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Te bese solo una vez

y ahora no puedo irme.

One Direction - Magic


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Coffee shoop

AU: Al inicio de la historia, Daniel (19), Betty (18)


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Daniel odiaba estar en lugares con mucha gente. Pero allí estaba él, sentando en una cafetería, fingiendo leer un libro, mientras de reojo veía a una muchacha pelinegra, la cual lo incitaba ir allí todas las noches. Pero, ¿Cómo llegó a esto?

Todo comenzó una tarde, una tarde realmente lluviosa, en el cual el ojiverde buscaba un lugar para poder librarse de aquella fuerte llovizna. En una calle en la cual el casi no transitaba, vio una cafetería,  y como no había otro lugar abierto, fue corriendo hacia el lugar y entró al local. Para ser un día lluvioso, había mucha mucha gente en el local, la mayoría de las mesas estaban ocupadas, y los meseros no dejaban de ir de un lugar a otro, ya sea con las órdenes de los clientes o con los trastes sucios.

El decidió sentarse en una mesa apartada, la cual quedaba cerca de las ventanas, cuando estaba dirigiéndose hacia la mesa, chocó con alguien, haciéndole perder el equilibrio, pero por suerte no se había caído.

—Di-Disculpe, —dijo la persona con la cual había chocado, esa fue la primera vez que vio a la pelinegra.— i-iba muy ap-apurada y no m-me di cuenta que us-usted es-estaba en el ca-camino.

El ojiverde hizo una mueca de enojo, mirándola.

—¿Para que usa lentes, si igualmente no ve por donde va?  —pronuncio con fastidió el ojiverde, caminando hacia la mesa a la cual momentos atrás se había estado dirigiendo.

Cuando ya estuvo sentado, vio como la pelinegra había ido hacia una mesa. Estuvo ahí esperando varios minutos pero ningún estúpido mesero aparecía, hasta que vio a la muchacha pelinegra dirigirse a su mesa.

—¿Qué v-va a pe-pedir? —pregunto ella agarrando la libreta en la cual escribía los pedidos.

—Traigame, un chocolate caliente —menciono el ojiverde, mirando a la muchacha, si que es hermosa, pensó sin darse cuenta, y cuando lo hizo abrio los ojos, sonrojándose.

—Si, a-ahora se lo tr-traigo —balbuceo ella, yendo a traer el pedido.

Minutos después de estar esperando, la pelinegra volvió, trayendo consigo el chocolate caliente. Llego a su mesa y la dejo a un lado de él.

—Gracias —murmurro el mayor, tomando la taza, bebiendo el líquido caliente.

Eso había sido hace tres meses, después de ese día el nuevamente volvió, a los dos días. Pidió lo mismo, aunque esa vez el que lo atendió fue un muchacho. Pasaron tres semanas más y el había comenzado a hablar con la chica, aunque al inicio ella se mostraba incómoda al hablarle, al final se hicieron amigos, el le había pedido disculpas por lo ocurrido el primer día que se conocieron, ella acepto sus disculpas.

𝐋𝐨𝐯𝐢𝐧𝐠 𝐲𝐨𝐮 𝐦𝐲 𝐰𝐚𝐲 » 𝐃𝐚𝐧𝐢𝐭𝐫𝐢𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora