El palacio de las cuatro estaciones [Hiccup & Jack]

CAPÍTULO O9. El amor de una madre

Historia 100% de mi autoría
prohibida su copia y/o adaptación

—— PAREJA PROTAGÓNICA ——
Hiccup Haddock • Jack Frost

"Las faltas de ortografía se corregirán cuando la historia esté concluída"

Hiccup nunca imaginó ser la prioridad de nadie, incluso si tenía un gran amigo a su lado y dos vecinos que se preocupaban por él de alguna manera siempre se sentía solo, llegar a casa y notar el inexistente amor de su madre hacía su vida vacía, podía disfrutar de los cálidos abrazos y mimos de su padre pero odiaba ver a la mujer que lo trajo al mundo parada en algún rincón de la casa observando la ventana diciendo que su vida no tenía sentido.

Desde pequeño trató de llamar la atención de su madre, intentó ser el chico más aplicado de toda su clase, obedecer a cada petición y orden de sus padres, pero no importa cuántas veces lo intentara o lo mucho que se esforzara, ella jamás lo miraría con amor por el simple y sencillo hecho de no ser una linda señorita ante sus ojos.

"¿Te gustaría ir al mar, Hiccup? hace mucho tiempo que no lo visitamos".

Cada mínima acción por más vacía y falsa que fuera, él estaba agradecido por tenerla. Porque independientemente de lo fría y apartada que era su madre, todavía la tenía a su lado con vida, es lo que decía su familia materna cuando de pequeño les preguntó por qué su mamá no lo amaba. No se atrevió a cuestionar a sus mayores y su padre no tenía la intención de decir algo más y crear malentendidos, el Hiccup del pasado se quedó con esa barata excusa, creciendo bajo un ambiente en el que debía estar agradecido por recibir un mísero y falso amor.

"¡Deja de llorar!, si no lo haces le diré a tu padre que no vuelva a dejarte conmigo".

Su pecho comenzó a doler, sentía como las lágrimas se deslizaban por sus mejillas mientras miles de imágenes pasaban rápidamente, comprendía que tenía una pesadilla pero no era capaz de despertar y eso lo asustó. El sonido de un llanto se hace más y más fuerte, lastimando sus oídos, al fondo escucha las olas del mar golpeando las rocas y las aves cantando visualizando un melancólico atardecer.

"Mami... ¿dónde estás?"

Era la inocente voz de un niño sollozando.

— Hiccup, ¿estás bien? — Reconocía perfectamente esa voz, deseaba seguirla pero las imágenes seguían transcurriendo que su cabeza empezó a doler, quería gritar, huir, hacer cualquier cosa pero parecía no tener control sobre su cuerpo — ¡Hiccup, despierta! — Las olas del mar vuelven, un niño sentado en la orilla temblando de frío y de nuevo los pájaros volando en el cielo — ¡¡Hiccup!!