Prólogo

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ALERT SPOILERS, SI NO HAS LEIDO EL MANGA O VISTO EL ANIME (me sorprende que estés aquí) TE RECOMIENDO DEJAR DE LEER. O POR EL CONTRARIO, DISFRUTAR LA LECTURA DE LO QUE UN FANDOM HUBIESE QUERIDO VER.

"¿Qué mierda estas diciendo? Ya no puedes volver, tu mismo lo dijiste" mi tono de irritación es evidente, no me sorprendería que cualquiera se intimidase con esas palabras "No quería volver a verte, no quería que esto terminará así..." un dolor punzante me perfora el pecho, pese a no ser el herido, siento que cada segundo que pasa me desgarra por dentro "cuando recobre el sentido, ya te había disparado, ..., por favor, déjame ir" la sensación de no tener una superficie bajo los pies, me llena de paz pero al mismo tiempo, una parte de mi sabe que no quiere esto.

"¡Callate!" el agarre en mi brazo, lejos de aflojarse, se intensifica, pero es la voz del otro sujeto lo que me hace abrir más los ojos, puedo asegurar que por como se escucha, esta llorando "¡¿Porqué siempre eres así?! ¡¿Porqué siempre tienes que cargar con todo el peso del mundo tu solo?!" una pequeña pausa hace que el sonido de la ciudad, acompañada de las voces que vienen de abajo me den una extraña nostalgia, está luchando por mantenerme sujetado, su respiración se agita, puedo deducir que esta usando todas sus fuerzas para dar un ultimo aliento, pero lo que me deja perprejo son sus palabras "¡Maldición Manjiro! ¡Solo dilo una vez! ¡Por una sola vez di: sálvame!" su agarre se debilita, la sangre que emana de él me mancha la piel pero no me importa, no soy capaz de verlo claramente, pero todo en el me da un extraño alivio y desesperación al mismo tiempo, mis lágrimas empiezan a asomarse sin mi permiso y solo puedo sentir que en medio del vacío el me sonríe "Y yo te salvare, Manjiro".

"Por favor..." un nudo se forma en mi garganta, mi cabello y mis lágrimas bailan al ritmo del viento conforme terminó mi petición " sálvame..."

Nuestras manos se cierran igual que si hubiese hecho un trato, y lo siguiente que sé, es que estoy sentado en mi cama bañado en sudor. Mi respiración está agitada y mi cabello está pegado a mi piel con mechones muy mojados. Volteo hacia mi mesa de noche y al agarrar mi celular confirmó que la hora es 5:39 A. M. Al menos no tendré que preocuparme por llegar a abrir la tienda a tiempo.
Mis manos siguen temblando y una pesadez desconocida invade todo mi cuerpo. Me recuesto sobre mis sábanas y contempló el techo por solo unos minutos.

Ese sueño, otra vez ese maldito sueño.

He perdido la cuenta la cantidad de veces donde estoy en un escenario que amenaza con acabar mi vida y alguien está cerca mío para tratar de ayudarme, siempre termina haciendo la misma promesa de salvarme y cambiar las cosas. Lo más extraño es que son dos contextos muy determinados donde pasa esto, el primero es como el de hace un momento, yo colgando desde un edificio, a punto de ser llevado por la gravedad contra quien sabe cuantos metros de altura. Y el segundo, en un sitio en ruinas, solo que a diferencia del otro, yo ya estoy en el suelo mientras alguien me acuna en sus brazos y mis sentidos se van deshaciendo hasta terminar en un sueño del que termino despertando. Por alguna razón, me quedo con una extraña impresión, me siento triste, en alerta y deseando algo que desconozco.

Tal vez va siendo hora de dejar de ver tanta televisión y películas.

Negando con la cabeza, me dispongo a levantarme de mi cama y hacer mi camino al baño. Aún falta para las 6:00 pero si sigo aquí terminaré quedándome dormido y definitivamente llegare tarde.

"¡Mikey!" suena una voz desde la entrada de mi habitación "¡Despierta, llegaras tarde al trabajo!"

Chasqueo la lengua, por más que le digo que ya no es necesario que me levanten, ella sigue haciéndolo, supongo que algunas costumbres no se pierden.

"¡Ya estoy despierto! ¡En un momento salgo!" me volteo quitándome la camiseta al mismo tiempo que la puerta se habré. Un suspiro a mis espaldas me obliga a volver la vista y veo sorpresa en esos ojos redondos.

¿Quién es Takemichi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora