Capitulo 8

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Capitulo 8



-¿Quien era?.- toque mi pecho al ser asustada por la voz de Aiden, haciéndome salir de mis breves pensamientos.

-Oh... nadie.- respondí mientras me sentaba y miraba hacia otro lado, restándole importancia.

-¿Ash?.- dijo preocupado, sentía su mirada intensa en mi. Justo cuando iba a hablar su celular sonó y supe que era ella cuando su ceño su frunció y sin mas contesto.


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No, no estoy en casa.... Claro... No, no, ella no te odia... No puedo hacer nada... Te diré cuando llegue.

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Vi como corto la llamada mientras negaba con la cabeza para mirarme a los ojos y sonreír como si le divirtiera la situación.


-¿Así que nadie?.- me miro con una ceja alzada mientras sonreía.

-No NADIE, y no, no la llamaras.- dije recalcando cada letra, odiaba a esa chica y se lo iba a dejar claro. El se levanto y camino hacia mi para luego agarrar mi cara con cuidado.

-Sabes que ella no era mas que una diversión para mi, ¿no?. Jamas la podría ver como te veo a ti.


Al ver que no le respondía comenzó a hacerme cosquillas haciendo que salieran estruendosas carcajadas de mi boca, me levanto y me llevo a su hombro para caminar hasta dejarme en el sillón. Sonreí y comencé a besarlo, ¡por dios! Se sentía tan bien que gemí en su boca. Se separo y vi una autentica sonrisa de perversión, esa que te podía llevar a pecar, y era lo que hacia, pecar con mi hermano mayor, y valla que se sentía bien.
Metí mi mano por entre medio de nuestros cuerpo para poder acariciar su miembro por encima de la tela de su pantalón, sonreí internamente al sacarle un gemido ronco.


-No juegues con fuego, niña.- dijo mientras sus ojos se encontraban en mis labios.

-Eso es justo lo que quiero...- me acerque muy cerca de sus labios casi rozándolos.-... quemarme.- dije para luego lamer sus labios juguetonamente.


Dio vuelta conmigo para dejarme encima de el, aproveche para sacar mi blusa por mi cabeza dejando mis pequeños pechos al aire, el instantáneamente puso sus manos en ellos para apretarlos, sonreí mientras desabrochaba mi short, lo baje con todo y tanga quedando completamente desnuda para el.


- Vamos enséñame tu hermoso cuerpo.- dije retándolo y sonando como esas chicas de las películas.

-Mira que pervertida me salio mi hermanita.- dijo para levantarse conmigo encima y luego dejarme recostada en el sofá.


Comenzar a quitarse su ropa delante de mi tan despacio que creí que iba a incendiarme y morir de placer, al quedar solo su bóxer vi ese enorme miembro apretado y un poco mojado, solo quería lamerlo y probar todo su sabor. Baje mi mano por mi cuerpo a medida que el sacaba su bóxer y abrí mis pliegues para comenzar a mover mis dedos en mi clítoris, el al verme solo se dedico a mirarme.
Solo por un momento baje mi mirada, vi como un liquido salia de la punta de su pene deslizándose por toda la longitud, valla que se tardaría llegar al tronco, sin mas que hacer abrí mis piernas y el sin pensarlo dos veces se situó entre medio de mis piernas dejando sus rodillas muy cerca de mis nalgas acercando toda su virilidad a mi mojada entrada enterrándose de apoco en mi, deje salir un quejido de dolor al sentir esa enorme cosa invadirme, pero aun así alce mis caderas para que entrara mas rápido, lo necesitaba y valla que lo necesitaba. Se enterró por completo en mi, le sonreí al sentir un cálido beso en mis labios, encorve mi cuerpo para ver como su miembro salia dejando la cabeza adentro para enterrarse en mi tan fuerte y sin previo aviso arrancando gemidos de mi boca, deje que repitiera esos movimientos unas diez veces mas.

No lo pensé al sacarlo de dentro de mi para rodear el sofá con el de la mano, lo mire a los ojos mientras subía una pierna arriba de el espaldar de el sillón para elevar mi culo, lo vi rodearme con pasos lentos. Un fuerte golpe se sintió en mis nalgas, mire por encima de mi hombro viéndolo situado detrás de mi acariciándome el lugar donde su mano segundos antes había impactado, levanto la mirada para tomar mi cara con fuerza haciendo que lo mirara entonces sentí otro nalgada, pero esta vez mas fuerte.

Mi hermano: mi mayor infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora