Let's Carpir El Diem

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*artista: @haddox_art de IG (tiene unos fanarts maravillosos, mirad su perfil POR FAVOR)

Como pretora, Reyna siempre fue intachable: cumplía con su deber con diligencia y de forma implacable, y jamás se saltaba una sola norma.

En una ocasión, cuando el nombre de Jason todavía le hacía sonrojarse, el ex-pretor había acudido a su habitación con una flor y le había propuesto una no-cita por los tejados de Nueva Roma. Reyna tenía que madrugar al día siguiente, y no le hacía gracia la idea de allanar una propiedad privada, y Jason se había tenido que ir por donde había venido.

Cuántas noches había perdido el sueño lamentando aquella decisión, Reyna había perdido la cuenta, pero, cuando entró en la Cacería, lo hizo determinada a relajarse y, como decía a veces cuando se le mezclaban el español y el latín, carpir el diem.

En consecuencia, Reyna buscó a propósito la mala influencia de Thalia y empezó a saltarse un montón de normas; incluídas algunas que, bien mirado, quizá no debería haberse tomado tan a la ligera.

"Ya está," dijo Thalia al tiempo que echaba el último seguro de la tienda.

Reyna rió como una tonta desde el borde de la cama, donde balanceaba las piernas intentando olvidar que le temblaban. Thalia se acercó a ella, sus ojos reluciendo en la semipenumbra y el tacón de sus botas silenciado por la alfombra.

"Bueno, ¿qué tenemos aquí?"
La hija de Zeus apoyó sus manos sobre los muslos de Reyna, y una auténtica descarga eléctrica pareció recorrer a la chica, que se estremeció.

Thalia se inclinó para nivelar sus ojos, y por unos segundos sus respiraciones se mezclaron y sus hombros se rozaron. La presión en los muslos de Reyna se intensificó, y los dedos de Thalia trazaron su cadera.

No había nada en el mundo que Reyna deseara más que abalanzarse sobre ella, pero cuando Thalia hizo ademán de morder su labio inferior, la chica echó la cabeza hacia atrás.

"No tan rápido," susurró sin poder contener una sonrisa.

Más rápida que el sonido, Reyna agarró las muñecas de Thalia y las sujetó sobre su cabeza, ante lo que la joven se debatió sin éxito.
Reyna se levantó y apoyó la frente sobre la de la otra chica, en tanto que trazaba el contorno de su cara con su mano libre.

Cerró los ojos, concentrada en la cálida respiración de Thalia en su barbilla, y acercó los labios a los suyos.

Apenas se habían rozado cuando Thalia le apresó una pierna con la suya propia, haciéndola perder el equilibrio.
Reyna soltó un grito que ya se había convertido en carcajada cuando cayó sobre la suave piel de ZT que cubría el suelo.

Thalia la bloqueó con un brazo.
"Ahora sí."

La hija de Zeus se inclinó para besarla, triunfal, pero Reyna se incorporó de golpe y le robó el primer beso. Thalia se apartó enseguida, definitivamente demasiado pronto.

"Serás..." dijo con falso mal humor.
Reyna se limitó a reír (estaba riéndose demasiado, se debía de haber pasado con el vino).

La ex-pretora enrolló las piernas alrededor del cuerpo de Thalia, e intentó girar para situarse sobre la otra chica.
Sin embargo, Thalia lo vio venir y se puso súbitamente en pie, llevándose a la hija de Belona con ella, que aún estaba encaramada en su cintura. El impulso de Reyna hizo que dieran una vuelta, que hizo tambalearse a Thalia para acabar cayendo en redondo sobre el colchón, la una encima de la otra y ambas un mar de risas.

"Ay, dioses,..." suspiró Reyna.

Las dos cazadoras intercambiaron una mirada cómplice, y por fin se fundieron en un beso de verdad. Reyna se entregó a aquel momento, al olor de Thalia, al sabor metálico del piercing de su labio; al crepitar lejano de la chimenea y las sábanas arrugándose bajo ella. Se dejó llevar por Thalia, olvidada la competición, e inhaló bruscamente cuando sintió el calor de sus labios y el frío del acero bajo su oreja.

Let's carpir el diem [Theyna Oneshot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora