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¿Qué pasa cuando toda tu vida has estado encerrado en tu casa como una forma de protegerte de tu mismo reino?
Jungkook, un Omega de veinte años sale en búsqueda de su madre sin interesarle nada más que eso.
Nunca esperó tener que hacerl...
El frío podía sentirse desde la habitación, a pesar de tener todo cerrado, el aire se colaba por las ventanas y las aberturas de las puertas haciendo a las personas temblar y buscar lo más rápido posible algo para taparse.
El día había comenzado con ese clima raro, pues apenas era mediados de agosto y el invierno todavía no empezaba.
Las calles estaban como de costumbre, como si el fuerte frío no existiera.
Personas pasando, gente vendiendo, otras pidiendo algo para poder alimentarse y por supuesto, los guardias 'vigilando' e ignorando todo a su paso, solo cumpliendo con la función de hacer acto de presencia ahí.
Cada día que pasó fue una tortura para Jeon. Todo el tiempo teniendo que estar alerta, con sus instintos a flote hasta el punto de decir que estaba paranoica respecto a cómo se sentía.
Temprano fue el tiempo en que salió al pueblo en busca de nuevos víveres.
¿Todo parecía tranquilo, cierto?
Lamentablemente esa tranquilidad se esfumó cuando la alfa estaba yendo de regreso a su hogar, solo un par de horas después de su partida
"Te tengo"
Y su grito ahogado fue lo único que se escuchó antes de llevarla hacia otro lugar.
La semana había pasado, sí, pero con ella los guardias la habían seguido por todos lados, veían y asimilaban cada uno de los pasos que daba, analizaban lo que hacía.
Ellos eran inteligentes, audaces, claro que notaban cómo la mujer lo sabía, estaban al tanto cada vez que volteaba para atrás nerviosa buscando algo, a ellos.
Jennie empezó a forcejear teniendo a en mente una sola persona.
"No te muevas, solo lo haces más difícil"
Ignorando esas palabras, empezó a forcejear todavía más fuerte.
Jungkook, Jungkook
Logró soltarse de un brazo y llegando a rasguñar a uno de los que tenía fuertemente apresada.
Vamos, solo uno más.
"Alto" rugieron y ella quedó inmóvil unos momentos debido a la dura voz "Vaya... alfa" Kim Namjoon le hablaba, el rey la tenía.
Sus ojos tomaron un color rojo.
"¿Qué es lo que quiere de mí?" preguntó tosca, sus brazos dolían.
"Ni siquiera un saludo" bufó Kim "¿Cómo te atreves a hablarle así a tu rey? Eres muy irrespetuosa" burló
"¿Qué quiere de mí?" volvió a preguntar no dejándose influenciar ante la presencia contraria ni las demás.
Namjoon rio, esto se le hacía entretenido.
"Veamos... sólo a ti, tú eres especial" canturreó "Ya sabes, no hay muchas alfas en este reino, y tú puedes cambiar eso ¿mh? No me negarás eso ¿verdad?" preguntó cambiando su voz.
"No lo haré"
"Oh... ¿no lo harás?" su tono cambió "No lo harás..." repitió chasqueando los dedos "Supongo que haremos esto por las malas" y de repente, un fuerte golpe en la cabeza fue todo lo que sintió.
Oh, nunca le niegues algo a tu rey.
Mejilim.
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