Epilogo

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-¿Sucede algo, Terry?

-Estoy esperando con ansias la reacción de Candy y Albert al reencontrarnos en nuestra primera gran reunión familiar.

-Eso será digno de verse.

-Sí, Robert. Y ahí estaremos para atestiguarlo. Entonces tú y yo podremos festejar por la felicidad de nuestra Candy.

El tintineo de fino cristal me hizo volverme y ver que Terry traía dos vasos y un estupendo Whisky en la otra mano. Los puso frente a mí sobre el escritorio y sirvió el líquido ambarino.

-¿Y por qué esperar? Brindemos por la felicidad de Candy y Albert, que se avecina tan rápido como un temporal.

-¿Tan seguro estás?

-Absolutamente –dijo con firmeza- Todo lo que vale la pena, toma su tiempo. Lo sabemos de sobra tú y yo.

-Lo sé. Lo sabemos mi amor.

Nace una estrella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora