Vangoberith, La Bailarina de Cristal

Capítulo II "Grandes cambios... Grandes problemas"

Alguna vez les ha pasado que quieren que su día empiece de la mejor forma posible, que todo sea tal como espera que sucede...

Yo quería eso hoy. De hecho quería y deseé con todas mis fuerzas que eso pasará...

«Pero todo pasó menos lo que quería.»

Los pongo en contexto: Llegué a la universidad pasadas las 8:30am. Las puertas estaban cerradas, lo cual es extraño ya que siempre están abiertas y de par en par. Mire hacía adentro, y no había ni un estudiante.

«¿Qué día es hoy?» preguntó mi alterado subconsciente.

-No no no no... Mikaela dime qué no viviste a la universidad un fin de semana...

-Okay, te digo: Mikaela no viniste a la universidad un fin de semana. -dijo una voz conocida y burlona detrás de mí.

Me volteé asustada pero sonreí al ver un rostro conocido. Akin me sonrió de vuelta. Akin es... Uno de los pocos amigos que encontré en Zaragoza.

-¿Creíste que te escaparías de álgebra hoy? -me pregunto Akin en tono burlón. -Sí hasta cerraron la universidad para demostrártelo JAJA

Akin siempre me hace reír. Es un buen chico, además ha pasado por cosas duras, me entiende y por eso me agrada. Ya tenemos casi 3 años de amistad y es alguien muy cercano a mí.

Hace un ademán con la cabeza para que lo siga, y caminamos.

Akin se da cuenta que no le respondí con la risa. De hecho apenas si lo escuché, me quedé pensando en las hojas de aquel árbol que ví hace unos minutos apenas.

-Estás muy callada hoy. ¿Qué tienes? -me pregunta en un tono más serio.

-Nada, estoy bien. -digo haciendo un ademán con la mano.

-Sabías que cuando una chica dice "que están bien" -cabe destacar que dijo esta frase haciendo un entre comillas con los dedos- es cuando realmente no está bien... Enserio, ¿qué tienes?

«Oh oh.» El tono de Akin cambió. No me gusta cuando eso pasa pues, siempre quiere una explicación. Akin sabe que perdí a mi padre, solo eso le dije. No le di detalles. Pero Akin me entiende, él también perdió a su familia en Angola.

Si, Akin Ilunga es angoleño. Akin no le gusta hablar de ello y siempre he tenido curiosidad sobre su pasado y su vida en Angola...

«¿Qué traes entre manos Mikaela?»

-Okay... Okay tu ganas. Si me pasó algo, pero te lo diré, si tu me dices...

-Ni se te ocurra -me interrumpe Akin- sabes que no he hablado con alguien de eso en años. No quiero que me preguntes sobre mi pasado ni hoy... NI NUNCA -enfatizó esa última palabra y la dijo en un tono muy alto.

El tiempo que tengo conociendo a Akin es muy poco, casi nunca se molesta pero está vez su molestia es distinta. Veo más allá de su mirada, veo un vacío... Un vacío lleno de dolor. Un dolor en silencio, un dolor que nadie expresa, un dolor que se archivó en el último lugar de su corazón y permaneció allí... En el olvido.

Siempre trato de ser empática y sé lo que es el vacío, sé lo que es el dolor... Sé lo que significa sentirse solo; pero no sé que es perder a toda la familia en una guerra civil.

Aunque Akin nunca me dijo que fue lo que realmente pasó, solo tuve que imaginarme un lugar, una fecha, una familia. La primera vez que busque "Guerra Civil en Angola" en Google, quedé horrorizada... Fotos, vídeos, noticias... Sangre, violencia, muertes, niños, hambre, sufrimiento, dolor...