Narra Lexa:
Salí de esa casa dejando a Alaia con aquel extraño chico. Yendo hacia el lugar donde me habían citado por teléfono, un oscuro callejón a casi 50 cuadras de la casa en la que me encontraba, estaba asustada, pero sabía que no me harían daño alguno porque eran amigos de Nahem y Noah.
Al final de ese callejón me topé con una puerta de madera algo gastada, y la golpeé esperando que alguien la abriera. Unos segundos después, la puerta se abrió dejando ver a 3 chicos, el más alto se acercó a mí.
-"¿Que haces por aquí preciosa?"-preguntó.
-"Me mandaron a entregar un pedido aquí"-respondí nerviosa.
-"¡Oh! ¿Tu vienes de parte de Nahem y Noah no?"-preguntó.
-"SÍ"-respondí estirando el paquete en mis manos para que pudiera verlo.
-"¡Que bien! ¿Cuál es tu nombre?-preguntó curioso.
-"Lexa, Lexa Monterrey, ¿el suyo?-respondí.
-"Jack Gilinsky, él es Carter Reynolds"-dijo señalando a un chico un poco más bajo que él, de ojos achinados y un pelo castaño algo despeinado-"y él es Aaron Carpenter"-mencionó señalando al otro chico de tez blanca, con el pelo negro y perfectamente arreglado.
-"Un gusto conocerlos."-respondí.
-"Igualmente."-respondieron los 3 al unísono.
Salí del callejón y me dispuse a volver a la casa, pero en el camino choqué con un chico rubio que accidentalmente derramó su café jodidamente caliente encima de mi blusa, me estremecí por la temperatura.
-"¡Lo siento tanto! No me fijaba por donde venía.."-se disculpó aquel chico.
-"No, no te preocupes, también yo venía distraída..."-le dije sonriendole.
-"Soy Jack, Jack Jhonson, ¿Cuál es tu nombre?-".-preguntó extendiéndome su mano.
-"Alexandra Monterrey, pero me puedes llamar Lexa, un gusto Jack".-dije tomando su mano.
-"Igualmente Lexa, que bonito nombre, ¿quieres ir por un café?".-preguntó.
-"Muchas gracias Jack, el tuyo igual es muy lindo".-dije sonrojada.-·"Me encantaría ir por un café, pero tengo que volver a casa a cambiarme la blusa".
-"Cierto, lo siento de nuevo, ¿al menos me podrías pasar tu número de celular?".-preguntó.
-"Claro".-dije dictándoselo.- "¿El tuyo cuál es?".-pregunté.
-"Tranquila, luego te mensajeo y lo guardas vale?".-respondió sonriéndome.
-"Claro, adiós"-dije yéndome de nuevo hacia la casa de Noah.
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Narra Alaia.
Me acerqué al chico.
-"¿Nena? ¿En serio "Nash"? Creo que sería Hamilton."- dije pasandole por al lado, en realidad lo supe porque Noah me había hablado de un tal Nash, que en realidad se llamaba Hamilton.
-"Sí, lamentablemente, Hamilton, pero ya te lo dije, sólo dime Nash, preciosa."- dijo con tono burlón.
-"Bien, Nash, ¿en cuántas horas nos vamos?"- le dije pegándome a él.
-"En una hora, empieza a empacar, yo tengo mis cosas en el auto"- dijo bajando la mirada mientras yo subía las escaleras en busca de mis cosas.- "Y tengo hambre, ¿podrías hacer algo para mí?"
-"Claro, lo que tu desees"- dije guiñando un ojo, siguiéndole su estúpido juego, claro que no lo decía en serio...-"Solo espérame un momento."
Cuándo terminé de decir eso, entre a mi habitación dando un portazo.
Tomé una valija y un par de prendas, supongo que me no quedaría por mucho tiempo en Carolina del Norte.
Cerré mi valija y sentí el ruido de la puerta de la habitación, me di vuelta y la vi a Lexa con su blanca blusa llena de café.
-"Madre mía Lexa, ¿que pasó?"- dije riendo mientras ella se cambiaba.
-"Me he topado con un chico algo distraído."- dijo sonriendo.
-"Oh que bien, luego me cuentas detalles, tengo que contarte algo realmente importante..."- y tomé mi valija apoyándome en el marco de la puerta.- "Nos vamos a Carolina del Norte en media hora, prepárate!"-