Tras su mirar,
se asoman faros cuarzosos de entusiasmo,
como sus juegos presentes de mañanas despejadas;
como aluviones,
en inocencia, de travesuras.
Mientras el atardecer nos tiende,
en sus ventanas,
ésa pincelada,
para tocar curiosamente a la lluvia;
para beber,
desde los senos de la tierra,
toda la vida.Por cada iridiscencia del cielo,
por cada baldosa floja,
por cada verdor impregnado de liviandad.
¡Será la inmensidad!
¡Toda la vida!Incluso,
exploraremos los cerros,
donde la poesía florece desbordada
y, haremos del silencio...
(¡En hilarantes recovecos!)
...una voz amena para tí.
¡Bello retoño!¿Sabes, solcito mío?
Lo imaginable,
es Ombú verdadero,
como en un paraje
donde se ensalzan los hermosos cánticos del pardal.Allí,
en un colage de reminiscencias inolvidables,
dibujaremos sentimientos radiantes de amor.
¡Ya anhelo ser viento para tu copla!
¡Retoño mío!El amor te revelará
lo que es el corazón,
para cada callejón sin salida,
para cada mano tendida,
para cada decisión flagrante.Ay, el amor te concederá toda la vida...
¡Todo será inmensidad de la vida!Tras su mirada de río hialino,
todo lo imaginable,
es verdad.
Si realmente te sumerges
en los acuosos meandros de la esencia.

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Abelito
PuisiCuando dos corazones inventan a un corazón. ¡Ay, viajero naciente! ¿No se entrelazarán los tres en un triángulo de vida fraternal?