —me doy media vuelta y alzando la mano en modo de despedida, cuando un repentino jalón me hace regresar la mirada atrás.

Mikey-kun está sujetándome de una esquina de mi camiseta. Parpadeo sorprendido porque no imagine ese gesto de su parte. Compongo mi postura y giro mi cuerpo a su dirección, esperando libere su agarre en mi, el pasa de mirar a dónde estaba su mano a verme al rostro y sus ojos me hacen sentir inquieto.

Jum, algunas cosas no cambian por lo visto.

—¿Ocurre algo Mikey-kun?

—Takemicchi, quiero pedirte un favor.

—Oh, entiendo. Dime ¿En qué puedo ayudarte? —ahogo una risa por sus palabras ¿Tanto drama para esto? Me preguntó que será.

—¡Quiero dormir contigo! —suelta sin un pudor si petición.

Algunas personas voltean a nosotros sutilmente y otros ni siquiera se molestan en disimular. Puedo incluso escuchar unos cuantos murmullos de algunas chicas y a otros retener alguna que otra risa. Agradezco internamente a los que siguen pasando como si nada y más aún a los que van con audífonos.

No necesito un espejo para saber la cara de vergüenza que estoy poniendo y sintiendo el calor en mi piel, el carmesí en mi rostro debe ser ridículo a este punto.

¿Quién es Takemichi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora