Nace una estrella

Mi decision

La obra siguió su curso hasta que finalizó. El telón de abrió de nuevo y dejo ver a todo el elenco sonriendo y agradecido con su público. Hicieron una reverencia grupal, los aplausos no se hicieron esperar. Terry y los demás sonreían complacidos por una noche más de rotundo éxito, era una lástima que tuviera que anunciar el final de temporada. Al escenario subió un hombre de cabellera plateada, el excéntrico director de escena. Terry vio todo esto extraño, así que solo presto atención.

—Gracias nuevamente— se dirigió al público. — Hay una noticia que bueno teníamos que anunciar. Desgraciadamente la temporada está por terminar—Un escalofrió recorrió la espalda de Terry, aquello fue inesperado— Solo quedan cinco funciones más para que esto termine— Se escuchó un leve reproche del público, el elenco agradeció nuevamente y desaparecieron tras bambalinas.

—Gracias por su trabajo— Terry hizo una reverencia antes de entrar en su camerino, moría por quitarse todas esas pesadas prendas y por respirar hondamente. Estaba realmente agotado y se dejó caer sobre tocador una vez que desató el pantalón y se quitó la peluca. No le emocionaba la idea de que acabara la obra pero realmente estaba un poco cansado de todo. Escuchó el sonido de la puerta abriéndose con cuidado, no le dio importancia puesto creyó que era Susana.

—Susana... estoy un poco cansado para tus sermones— Dijo sin moverse de su lugar. El hecho de que no recibiera respuesta lo alarmó y levantó su rostro para encontrarse atreves del espejo con la mirada intensa que tanto lo atormentaba. — ¿Qué haces aquí? — Susurro molesto, tenía miedo sí, pero no se lo demostraría

Robert estaba de pie recargado sobre el marco de la puerta con los brazos cruzados sin perder de vista al joven.

—Te dije que nos veríamos pronto. — En su rostro se dibujó una sonrisa arrogante que solo hizo enojar aún más a Terry.