Mi hermano: mi mayor infierno

Capitulo 27

Capitulo 27

Quise, de verdad quise quedarme, pero aun así no pude. Salí lo mas rápido que pude de el agua y comencé a tomar mi ropa para ponerla sobre mi maya aun mojada, camine hacia el auto y lo vi corriendo hacia mi, me apoye en el auto y solo espere.

-¿Porque?, ¿Porque te vas?.- pregunto mientras me miraba, solo desvié mi miada.- Mírame, y dilo... ¿quien te hizo daño para que ya no quieras intentarlo?.
Estoy dispuesto a dejar todo por ti, desde que te vi ese día. Una chica hermosa de primer año de instituto, con una sonrisa hermosa. Estoy dispuesto a todo, solo dime que si, déjame conquistare. ¿Aunque sea dime que paso?.

-Salí de una mentira, una mentira que dolió mas de lo que demostré... y no... no quiero hacerte daño de la misma forma en la que el me lo hizo a mi, querer quererte y luego deshacerme de ti. No quiero darte esperanzas, no quiero que pienses que si, cuando es no, porque se lo doloroso que es. No quiero ser la chica que hace lo mismo que le hicieron.

-Yo.- dijo, pero lo interrumpí abruptamente.

-En verdad pensaba que eras un idiota mujeriego, por eso jamas te deje que te me acercaras, pero ahora que te conozco tengo bastante miedo, no quiero darte una versión de mi la cual no soy. No quiero utilizarte para no pensar, eso seria caer muy bajo.
Solo miro hacia abajo mientras daba vueltas sin parar, algunas veces paraba dándome una mirada de vez en cuando, camino un poco y volvió para mirarme, sonrío hacia mi y se acerco al punto de que nuestros labios se rosaban.

-¿Cuanto duele?.- pregunto mientras me miraba. Al recordar toda esa porquería se me llenaron los ojos de lágrimas.

-Es como cuando te entierras algo en la piel.- dije con una sonrisa falsa.- Pero la sensación es mucho mas nueva, es como miles de sensaciones dolorosas... es... es.... es peor que estar vivo.
Dices que quieres salir de el dolor, pero te quedas ahí. La sensación es dolorosa, pero al ver a la persona la haces placentera, y ya no quieres salir, tal vez hasta ya estabas metido hace mucho y solo no querías verlo. Y luego confías, confías en vano...- mis lágrimas estaban por mi ropa, cuello, cara y boca, sentía su sabor salado.
Estaba consiente de que aun así lastimada, mis sentimientos por Aiden no habían cambiado.
Su mano paso por mi cara varias veces sacando lágrimas.

-Estoy dispuesto a sentir esa sensación, y si tu eres mi vidrio, clavo, cuchillo, espada, o lo que sea. Estaré dispuesto a que te entierres con fuerza en mi, así duela haré el dolor mas que placentero. Si tu me dejas te ayudare,lo prometo, pero tu debes dejar de pensar en el, dejar sus recuerdos atrás. Muchas veces pensamos que la persona que amamos puede cambiar y lo intentamos tantas veces y nada funciona, lloramos, pataleamos, pero no dejamos ir, a pesar de que lo pensamos, de que aveces queremos... tu debes dejar ir aunque duele, si tu sigues en todo eso jamas dejara de doler tonta.- sus palabras fueron como agujas, tenia razón.
La venganza era solo una estupidez, pero en verdad iba a seguir no quería dejar las cosas como estaban.

-Yo te utilice al acostarme contigo, y en verdad me arrepiento.- el miro hacia un lado y asintió.

-El karma.- dijo simple.- Siempre fui un mujeriego, jamas me importo utilizar a alguien, pero ahora es todo diferente, tu eres diferente.

-¿Y si yo fuera tu karma?, no quiero lastimarte.- dije rápidamente, sabiendo que podía ser mas que una posibilidad

-Todo puede ser, ¿y la verdad? no me importaría que lo fueras.- sonrío.

-Déjame pensarlo, no es para nada fácil.- dije mientras lo abrazaba.- ¿Podría dormir en tu casa?, se que es pronto, pero no quiero ver a mi... nada.

-Tranquila, mi madre esta allí, pero no tendrá problema. Mas si la chica que llevo a casa es la que me esta volviendo loco.- dijo mientras me tomaba de la cara y me besaba.
Solo subimos al auto, y cuando estuvimos listos el comenzó a conducir, iba tan en mi mundo que no me di cuenta cuando llegamos...