Como estudiante de intercambio de arte en parís, esperabas que las cosas fueran diferentes a las que estabas acostumbrada. Lo que no esperabas era un chico gato coqueto fuera tu fuente de inspiración, así como de constante vergüenza.
🐱Esta historia...
Una luz brillante y una alarma a todo volumen te despertaron al día siguiente. Parpadeaste varias veces, quitándote el antifaz para dormir torcido que cubría tu rostro. Miraste a tu alrededor, viste que Chat ya no estaba. No deberías sentirte tan decepcionada por eso, pero una pequeña parte de ti esperaba verlo aún acostado a tu lado, con sus hermosos mechones rubios desordenados por el sueño. Suspiraste, preguntándote si algún día eso podría suceder.
Frotándote los ojos, tomaste tu teléfono de la mesita cerca de tu cama para desactivar la insistente alarma cuando una nota cayó al suelo.
-Vaya. -Rápidamente te levantaste y agarraste la nota post-it, reconociendo la caligrafía. Chat _ Una sonrisa estiró tu rostro somnoliento.
¡Bonjour, my princess! Espero que mi asombrosa presencia no haya molestado tu sueño. Fue una noche encantadora. Me complaces, chérie . Y supongo que ya te dije que te ves adorable cuando duermes, ¿verdad?
PD: Revisa tu teléfono.
Al final había un dibujito de una carita guiño con orejas de gato ya su lado una patita que parecía bastante realista.
Sonreíste, abriendo la galería de tu teléfono. El hecho de que se haya tomado el tiempo de escribirte otra de estas notas te conmovió el corazón.
Tus fotos aparecieron y ahí estaba, la última. Estabas durmiendo con tu brazo envuelto alrededor de la cintura de Chat, tu cara en su cuello. El chico gato fue recortado en su mayor parte de la foto, y solo apareció la mitad de su cuerpo. Como la última vez, Chat editó la imagen con orejas de gato y... Espera.
Entrecerraste los ojos en la pantalla. Si Chat estaba acostado a tu lado, ¿Cómo tomó la foto? Tu ceño se frunció al no poder encontrar una explicación.
-"¿Cómo?"
La alarma de tu teléfono volvió a sonar y saltaste, desactivándola con una maldición. Frunciste los labios, sabiendo que tenías que irte a clase.
Mientras te preparabas para el día, la misteriosa foto ocupó la mayor parte de tus pensamientos. Tendrías que preguntarle a Chat más tarde cómo se las arregló para hacer eso.
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Mientras caminabas por los pasillos de la universidad esa mañana, te diste cuenta de que la gente te miraba cuando pasabas. Empezaste a preocuparte cuando las miradas no pararon; tal vez tenías algo en la cara o tal vez una paloma te había dado un regalo desagradable: París estaba lleno de ellos, por lo que no sería una sorpresa.
Estaba tratando de encontrar el baño más cercano cuando viste a Marinette sentada en el suelo afuera de su salón de clases con otros estudiantes, probablemente esperando que comenzara su clase. Su ropa era increíble como siempre, una elegante mochila a su lado.
Ella te vio, una gran sonrisa se extendía por su rostro y tú la saludaste, acercándote.
-¡Bonjour! ¿Ça va? -Se levantó y te besó en la mejilla, que era más como tocar su mejilla contra la tuya.
