No, Love is trust [Sylki]

26. Perfume

Advertencia: Este One shot tiene una pequeña escena con contenido sexual explicito.

"Como a rosas"

Cuando Sylvie despertó esa mañana se sentía diferente.

No sabía si era un diferente bueno o malo, pues jamás se había sentido de esta forma.

No era como si le doliera algo, pues ella era muy buena para detectar en si misma si algo no funciona de la manera en la que debía.

Tampoco era algo con sus sentimientos personales, como si en algún momento solo hubiera despertado con todos sus traumas curados y sin nada más que recuerdos felices. Eso solo pasaba en las películas que Loki la obligaba a ver.

Simplemente había algo que era distinto, un sabor en su boca, un aroma extraño, una sensación pesada y adormilada, el fantasma de algún dolor e incomodidad.

Incluso aunque lo notó, no pensó mucho en ello cuando se levantó de la cama y caminó hasta el baño de su habitación, Loki aún dormido en la cama a su espalda.

La rubia entró al lugar en silencio, abriendo el agua de la regadera para remojarse en ella y desaparecer lo que era distinto.

A su mente llegaron los pensamientos respecto a todo lo que tenían que hacer Loki y ella ese día.

Después de desayunar, tenían que recoger todas sus cosa y alistarse para la misión con él equipo de vengadores. Irían a otra línea temporal para buscar a unos tales guardianes del multiverso e interrogarlos sobre si habían escuchado de un tal Kang el conquistador, a quién habían tratado de capturar por varias semanas.

Aún pensando en todo lo que tenía que hacer por el dia, tomó el jabón del baño para frotar su piel. Cómo era costumbre, Loki entró en la regadera en ese momento, recién despierto y desnudo.

—Buenos días preciosa. —saludó el pelinegro, pasando sus callosas manos por la suave piel en las caderas de la rubia, se acercó a ella y enterró su nariz en su cuello, depositando un suave beso ahí. —Hueles muy bien.

Sylvie olvidó todas las preocupaciones por su malestar y se recostó en el pecho duro del dios, respirando profundo por la sensación de su piel contra la de ella, el cosquilleo del vello de su pecho contra su espalda, el estremecimiento de sus músculos por los suaves besos en los hombros y las caricias suaves en sus brazos.

—Buenos días Loki. —saludó, dando la vuelta para mirarlo a los ojos. Él pelinegro recorrió su cuerpo desnudo con la mirada, tomándola de la cintura para hacerla retroceder y chocar contra la helada pared del baño.

Sus labios se unieron bajo el agua de la regadera, Sylvie recorrió con sus manos la piel caliente de su pareja, acariciando los firmes músculos por aquí y por allá. Loki solo la presionaba una y otra vez contra su erección mañanera, soltando suaves gemidos contra sus labios.

Una picazón extraña y desconocida empezó a formarse en el estómago de la rubia, erizando su piel por la anticipación, el hambre y la necesidad rugiendo en su pecho, los pezones duros, sus piernas escurriendo por la excitación, su propio seidr, soltando un aroma dulce y envolvente, estremeciendo cada una de las terminaciones nerviosas del pelinegro.

—Sylvie, por dios...—Gimió Loki, alejándose unos centímetros para mirarla con ojos hambrientos y tragar saliva. —Jamás te habías puesto así conmigo. —susurró en su oído, bajando las manos por sus costados con lentitud. —Tan mojada solo por unos besos.

La respuesta de Sylvie fue un sonido necesitado, abriendo las piernas para frotarse contra la erección de Loki, encantada por sus palabras. Tenía la mente nublada y perdida, el estómago apretado como si pudiera correrse en ese momento solo por escuchar la voz de Loki, baja y profunda, diciendo todas las cosas que ella quería oír.