I
"Prometo que descansaré más a partir de la semana que viene"
Y con ello llevaba ya varios años. Siempre con esas estúpidas promesas que no era capaz de cumplir, ni siquiera las más sencillas. Era extraña la forma en que procedía. Ni él mismo llegaba a comprenderse. Era un hombre que solía ser de los llamados "adictos al trabajo", era alguien que no descansaba hasta tener todo completamente listo. Quien buscaba no fallar y a veces las cosas se le escapaban de las manos y terminaba justo como en ese momento.
Trabajando hasta altas horas de la noche en la letra de una canción en medio de la sala completamente a oscuras. Solo el sonido de Tic Tac del reloj en la pared lo acompañaba en ese momento. Ese que fuera regalo de su abuela y que dado el valor sentimental no cambiaba, por mucho que resultara bastante chocante en su carácter de "hogareño" en aquel lugar que él llamaba "casa" y que resultaba demasiado ordenado, demasiado blanco y muy poco cálido.
No es que estuviera mal con ello, no, le gustaba ese toque sobrio y hasta minimalista. No tenía muchas cosas y las que tenía eran bastante simples, pero no podía evitar recordar otros tiempos. Cuando era más joven y como ONEWE vivían todos juntos, el departamento tenía el toque de cada uno lo cual lo hacía único y especial. En aquellos tiempos eran más los que se amanecían trabajando o incluso a veces su mente le llega a jugar malas pasadas y puede sentir la cabeza de cierto chico apoyada en su hombro o el mismo cada vez que ladea la suya sentir el cuerpo del más bajito como si buscara su afecto. Lastima que todo eso quedó atrás.
Ahora que estaba cerca de sus 34 años, aunque extrañaba en demasía esos años, prefería las cosas más simples.
Quizás porque requerían menos cuidados.
Quizás porque significaba menos esfuerzo tenerlo todo controlado.
Control.
Ese que no podía tener en sus emociones. Por más que lo intentara, por más que pecara de orgulloso y dijera que no le pasará jamás, a veces simplemente no se puede evitar cometer tonterías cuando supones estar enamorado.
Miedo.
El que siente cuando las cosas vienen sin avisar. Cuando no sabe hacia donde dar sus pasos, el futuro se presenta incierto. Las dudas lo hunden poco a poco.
Estupidez.
Esa era la peor. El que lo hacía actuar cegado por el miedo. Buscando tener un control que no se puede tener y se olvida simplemente de dejarse llevar, como ahora.
II
"¿Qué estarás haciendo ahora?" Pensó con amargura.
Por más que se esforzaran en mostrar una imagen de súper amigos, lo cierto era que, al único al que menos frecuentaba fuera del trabajo era al chico que le gustaba Pingu. Y como siempre hay cosas que se escapan de los lentes, de los reflectores, podía fingir muy bien su papel de tener todo en orden y que todo iba de maravilla, pero era todo lo contrario y es que ¿En qué momento se comenzó a sentir estancado? ¿En qué momento dejó de disfrutar lo que hacía? por sobre todo ¿en qué momento las cosas cambiaron tanto entre ellos dos? ¿Era verdad que era un maldito egoísta como le dijo DongMyeong hace unos días atrás?
Se llevó las manos a la cabeza totalmente ofuscado, decidiendo entonces que ya era mucho de estarse autocompadeciendo, no llegaba a nada con ello. Cerró su cuaderno en el cual estaba intentando escribir y se puso de pie. Encendió un par de luces, dejando la estancia a media luz. Tenía hambre y cero ganas de salir o de pedir comida a domicilio, por lo que ya prepararía algo.
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══ ❀∘ For Life → YongGu
Romantizm⠀⠀*☆∘ヾSolo deseo mirarte a ti por toda mi vida. 🌸YongHoon x HyunGu 🌸Oneshot