El palacio de las cuatro estaciones [Hiccup & Jack]

CAPÍTULO O2. El hombre del bastón alargado

Historia 100% de mi autoría
Prohibida su copia y/o adaptación

—— PAREJA PROTAGÓNICA ——
Hiccup Haddock • Jack Frost

"Las faltas de ortografía se corregirán cuando la historia esté concluída"

En la espera de su padre, continúa mirando su plato lleno de comida y Tuffnut frente de la barra, juega con sus manos con la intención de librar el momento de tensión que se formaba entre ambos, suponía que su vecino no estaba tan contento de que se fuera por un tiempo de la cuidad y sobre todo ser notificado dos horas antes de su partida.

Su intento por crear expresiones normales fue un total fracaso, lo sabía al seguir presenciando el rostro molesto de la persona frente a él, no le quedó otra alternativa, decidió dar el primer bocado pero antes de que la comida entrara a su boca por fin se dignó a hablar.

— ¿Es tu madre la razón por la que te irás? — Detuvo la cuchara quedando en sus labios, no entendía su habilidad de leer la mente, parecía un auténtico mago

— No... — Su respuesta no fue convincente, sin embargo, Tuffnut fingió creerle

Todas y cada una de sus mentiras, Tuffnut las sabía. Ya que no habría manera de decirle a alguien que tu propia madre no te ama, era un hecho imposible por el cual Hiccup estaba pasando, es por eso que él decidió ser como una figura paternal para su joven vecino, Ruffnut decidió hacer lo mismo, tratando de hacerlo sentir seguro cada vez que estuviera con ellos.

— Entiendo... — Era la primera vez que ninguno sabía qué decir, cuando ese tipo de cosas sucedían Hiccup prefería pasar el fin de semana con ellos, quedarse por días hasta que su madre volviera a la normalidad, irse de la ciudad había sido una decisión que no esperaba — ¿Por cuánto... tiempo te irás exactamente?

El chico de ojos verdes lo pensó por un momento, y era algo que no podía responderle, ya que su padre le dijo que podía quedarse el tiempo que él deseara, solo debía llamarlo en el momento que quisiera irse.

— Una... dos... ¿tres semanas? — Respondía mientras movía la comida con la cuchara — Realmente no lo sé, supongo que... hasta que me quede satisfecho

— Satisfecho... — Repitió mirando como agachaba su rostro demostrando que serían más de tres semanas para que se sintiera bien, satisfecho — Entonces ve y vuelve, sin importar cuánto dure. Regresa a nuestro lado, ¿de acuerdo?

Todo volvió a la normalidad cuando Hiccup comenzó a reír, convirtiendo ese tenso e incómodo ambiente a algo más tranquilo y acogedor.

— ¿Qué estás diciendo?, claro que regresaré — Respondió agarrando la cuchara y por fin comer

— ¿Ya le dijiste a Eret? — Negó inmediatamente — ¿Por qué?

— Si lo hago sé que en menos de diez minutos vendrá corriendo a mí a despedirse con tantas lágrimas en los ojos que al final no me soltará