𝐋𝐨𝐯𝐢𝐧𝐠 𝐲𝐨𝐮 𝐦𝐲 𝐰𝐚𝐲 » 𝐃𝐚𝐧𝐢𝐭𝐫𝐢𝐳

━17

Elijo ser feliz.

Tú y yo, tú y yo

Somos como

diamantes en el cielo.

Rihanna – Diamonds

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Birthday

AU: Daniel (15), Betty (15)

Para Betty, sus cumpleaños siempre fueron cálidos y maravillosos, porque los pasaba junto a sus padres y su mejor amigo, Nicolás. Pero este año estaba por celebrar sus 15 años, y por eso sus padres invitaron a algunos vecinos y amigos.

Betty estaba nerviosa, pues había invitado a su reciente novio, Daniel, y el seria su chambelán. Don Hermes  quería que fuera Nicolás, pero al ver a su hija tan ilusionada, acepto a regañadientes que el chambelán de Betty, fuera Daniel.

—¿Cómo me veo? —pregunto la pelinegra a su mejor amigo.

Ahora Betty, se encontraba en su fiesta, junto a su amigo.

El de lentes la miró, y dio una sonrisa.

—Pues para mí usted se ve bonita, Betty. Y creo que para su novio, también lo será. —exclamo, recalcando la palabra novio, Nicolás no se llevaba bien con el ojiverde, pero lo intentaba.

—¿Usted cree?

—Pues si, Betty, si él no lo ve así, será un idiota. —pronuncio con una sonrisa.

La pelinegra dio un suspiro, sentándose en una banca, junto a Nicolás.

—Mija, ¿Usted no cree, que ese muchacho se está tardando mucho? —cuestiono Don Hermes acercándose a Betty, al ver que había pasado casi una hora desde que la fiesta comenzaba, y Daniel no llegaba.

La pelinegra hizo una mueca parecida a una sonrisa.

—De seguro le surgió algún problema en el camino, pero ya llegará pronto. —respondio la pelinegra nerviosa. Pero de pronto le llegaron las dudas.

¿Y si se arrepintió?

¿Y si se le olvidó?

¿Y si.. ?

Su pensamientos fueron interrumpidos, al ver llegar al ojiverde. Se veía que había corrido mucho, estaba vestido con un traje negro, camisa blanca y corbata negra.

El se le acercó, para sentarse a su lado. Al estar al lado de ella, volteó su mirada hacia su dirección.

—Lo siento por la tardanza, Beatriz, a mi padre se le olvidó que el chófer   debía de traerme aquí hoy, y le había dado el día libre hoy —pronuncio agitado el ojiverde, dando una sonrisa de disculpa—, y tuve que venir corriendo hasta aquí.

—No se preocupe, Daniel, lo importante esque ya llegó —musito la pelinegra con una linda sonrisa.

El ojiverde dió una gran sonrisa, aunque más de parecía a una mueca, después de todo, el ojiverde no estaba acostumbrado a sonreír, pero desde que la conoció a ella, sonreía como un idiota.

—Por cierto, Beatriz, le traje un regalo —experso el pelinegro, sacando la mano de atrás, revelando una pequeña cajita.

La pelinegra abrió la boca, dispuesta a agradecerle, pero el ojiverde la interrumpió, dándole un efusivo abrazo, haciéndola abrir grandes los ojos.

—Feliz cumpleaños, cariño —susurro en su oído— La amo.

La pelinegra dio una sonrisa, sintiendo pequeñas lágrimas caer de sus ojos. Era pocas las veces que el ojiverde le decía cosas así, y cada vez que el lo hacía, su corazón latía fuertemente, y sentía una gran calidez en el pecho.

—Gracias, Daniel, yo también lo amo. —respondio en un susurro.

Ambos hicieron que el abrazo se hiciera más fuerte, deseado que ese momento nunca terminará.

A lo lejos se veía al papá de Beatriz, habia venido a ver a su hija, pero lo vio acompañada de Daniel. Don Hermes dio una sonrisa, al ver a su hija de esa manera, se veía tan feliz. Y el solo quería la felicidad de su hija, así que los dejo tranquilos, después, les avisaría que debían comenzar el baile.