Yugi Motou nunca fue un chico muy táctil.
Por muchos años, las únicas personas que se acercarían lo suficiente para tocarlo, sin intenciones de hacerle daño, eran parte de su pequeña familia.
De ahí en fuera, todo lo que las personas parecían querer era burlarse y empujarlo.
Yugi no entendía qué había hecho para que el resto de los niños quisieran tratarlo así.
Entonces, mantuvo distancia.
.
Fue una constante durante varios años. No importaba si terminaba en una clase o en una escuela diferente. Todos los niños de su edad tenían reacciones semejantes con él.
Yugi seguía sin entender
¿Había algo mal con él?
¿Era él el problema?Yugi solo quería jugar.
Le gustaban los juegos. Le gustaban las sonrisas que la gente tenía mientras hacían fila para comprar juegos en la tienda de su abuelo. Le gustaba ver la emoción en sus rostros.¿Por qué, en la escuela, las cosas eran tan diferentes?
.
De repente, las cosas dieron un giro absurdamente brusco.
De repente Joey y Tristán no lo empujarían, al menos no con malicia. Ni lo golpearían con intenciones de lastimarlo.
De repente, había choques de palma, brazos alrededor del cuello, empujones y balanceos juguetones.Yugi, a pesar de sí mismo, necesitó un tiempo para acostumbrarse a eso.
Acostumbrarse a que había gente que se acercaría y lo tocaría sin intenciones de dañarlo, y dejar de estremecerse de ansiedad.De repente... estaba Yami.
Yami era otro giro de 180 grados.
Yugi era lo único que Yami podía tocar, además del rompecabezas. El toque de Yami era completamente diferente a cualquier cosa que Yugi hubiera sentido antes.
No era completamente físico contra su piel, pero transmitía una sensación de calidez y seguridad, directo a su alma, que nadie más era capaz de infundirle.Yugi descubrió, no sin algo de vergüenza, que le gustaba que Yami lo tocara.
Yami lograba transmitir tantas cosas diferentes con su toque espectral.
Una mano apoyada en su hombro, aunque innecesario para llamar su atención, le daba una sensación de complicidad.
Un choque de palmas para consolidar su trabajo en equipo lo hacía sentir que, juntos, podían enfrentar cualquier cosa. Y ganar.
Una mano cubriendo la suya sobre el rompecabezas en las noches de insomnio tranquilizaba cualquier inquietud o ansiedad.Personalmente, uno de los favoritos de Yugi, eran las raras ocasiones en que Yami apoyaría una mano en su mejilla.
Inmediatamente reaccionaria para apoyarse más en ese toque, se inclinaría hacia la mano de Yami mientras sus mejillas se calentaban, y le daría a su preciosa oscuridad la mejor sonrisa que fuese capaz de construir.Yugi amaba cuando Yami lo tocaba, porque el mayor siempre lo hacía con cuidado y afecto.
Yami siempre tocaría a Yugi como si fuera el tesoro más valioso, preciado y delicado que jamás existiría en todo el mundo.
Y Yami también amaba tocar a Yugi, cada vez que surgiera la posibilidad.
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Fictober 2021
FanfictionHa llegado de vuelta Octubre y con él los fictobers! Como suele ser, estoy aquí con mis amigas para compartir nuestros one-shots on todos nuestro cariño! Lista 1. Luz de luna -tendershipping 2. Algodón de azúcar -egypkingshipping 3. Necesito confes...