Capitulo 32

1.7K 80 5
                                    

Abrí los ojos encontrándome que nuevamente estaba en la habitación de mi hermano, me senté viendo que solo una remera cubría mi desnudes, solo eso. La puerta se abrió captando mi atención, dejándome ver a un Aiden despeinado en calzoncillos.


-Despertaste. Espero que no te arrepientas.- dijo alarmado terminando de entrar a la habitación.

-¿Porque iba a hacer así?.- pregunte confundida.- Yo te lo pedí.

-Estabas tan caliente, que no sabia si lo hacías conscientemente o solo te acostabas conmigo por necesidad.

-No, estaba lo bastante consiente para saber lo que hacia, en ningún momento no lo pensé.

-Siento si soy un idiota. Ash, quiero estar contigo.- hice una mueca al escuchar esas ultimas palabras.

-Y yo quiero, pero no puedo permite que me vuelvas a romper el corazón.- me quite su remera y la deje encima de su cama.- Siento si te di esperanza de que volveríamos a ser como antes.- dije a punto de salir de su habitación.

-Es que tu no entiendes, yo no quiero estar como estábamos antes quiero estar mejor que antes... quiero estar en una relación. Se que me merezco todo esto, lo admito, pero

No mire hacia atrás solo salí para ir a mi habitación, tome una tanga roja con un sujetador a juego para ponérmelo, busque un vestido negro y lo deslice por mi cuerpo de arriba a bajo, me puse las mangas y me mire al espejo tome el peine y lo pase por mi pelo desenredándolo, al estar "normal", tome mi celular y camine hacia abajo, mire la hora, cuatro de la tarde con dos minutos, me senté en el patio delantero el cual tenia unas sillas blancas a un costado, entre a WhatsApp al chat de Oliver.

....

Oliver
en linea

-Hola.

-Princesa, prepárate. Te iré a buscar en quince minutos.

-Te espero.

....



Al llegarme ese mensaje entre a casa para buscar un abrigo, y salí enseguida para que Aiden no me viera.

Sabia que me había equivocado, no era mi intención, jamas lo fue. Pero no quería repetir una escena una y otra vez, sabia lo que me esperaba al final de esto. Lo quiero tanto y quiero estar tanto con el, pero no volvería a ser su juguete.

Lo espere, y tal y como dijo se encontraba frente a mi, hasta había demorado menos de quince minutos. Paro montado en su motocicleta negra frente a mi casa, me levante y camine hacia el. Su gran sonrisa moja bragas se hizo presente estirando sus brazos hacia mi para que lo abrazara, y así lo hice, lo abrace a mas no poder. Sonreí cuando sentí sus manos acariciar mi cabello, deje de abrazarlo y mire sus ojos. Su mirada era diferente, me llamaba, me invitaba a pecar y a probar de cosas que no conocía.


-Quiero mostrarte algo.- me dio el casco que llevaba en su mano, para ponerse el suyo de nuevo.


Respondí con un simple asentimiento, me ayudo a montar la moto y acomodo mi vestido para que nada se viera. Sus manos viajaron a las miás para ponerlas en su cintura. No demoro mucho cuando encendió la moto para arrancar.

El viento se chocaba contra mis piernas, brazos y cuello, dejándome completamente erizada. Lo que también hacia que me aferrara mas a su cuerpo, buscando un refugio. Sentí su cuerpo vibrar y supe que se estaba riendo de mi, lo que hizo que me riera con el.

No se cuantos minutos estuvimos andando, pero sabia que cuando habíamos parado, levante el plástico que cubría mis ojos dejándome ver una gran vista. No lo dude me lo quite de inmediato con cuidado para poder ver mejor, en frente de mi había un hermoso puente cubierto de arboles alrededor, la luz de el sol dejaba ver lo hermoso que era.

-Vengo aquí cuando quiero despejar mi mente.- dejo que bajara para apagar su moto y estacionarla. Voltee y lo mire sabiendo a que se refería.- Lo encontré a los quince, recuerdo estar vagando con mi moto y de la nada llegar aquí. Ese día no fue el mejor.

-Es hermoso.- volví mi vista hacia los arboles.

-Me alegro que te guste.

Me tomo de los hombros y comenzó a caminar conmigo hacia el puente que daba entrada al bosque. Al estar encima de el puente mire hacia abajo viendo una agua cristalina con algunos peces en ella, era simplemente hermoso, sentía su mano hacer círculos en mi cintura por debajo de mi vestido. A decir verdad no me molestaba que mi cuerpo se dejara ver pues no había nadie allí, y aunque me daba mucha vergüenza mi cuerpo en este momento, deje que sus caricias dominaran mi cuerpo como si de un juego se tratase, estaba muy cómoda con el. Apoye mi cabeza en su hombro observando todo el panorama, sentía su mirada en mi, pero no tenia la suficiente valentía de hacer lo mismo.




Miro la hora y habían pasado tres horas desde que estábamos aquí. Estaba todo muy oscuro, la única luz era el resplandor de la luna que entraba por las ramas de los arboles. Me tape la boca al bostezar causando que mis ojos quedaran llorosos, el al ver mi acción tomo mi cara acercándome la suya dejándonos nuestras frentes y narices pegadas, nuestros labios se encontraban rosándose, los alientos se mezclaban, de los nervios mordí mi labio y aparte mi mirada.


-Tranquila, no te besare hasta que me lo pidas.- se separo de mi mirando al rededor.- Princesa, deberíamos de irnos, ya es tarde y hace frío para ti.


Asentí para seguirle el paso, a cabo de dos minutos estábamos frente de su moto y a cabo de otros veinte minutos estábamos de regreso. Me dejo en mi casa no sin antes bajarse de la motocicleta y dar un casto beso en mi frente. Entonces tomo la moto y se fue a los segundos de haberse despedido.











****

Hola, ¿como estan?. 

Quiero que quede claro que voy a seguir subiendo, es solo que estoy algo ocupada, pero eso no quiere decir que se van a quedar sin historia.

Si les gustó, por favor danle ♡

Mi hermano: mi mayor infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora