Capitulo 38

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Dedicado:

YumalaiLealCampillo













Media mas tarde y nadie se encontraba en casa. Aiden no llegaba y yo estaba en mi habitación con todo a oscuras, recostada en la cama mientras Ariana Grande sonaba de fondo. Ya me encontraba aburrida, sin nada que hacer.

Tome mi celular para salir de la habitación.
Al salir de mi habitación escuche una maldición de Aiden, mientras su puerta era azotada varias veces hasta cerrarse de peor forma. Camine hasta su habitación para ver que era lo que pasaba cuando escuche una acalorada discusión abajo, reconociendo las voces corrí hacia el primer piso. Al bajar vi a mis padres cerca de las escaleras discutiendo, al ver mi presencia ambos pararon, mirándome.

-¿Que hacen aquí?.- pregunte algo confundida, pero con una sonrisa.- Creí que la semana que viene estarían aquí.

-¡Ash!.- hablo mi padre abriendo sus brazos, no lo pensé. Corro hacia ellos y lo abrace, con todas mis fuerzas. Mi padre y yo siempre habíamos sido bastante unidos. Vi a mi madre sonreír, solté a mi padre y la abrace con el mismo cariño.

-Mi amor.- mi madre se limito a tocar mi cabello,mientras que yo me acurrucaba entre sus brazos, cerrando los ojos con fuerza. Es que en verdad los había extrañado, aunque no me había dado cuenta hasta que estuvieron frente a mi.

-¿Entonces?.- pregunte nuevamente esperando una respuesta.- ¿Porque están aquí?.-
Creí que ya había visto todo en estos meses, pero el ver a ambos congelados y con los ojos muy abiertos por una simple pregunta, no era muy propio de ellos. Entonces comprendí que el golpe en la puerta, ellos discutiendo y ahora esto, no era casualidad. Quería decir que algo iba muy mal.
Mi padre abrió la boca varias veces, pero sin decir absolutamente nada.

-Ash.- susurro mi madre.- No es nada de lo que debas preocuparte.- la mire, pero ella evito mi mirada y mi padre por su parte la observaba molesto.

-¿Seguros?.- volví a preguntar al ver que mi padre no cambiaba su mirada.

-Claro, hija.- hablo mi padre, al ver que lo observaba confundida.- Tengo que irme, las veo luego.

-Pero recién llegas.-cuestione cuando se acerco para besar mi frente con cuidado.

-Si, lose, pero debo ir a hacer algo.- contesto yéndose con rapidez.

-¿Que ocurre?.- pregunté mirando a mi madre, la cual tenia la mirada perdida por donde se había ido mi padre. Al salir de su ensoñación me miro.

- Nada, voy a dormir un rato. Estoy cansada por el viaje- y como mi padre desapareció en segundos.

Mire por donde se habían ido los dos, mi cabeza no dejaba de mirar de un lado a otro.
Jamas discutían y si lo hacían no era en nuestra presencia, nunca los había visto así. Lo que había presenciado en unos cortos minutos, era mas que raro.

Subí las escaleras, si había alguien que sabia que estaba pasando, de seguro era Aiden. Toque tres veces, pero no respondió.

- Hola, Aiden. Voy a pasar.- gire la perilla de la puerta.

Al tenerla completamente abierta, entre, acostumbrándome a la oscuridad que había en la habitación. Cerré la puerta a mi espalda y tome mi celular para alumbrar el espacio con la linterna del mismo, busque el interruptor de la luz y cuando la encontré la prendí. Entonces con luz, apague la linterna y entonces si me di vuelta para ver su habitación.
Abrí mi boca. Es cierto que dicen que los varones son mas desordenados, pero Aiden no era así. Tenia todo limpio y nunca ibas a ver nada fuera de su lugar. Pero ahora esto parecía la habitación de otra persona, ropa tirada, cosas rotas. Era un caos total y en un rincón estaba el sentado en el piso con sus brazos apoyados en sus piernas y su cara abajo. Vi como se sacudió y entendí que estaba llorando.

- ¿Aiden, estas bien?.- pregunte acercándome de apoco, sabiendo la respuesta.-¿Que pasa?.- pregunte, al llegar pose una de mis manos en su mejilla.

El se dejo acariciar, sus lagrimas mojaban mi mano. Me arrodille buscando dedicarme cien por ciento al el, acaricie su cabello lentamente. Los minutos pasaban y nada funcionaba, deje caer mi mano y también agache mi cabeza mirando el suelo, a los segundos sentí un tacto suave en mi hombro la cual iba bajando, recorriendo todo mi brazo.
Subí mi cabeza de golpe, encontrándome con unos ojos rojos acompañado de un chico un poco pálido y con el cabello despeinado. No lo había visto así desde que Oliver dejo de venir a nuestra casa.

-Si esto es por lo de nuestros padres... lo resolveremos.- atine a decir rápidamente con una sonrisa.-Ellos no van a cambiar lo que siento por ti.

-Dejaras de amarme.-lo mire extrañada al dejar salir esas palabras de su boca.- Recuerda, no importa si tu me odias, yo siempre te amare.- dijo con lágrimas cayendo de sus ojos.

- ¿De que hablas?.- pregunte sin entender sus palabras.

Nos miramos varios minutos, aunque de sus labios no salia ni una palabra, solo me observaba y solo nuestras respiraciones en conjunto se sentían.
Estaba estupefacta, jamas lo había visto de esta manera. Me quede a su lado sin importar.

- ¡Aiden!.- grito nuestro padre entrando a la habitación de golpe, al verme paro.- ¿Mi amor, nos dejarías solos?.- pregunto mirándome. Instantáneamente mire a Aiden y el asintió.

-Okey.- sin ganas me levante y salí bajo la mirada de mi padre.

Apenas termine de cerrar la puerta escuche a mi padre gruñir casi un "Te vas a hacer cargo de esta situación", iba a seguir escuchando, pero no me atreví.

No lo pensé tome mi celular mientras caminaba hacia mi habitación y llame a Andy apenas cruce la puerta. Iba por la segunda llamada y ya me estaba dando por vencida cuando escuche su voz.

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-Hola hermosa, ¿paso algo?. ¿Adivina?, Dereck quiere hablar conmigo en su casa...

-Mis padres están en casa.- al decir esas palabras el dejo de hablar.- Aiden azotó la puerta, esta llorando. Escuche voces discutir y baje, mis padres discutían. Mi padre esta actuando demasiado raro, y mi madre parece estar fuera de si..

-Tranquila, respira... te estoy escuchando...- hablo antes de que siguiera. Respire como el me dijo para calmarme.- Ash, se que deberías de saberlo, pero no quiero decírtelo yo, tampoco debo hacerlo y tampoco quiero que pienses que soy un mal amigo. No preguntes, no te lo diré, no se que esta pasando, pero si se que paso.
Nunca dudes que mis brazos siempre van a estar para abrazarte, y mi casa para acogerte.

-Quisiera que me dijeras, ¿que es lo que esta pasando?.- pregunte algo preocupada. Respire nuevamente.- No voy a hacer que me digas, pero quiero descubrir que pasa.- dije casi en una suplica para que me dijera.

-Si quieres quedarte en casa, mis puertas están abiertas.- suspiro, unos segundos y escuche un grito de su madre a través de la linea.- Debo irme, Ash.- colgué.

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Todo parecía haber cambiado, era extraño el actuar de mi familia, era raro lo que había dicho Andy. Se que lo que pasaba no era bueno.

Solo me acosté en mi cama para llorar, frustración, tristeza, todo y mas. Solo quise dormir para que mis preocupaciones se fueran por un rato, dormir no solucionaba nada, eso estaba claro, pero así dejaba de doler y mi mente no penaba




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Bueno, no todo es lo que parece.

Si les gustó denle ♡. Gracias por leer.

Mi hermano: mi mayor infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora