Todavía recuerdo aquella noche.
Íbamos en el coche. El silencio flotaba alrededor en el reducido espacio.
Sus palabras resultaban dulces como la miel. Su primera oración derrumbó la armadura que siempre vestía. Una palabra suya bastaba para ponerme a sus pies. La sangre en mis venas comenzó a cantar, llenando mi cuerpo, erizando mi piel. La expectativa del trayecto y del viaje era una dulcísima tortura, casi insoportable.
Contuve el suspiro. Su mirada diáfana calentó la piel de mi mejilla a la espera de alguna respuesta. No quise mirarlo. El hacerlo... el ver sus ojos, era caer en el sereno mar en el que por decisión propia me ahogaba. Sus labios rosados, perfectamente delineados, el aire pasando a través de ellos...
Estoy seguro que usa su encanto. Sabe lo que me provoca. Sabe que me pone duro. Sabe que me hace perder el control. Lo amo.
Sonríe complacido. Tendremos que esperar. Primero volar. Quizás dormir... ¡Imposible! Luego registrarnos. Subir el elevador con el botones cargando el equipaje. Acceder a la suite. Despedir al botones. Asegurar la puerta y...
"Todavía no te he dado las gracias por El Rey Liar" -Su dulce voz llena de promesas resuena en mi cabeza. La respiración se me acelera. Consigo apenas mantener el control.
-Me complace saber que no esperabas el protagonismo Terry, es completamente satisfactorio -Respondí.
-Se puede hacer una gran fiesta aquí -Dijo con sorna.
-Pensé, que preferías la privacidad -Acoté.
El chico me miro con reto que casi pude escupir la risita cínica. Lo conocía bien y sabía que un lugar como ese podría gustarle, aunque ahora se esforzara por mostrar lo contrario.
-Si hubiera alcohol... -Respondió con cinismo.
-En el coche hay una buena reserva...Eso es lo que quieres Terry, ¿emborracharte? Créeme que entiendo lo que te sucede.
-¿Ah, sí? -Me retó- ¿Y qué es? –Respondió con majadería.
No me deje amedrentar por su tozudez. Entonces, de la bolsa que colgaba de su cintura, le observe sacar un pequeño recipiente plateado redondo, abrirlo y observar el polvo blanco con curiosidad sin decidirse a utilizarlo.
-¿De dónde sacaste eso? -Pregunte más por asombro que por curiosidad. Era obvio que había privado a alguien de su... "revitalizante".
-Lo robé.
-¿Sabes lo que es?
-Polvo de ángel. No soy tan ignorante como crees.
-No es polvo de ángel. Es heroína. ¿Sabes cómo se usa?
-He visto hacerlo. Quiero decir...
¿Qué tanta ciencia puede tener éste talco blanco?-La ciencia de que si no sabes administrar la dosis correcta, puede matarte.
-Ese polvo estimula tu cuerpo, tu cerebro, te da una euforia pasajera despertando tus sentidos. Es más adictiva que la morfina. Y cada vez querrás dosis mayores. Llegará el momento en que estés tan desesperado por sentirte "bien" que una inhalación excesiva puede llevarte a la muerte. Quizás deberías probarlo Robert, solo por conocimiento para saber sus efectos. La mejor forma de no caer en adicciones dañinas es conociéndolas, contrarrestarlas y controlarlas.
-Ok, lo haré, Me comprometo a saciar tu curiosidad, cualquiera que ésta sea. Te enseñaré mucho más que lo básico. Dejaremos la clase de actuación de lado y ese tiempo lo emplearemos en lo que desees saber. Será nuestro acuerdo. Déjamelo a mí.
Empezaremos la primera lección. Ve al auto y trae el alcohol que encuentres.
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Nace una estrella
FanfictionHay amores profundos, reales, pero secretos. ¿Por qué un hombre que lo tiene todo fácilmente, juventud, belleza, fama, sigue a pesar de tener una pareja que el mismo escogió para formar una familia propia, sin hijos? ¿Porque nunca tuvo tiempo para...