𝕮𝖍𝖆𝖙 𝕹𝖔𝖎𝖗 𝖃 𝕽𝖊𝖆𝖉𝖊𝖗: 𝕿𝖍𝖊 𝕸𝖚𝖘𝖊 +18 *ESPAÑOL*

𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 25: 𝘾𝙝. 10: 𝙏𝙝𝙚 𝘽𝙞𝙧𝙩𝙝 𝙤𝙛 𝙑𝙚𝙣𝙪𝙨 (𝘾𝙝𝙖𝙩'𝙨/𝘼𝙙𝙧𝙞𝙚𝙣'𝙨 𝙋𝙊𝙑)

La energía rosada proveniente del yoyo de Ladybug golpeó a Chat y a la artista inconsciente en sus brazos. Vio como los tonos grises dejaron tu piel y ella volvió a la normalidad. Una sonrisa de alivio llegó a sus labios. Ahora estabas a salvo. Pero no tuvo mucho tiempo para admirar tu rostro, ya que estaban en la base de una estatua rota, que pronto sería reparada por el poder de Ladybug. Saltó de la base mientras la parte rota flotaba en el aire.

-¿Como esta ella? -Ladybug se acercó a él y puso a la artista en el suelo, bajo la sombra de un árbol.

-Inconsciente por ahora. -Chat acarició el rostro de la chica, pero ella no se movió.

-Esperaré con ella, puedes irte. -Dijo Ladybug.

Chat la miró como si le hubiera crecido otra cabeza.

-¿De qué estás hablando? No la voy a dejar.

Ladybug le dio una sonrisa de lado.

-No creo que quieras que nadie más, especialmente los próximos reporteros, vean eso. -Hizo un gesto con la cabeza hacia la parte inferior de su cuerpo.

Miró hacia abajo y todo su rostro se sonrojó en un segundo. El contorno de su erección era claro a través del ajustado traje.

-"Bueno, merde." -Había olvidado lo revelador que podía ser el traje. Chat se levantó con un movimiento rápido y movió su entrepierna lejos de los ojos divertidos de Ladybug. Incluso si su rostro ardía de vergüenza, no podía estar enojado consigo mismo. Por supuesto que se había puesto duro, con la artista frotándose sobre él y diciendo esas cosas mientras él estaba inmovilizado. Se aclaró la garganta, alejándose de sus pensamientos. -Yo... voy a entrar. -Dijo, señalando el edificio principal.

-Buena elección. -Ladybug sonrió mientras se agachaba para poner la cabeza de la artista en su regazo.

Chat se mordió el labio cuando una ola de celos lo golpeó. Quería ser el que estaba haciendo eso, pero sabía que no podía. De todos modos, no ahora mismo.

Sacudió la cabeza y preparó su baston. Cerró los ojos por un breve momento, la fricción del traje sobre su piel sensible hizo que su cabeza le diera vueltas y echó a correr.

Saltó por una ventana abierta y entró en un salón de clases vacío, con el pecho agitado. Debido al ataque, casi no había nadie dentro del edificio. Le facilitó las cosas y se alegró. Gracias a su erección, era difícil concentrarse en otra cosa.

Entró a un baño en el segundo piso, donde se había transformado cuando escuchó la conmoción por primera vez. Su mochila estaba escondida allí y afortunadamente tenía un trozo de Camembert dentro. Siempre guardaba uno allí para emergencias, aunque el fuerte olor era el precio a pagar.

Tan pronto como cerró la puerta, su anillo comenzó a sonar en un pitido y se transformó de nuevo a su ser civil.

Adrien atrapó a Plagg, quien casi se desmayó en sus manos cuando salió del anillo.

-Eso fue... -Plagg dijo con voz débil. -Magnifico.

Adrien resopló.

-Sí, claro, pervertido. -Plagg entrecerró los ojos y le mordió el dedo índice. -¡Ay! ¡Qué demonios! -Adrien miró al kwami ​​y lo dejó en uno de los lavabos.

-Mira quién me llama pervertido. -Plagg bostezó. -Solo dame el queso.

El rubio negó con la cabeza. El nervioso. Encontró su mochila y le dio a Plagg el trozo de Camembert. El kwami ​​casi se lo comió todo de un bocado. Estaba más agotado que de costumbre y Adrien sabía el por qué.