Capítulo I "Una Mañana Otoñal"

55 3 3
                                    

"Recuerda siempre que la eterna búsqueda del ser humano es encontrar el amor". Gracias papá... Gracias por decirme esa frase que no me puedo sacar de la cabeza y menos a las...

-¿Qué hora es? -digo mientras giro a ver la gran hora que marca el reloj en mi mesa de noche. «No puede ser, pienso» ¡Son las 3:15am! «Dios mío papá... ¿¡No pudiste venir a mi mente sino justo ahora!?» Doy vueltas y vueltas... 4:30am. Vueltas y vueltas... 5:50am... «Bueno Mika, levantante de aquí»

Como todas las mañanas, mi rutina consinte en un poco de estiramiento y ejercicio; arreglar mi cama y lavar mi cara. Me voy al baño, y me lavó la cara y cepillo mis dientes. Y es cuando me doy una larga mirada en el espejo.

«Demonios Mika, ¿Qué te pasó?» Tuve un insomnio, eso pasó. Y es lo que ha pasado estos últimos 3 años.

-No, aún no estoy lista para hablar de esto. -digo en voz alta y firme para mí misma pero estoy segura que se escuchó en todo mi pequeño apartamento.

Me lavó la cara por segunda vez, me la secó con la toalla con calma pero esta vez, me tomó unos minutos para examinarme en el espejo. No soy la gran cosa, chica delgada, de mediana estatura, piel palida con cabello claramente teñido de rojo, con ojos marrones como las almendras... Lo que catalogarían la mayoría como "La típica chica ordinaria".

«Ordinaria... Pfff claro que no, papá te decía que eras la chica más extraordinaria del mundo y qué los muchachos harían fila para salir contigo» Ese pensamiento me sacó una pequeña sonrisa; y eso era lo que papá siempre decía, que era la chica que todo el mundo se pelearia por tener. «Y... ¿Qué crees papá?» Hace años que no tengo una cita con alguien. Pero ya, mucho melodrama por hoy. Ya son... Las 6:15am. Creo que me pondré a hacer unos deberes de la universidad.

Voy a la sala y tengo un material extenso de libros y apuntes en la mesa; cabe destacar que mi apartamento no es tan amplio. Básicamente consta de la cocina, la mesa comedor/sala, un par de sillas y en la habitación de al lado, una pequeña cama, una silla, el closet y la mesa de noche, y a la izquierda el pequeño baño.

Es pequeño pero acogedor y es lo único económico que pude encontrar en Zaragoza, a miles de kilómetros de mi lugar de origen, Cartagena en Colombia, dónde aún reside mi madre y mis 2 hermanos mayores. Hace casi 3 años que no los veo, a veces chateo con ellos pero no es lo mismo... Ya nada es lo mismo.

Ya con el café en la mano, miro mi reloj y si, son las 6:30am «Mikaela, perdiste 15 minutos haciendo... NADA» Me grita mi conciencia.

-Okay, ya. -Digo en voz alta, cuando claramente estoy sola. Agarro un primer libro y, con una letras rojas y en grande se lee "Álgebra".

-No no no. Álgebra tan temprano no. -Digo mientras cierro el libro y pasó al siguiente con letras brillantes "Historia". «Siiiiiii. Mi materia favorita.» Abro el libro en la página 36 bajo el tema "Egipto".

Comienzo a leer y a tomar apuntes para el examen de la próxima semana sobre Historia antigua.

Un dato curioso sobre mí es que siempre me ha gustado la historia antigua, media y contemporánea. Estos últimos años me han gustado más, antes me apasionaba otra cosa; pero ya hace años que no hago "esa cosa".

«"Esa cosa", Mikaela. ACABAS DE LLAMAR ESA COSA A LO ÚNICO QUE PAP...»

-¡YA BASTA! -Grito alterada y exasperadamente. Okay sí... El resto del edificio ya probablemente piense que estoy loca. Llamarán al manicomio pues le dirán que la menuda chica del apartamento 7-E grita como si hablara con alguien.

Vangoberith, La Bailarina de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora