One Week.

8.

Jueves mi peor pesadilla, ya que era el día que tenia clases desde la mañana hasta la tarde. Pero en especial odié este jueves en particular, ya que un profesor había dejado un trabajo en pareja, algo que se me hacía tan difícil, ya que primero no conocía a nadie, ósea hablaba con algunos de mi clase, pero bueno, por mi condición no me permitía reconocerlos.

Aparte, Suna se había roto el brazo e iba a faltar toda la otra semana, ¿Qué demonios iba a hacer durante esa semana?

Ya eran las siete de la tarde y la última clase había acabado, al fin. Me puse en pie y comencé a ordenar mis cosas para así irme.

— Oye Akaashi — alguien me habló y me giré — Soy Atsumu — esbocé una sonrisa al notar como este se identificaba — ¿Tienes con quien hacer el trabajo?

— No, ¿y tú? — pregunté guardando el último libro que me quedaba.

— Tampoco, ¿hagamos el trabajo juntos? — me puse mi mochila y comencé a caminar con él hacia la salida del salón.

—Bueno. ¿Cuándo se entrega esta mierda? — pregunté sacándome los anteojos y restregándome los ojos.

— El martes — responde este entre risas — Yo hago las primeras dos partes y tu las otras dos que quedan — asentí.

— Lo haré el fin de semana, porque mañana trabajo todo el día — volví a ponerme los lentes, ya que sin ellos no veía un carajo.

— Si, no hay prisa, total se entrega el martes — asentí nuevamente — Bueno, te hablo si tengo alguna duda o cuando lo termine, para enviártelo — y se fue. Demonios, estaba demasiado cansado, me dolía el trasero por estar todo el maldito día sentado, y también me dolía la vista. Mi celular vibró. Era un número desconocido, así que corté. 

Fui al baño a lavarme la cara o me iba a dormir de pie, pero nuevamente me estaba llamando el mismo número.

— ¿Aló? 

— Akaashi 

— Bokuto?

— Si! El mismo e inigualable — esbocé una sonrisa y puse el celular en alta voz mientras me lavaba la cara.

— ¿Qué sucede? — pregunté para después lavarme.

— Estoy esperándote en el campus, no nos íbamos a ir juntos? — mierda, lo había olvidado por completo.

— Verdad! Voy de inmediato — me sequé y tomé el celular — Lo siento, lo había olvidado — pude escuchar una risa de su parte, haciéndome reír también. 

— Bueno, nos vemos señor olvidadizo — corté y fui los mas rápido posible al campus. Divisé a Bokuto y apresuré mi paso, pero alguien de cabellos oscuros se le acercó, si no estoy mal, es Kuroo. Empecé a caminar mas lento, ya que estaban hablando y podía escuchar algo de lo que decían.

— ¿No te vas conmigo? — preguntaba el de cabellos oscuros.

— Ya no me iré contigo, no desde lo que le hiciste al amigo de Akaashi — responde un Bokuto enojado. Un silencio se formó y me detuve.

— Esto lo haces por él? — pregunta Kuroo — Eres un idiota, Kotaro, tarde o temprano te va a olvidar, igual que la otra vez — fruncí el ceño. Mierda, con amigos así, no quisiera tener enemigos.

— Vete a la mierda, Tetsuro, no se que te pasa últimamente, pero no eres mi maldita mamá y no necesito que me cuides de nada — volví a caminar igual de lento — Y no, no es por él, es porque lo que estás haciendo está mal, tanto el tratar mal a los demás, como lo de ti, Kenma y el chico de lentes — abrí los ojos de par en par. Había escuchado el rumor de que Kuroo engañaba a su novio con un chico de nuestra universidad, y al parecer es verdad.