desconfianza ♡ capítulo dos.

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   despertó mientras le ponían los zapatos, unos zapatos blancos sin cordones que eran precisamente de su tamaño, como si lo hubieran investigado con anterioridad

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   despertó mientras le ponían los zapatos, unos zapatos blancos sin cordones que eran precisamente de su tamaño, como si lo hubieran investigado con anterioridad. no abrió los ojos del todo, intentó que sus párpados no temblaran demasiado mientras observaba cómo encajaban los zapatos de tela en sus pies pequeños. eran dos personas vestidas con overoles rojos y una máscara negra en el rostro. usaban guantes negros, estaban armados, y no hablaban. era como ver a robots haciendo su trabajo de manera automática.

   jimin recordó el momento en el que se subió al automóvil, habiendo esperado nervioso en la calle cercana a su casa. aquella noche llevaba encima un suéter café amarillento y una jardinera negra que le quedaba especialmente grande, así como lo dictaba la moda, porque no tenía muchas ganas de ponerle empeño a su vestimenta. se había subido al gran carro gris con la esperanza de hablarle al conductor para averiguar mejor lo que estaba pasando, pero apenas se subió, un gas somnífero lo rodeó desde el techo, bajando rápidamente con un sonido similar al de un globo desinflándose acelerado.

   era capaz de rememorar que otras tres personas estaban durmiendo en el automóvil, dos hombres mayores y una mujer de la edad de su madre. no sabía por qué, pero despertó en medio de su proceso de vestimenta, y eso lo aterró. con los ojos casi cerrados, podía alcanzar a ver de manera borrosa las patas de metal de otras camillas, y se preguntó qué tan grande sería la habitación como para que entraran tantas personas. se le hacía extraña la situación, pero decidió no hacer más que relajarse y esforzarse por parecer lo más dormido posible, mientras le ponían una camiseta blanca y una sudadera sin capucha, de color verde agua, muy oscura. por un momento le temblaron las manos, estaba seguro de que le estaban quitando sus objetos personales, y la verdad era que sí; ya no llevaba encima ni la billetera, ni sus llaves, mucho menos el teléfono móvil.

   nadie decía nada. lo acostaron en la camilla y en menos de un minuto la sintió moverse con una velocidad media que le parecía vertiginosa por alguna razón. le temblaba el dedo anular. su estómago ardía de dolor por no haber comido la noche anterior, sólo podía concentrarse en eso mientras lo agarraban de las axilas y las piernas, para luego acostarlo en un lugar muy suave y acolchado. se hundió levemente en el sitio, era quizás un colchón, y escuchó atento los pasos pesados de las personas en overoles. su estómago soltó de esos ruidos extraños. nadie reaccionó.

   los pasos comenzaron a alejarse, y esa fue su señal para abrir los ojos;

   y su primer mirar fue una estructura de metal. era la parte baja de una cama, en metal negro, las barras brillaban y mostraban un piso blanco y liso. una puerta se cerró, era pesada y el portazo retumbó por unos segundos en el lugar. inhaló fuertemente y esperó unos minutos por si acaso... no estaban tomándole el pelo. esto era muy extraño, todo le causaba desconfianza pero se mezclaba con el hecho de que su amigo se lo había ofrecido. y si un amigo... no. no tenía sentido. no era posible que todo lo que hicieran sus pocos amigos fuera lo correcto. y seokjin siempre fue algo raro, así que era de esperarse que la rareza le persiguiera una vez aceptara algo de su mayor.

JUEGO DEL CALAMAR: 013 + 058 𐙚 操作 . GGUKMIN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora