INEFABLE

CAPITULO II

Primer día de clases y voy llegando tarde, tropezó con algunas personas pero no pongo atención, algunos tienes la  mirada clavada en mi susurrando cosas, mirándome extrañados por estar aquí.

La noticia se dispersó por todos lados desde el primer día y que yo fuera el único sobreviviente de aquel accidente, les parece extraño, como de todas las 4 personas que estaban hay yo fuera el único sobreviviente, y a cambio de eso me gane una fea cicatriz en la mejilla.

Llego a mi casillero, lo abro y busco los cuadernos de  las  materias  que me  toca, justo en ese momento llega Eli con su habitual sonrisa de medio lado.

- Hola.

Le devuelvo el gesto con un levantamiento de cabeza, siento la mirada de todos los demás  en mi nuca , eli se percata de aquello, mirando por encima de mi hombro.

- hey - levanta la voz - se les perdió algo o qué- todos volteando a mirar a otro lado disimulando lo sucedido.

- esto es incomodo, no debí haber asistido a clase.

- si no lo hacías, supongo que tu padre te mataría.

Le sonrió.

- supones bien.

suena la campanilla avisando que es hora de ir a clase, subo mi capucha y camino al lado de Eli.

- que te toca.

- química.

Ella pone una mueca de disgusto al saber que es lo que le toca.

- ciencias.

Suelto una pequeña risa al darme cuenta de su cara, siempre cuando hace un gesto, arruga su pequeña y recta nariz llega de pequeñas pecas apenas visibles.

- nos vemos en el descanso.

Le sonrió y asiento con la cabeza.

                           ******

Estoy con Ryan en una de los comedores al lado del vote de basura, hay siempre se sientan los perdedores osea nosotros.

- esto es asqueroso a quien le gusta el pudin- Ryan sacude su mano y me lo extiende- aunque es obvio que a ti te encanta, ten te lo regalo, todo tuyo amigo.

Le sonrió.

- esto tiene que ser una jodida broma.

A lo lejos veo a Eli quien trae su cabellera agarrada con un moño mal hecho y viene acompañada de el famoso atletiste y brillante estudiante zev Raymond.

Camina al lado de el sonreído por quizás alguna tontera que el ha dicho, juntos  llegan al comedor de los "populares", Eli le subo sus brazos en su cuello y él  agarra su  cintura, algo en mi se prende,  como si acabaran de incendiar una casa, no quiero que la toque, no haci. Poco a poco se van acercando riéndose el uno al otro acercando sus cuerpos cada vez más  y de pronto unen sus labios, el la aprieta más contra su cuerpo.

La furia que había en mi se fue, como si hubieran llegado unos bomberos y hubieran apagado el incendio que había antes, ahora solo queda decepción, de ella, de mi mismo, por nunca decirle lo que realmente sentía.

Me paró bruscamente haciendo que la silla caiga y haga un sonido tan fuerte que todos los presenten en aquella sala se voltean a mirarme.

- oye Adrien estas bien.

Pero no le pongo atención lo único que puedo ver es a  ella , mirando con aquellos ojos color avellana que me miran con preocupación, luego reacciono y me doy cuenta que todos tiene la mirada clavada en mi, pero no exactamente en mi cara si no en la cicatriz que quedo descubierta por el impulso que tome al levantarme.

Rápidamente me subo mi capucha y salgo de aquel lugar sin mirar atrás.

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Llego a casa con una sensación extraña en mi, haci que voy directo a mi cuarto y me ducho.

En mi habitación me miró al espejo y observo lentamente mi aspecto, me he dejado crecer más el cabello y  ya esta que me llega a los hombros,  y tengo unas enormes ojeras de aquellas noche de insomnio, he hecho lo más posible para no parecerme a él, para no recordarles a él.

Bajo a la sala  ya es hora de la cena y mis padres seguramente están hay, y a están con sus trajes elegantes bien ordenados y mientras mamá mira su computadora,  papá mira su celular.

Me doy cuenta que no notan mi llegada y me desanima un poco, se porque ellos ya no están suficientemente tiempo en casa.

Porque no  quieren ver a alguien que lo refleje a él, no me quieren ver a mi.

- hola- saludo, pero ello simplemente me levantan la cabeza como asentamiento.

Observo mi cena y me dan náuseas pero a un haci como trozo por trozo.

- y entonces hijo ya has pensado que estudiar - papá pregunta esta vez mirándome por primera vez en todo el día

- ya te he dicho que quiero hacer  música- murmuró rogando que el no haya escuchando pero lo hace, mamá pro fin quita su vista de la computadora mirando la cara de mi padre que se a vuelto roja de la furia.

- ¡ sigues con esas idioteces!- levanta tanto la voz que mi mamá se asusta igual que yo, pero me mantengo firme en mi puesto.

- no es ninguna estupidez es lo que me gusta, porque no lo entiendes de una vez - y lo reto con la mirada aunque se que es lo que se avecina.

- no lo harás eso será encima de mi cadáver- luego de decir a aquellas palabras rie y mi expresión se  vuelve confusa y el se da cuenta- crees que alguien como tu va a lograrlo enserio, lo crees, solo eres un mocoso bueno para nada.

Después de decir aquellas palabras se levanta directo a su despacho, le doy a mi mamá una mirada de súplica para que se quede pero  lo que hace es darme una mirada de decepción y se va detrás de él.

Quiero llorar y gritarles cuanto los odio, pero creo que llorar no funcionará de nada, llorar no te hará olvidar todo lo que te lastima hoy en día, como ellos lo han dicho, no seré nadie alguna vez, estoy condenado.

Mi celular suena y me fijó en la pantalla donde aparece el nombre de eli.

-hola

- Hey- responde ella- solo quería decirte que hoy hay fiesta en la casa de Ryan, sus padres salieron de viaje y como es Ryan hace sus típicas fiestas.

Lo dudo un momento no tengo ganas de hacer nada, menos de ir a una estupida fiesta, o menos verla a ella.

- por favor.

Lo pienso se que mis padres también se podrán furiosos si me voy, pero  todo esta perdido ya no tengo nada que perder

- esta bien hay estaré.