Capítulo 6

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El sofá contruido en forma de L y forrado en piel sería una pieza que tal vez sería puesta en alguna oficina o hasta en una sala familiar, pero antes de ser sacado de las instalaciones carcelarias debería pasar la aprobación y saber si aguantaría el peso.

Singto besó el miembro de Krist aún con la ropa interior todavia puesta, acariciando y frotando su cara contra ella, gimió como una bestia perezosa o como un león que acaba de despertar.

Krist bajo la cremallera, bajo los pantalones y la ropa interior de Singto para revelar el pedazo de carne caliente, que se estrelló en su cara de manera tan punzante. Estaba sudoroso, salado, picante, aún así le encantó.

Singto ya en el mueble abrió sus piernas mientras Krist comenzó a lamer su eje, bajando hasta sus bolas, no podía creer que le gustaba esa cosa gruesa, dura, venosa y sucia pensó mientras acariciaba sus muslos suavemente, lo lamía y tomaba sus bolas en su boca.

Con el calor de su arduo trabajo, el saco de las bolas estaba extendido y colgando bajo, Krist se dejó llevar tratando de chuparlas lo más profundo que pudo en su boca, a Singto le dolía un poco, Krist era inexperto, pero lo soportaba, su polla estaba tan venosa que comenzó a palpitar y Krist cerró con la boca con devoción.

Cuando el deseo y la emoción, se apoderó de él, se sintió muy sumiso. Su dulce hombre hermoso y su olor lo hacía sentir deseos profundos de adorarlo, frotó su pene por toda su cara y la apoyó sobre su cabeza en sumisión y amor por él, mientras acariciaba sus fuertes y duras piernas.

-¡Ven aquí! -exigió Singto mientras terminaba su limonada.

-¡Sí señor! -respondió burlonamente mientras se bajaba los pantalones, se quitaba su camisa y las ponía encima del asiento pasó sus manos por su pecho y pezones mientras lo besaba profundamente.

-Te amo tanto Sing, no lo olvides nunca. -le susurró. Luego dirigió su gran verga dura hacia arriba y se montó sobre ella.

Krist nunca estaba sin lubricar cuando estaba con su hombre, estaba listo para él en cualquier momento que él lo quisiera, estaba muy resbaladizo por el sudor y la grasa de su cuerpo después de un duro día de trabajo, empujó toda su grandeza dentro cuando se sentó sobre él.

Lo tomaron con calma y le agarró de las manos mientras se acomodaba sobre él, disfrutando de su longitud, frotando el interior de su agujero. Durante un rato se quedó sentado, asimilando y procesando la sensación de una dura y sucia polla en su suave y lubricado agujero.

-Krist, eres tan hermoso, eres muy especial-dijo mientras lo miraba fijamente, con las piernas abiertas y su pene profundamente enterrado en su trasero, sus dulces palabras le hicieron querer amarlo más.

Krist empezó a montarlo, en un movimiento galopante, como si estuviera montando a un caballo en el cerro. La longitud entrando y saliendo, frotando las paredes de su agujero, a Krist le encantaba, mientras comenzaba a frotar su pecho y apretar sus pezones.

Singto lo hacía sentir como una "mujer hermosa" con tanta devoción y cuidado. Agarró sus manos y le hizo masajear más sus pezones, su pecho, el torso, hasta acariciar su dureza y Krist estaba perdiendo la cabeza con la estimulación.

-¡Ah! ¡Oh bebé, te amo! ¡No puedo tener suficiente de esto! -decía entre gemidos y jadeos. La polla de Singto era lo suficientemente largo como para que Krist pudiera inclinarlo y besar sus labios sin que saliera de él, se sentía asombroso.

Krist estaba decidido a qué su hombre terminara dentro y se movió sobre él con más vigor, cerró los ojos y se movió rápidamente en el eje duro, se sintió como en otro mundo mientras lo montaba, podía sentir el sudor corriendo por su espalda, se arqueó hacia atrás y con su trasero abultado sobre su polla. La cabeza de seguía tocando su punto dulce dentro de Krist quien estaba al borde de la locura.

-¡Ahh! ¡Oh, Kright! ¡Ngh!
-Solo se escuchaban jadeos y gemidos. Singto comenzó a sentarse más derecho y Krist quedó como si estuviera sentado en su regazo montándolo. Le besó con fuerza, envolvió sus fuertes brazos alrededor de él y lo hizo cabalgar más profundamente.

Krist envolvió sus piernas alrededor de su cintura, sintiendo su trasero duro, sintiendo su aliento a limónada sobre él mientras respiraba más y más pesado, luego con poca advertencia, su amante lo sujetó firmemente sobre su pene y terminó en él. Singto disparó su carga dentro, las paredes de su suave trasero podían sentir su miembro palpitar mientras se corría.

Fue tanto y con tanta fuerza que durante un tiempo sintió como si de repente se volviera mucho más grande, se sentía muy caliente por dentro y sus piernas lo envolvieron alrededor de él con fuerza.

Siguió cabalgando con fuerza para seguir sintiendo ese palpitar dentro de él. Saciado de su adicción a su polla y a él, se inclinó, empapado en sudor, abrazándolo con fuerza.

Singto envolvió sus gruesos brazos a su alrededor, Krist ni siquiera se corrió, pero fue suficiente, estaba demasiado satisfecho y mojado.

-¿Te estás volviendo como yo ahora, bebé? -Singto preguntó en broma, aludiendo a su sudor que bañaba toda su entrepierna de la corrida que salía de él.

-¡Hah! De ninguna manera. ¡Eres demasiado grande para que yo te ahogue en mi sudor, como tú me ahogaste a mí!
-bromeó de vuelta. Besó románticamente su frente y sus ojos, descendiendo hasta sus suaves mejillas. Descansó su cabeza en su pecho, se sentía bien estar encima de él. Quería decirle, obviamente es su hombre, pero se sentía un poco como una mujer empoderada montando a su novio.

Su tiempo fuera terminó tan pronto el sofá fue aprobado y listo para ser vendido, aunque con un olor muy masculino sospechosamente presente.

Se vistieron justo a tiempo ya que un par de guardias habían aparecido, anunciando que la hora de trabajo había terminado.






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Hasta este punto ya han pasado dos meses más o menos, ya para el otro capítulo sería un mes más, completando así los primeros tres meses de su estadía en la cárcel.

Este capítulo fue un poco de relleno caliente, continuación del anterior, no se cansan de hacerlo 🙄

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𝐓𝐫𝐚𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐑𝐞𝐣𝐚𝐬 𝚂𝙺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora