Indeleble | Jenlisa

~1~

Dedico esta historia a quien estuvo conmigo en todo el proceso de la elaboración de la historia. Gracias Emy, por ser mi soporte en este proyecto y leerme de principio a fin. <3

Narrador omnisciente.

- Señor Padre Celestial, de verdad perdone mi rudeza, pero estamos hartos. -Decía un ser con prominentes alas que desprendía una luz blanca a su alrededor.- Todos los serafines, arcángeles mayores, e incluso recién egresados y sus compañeros de clase estamos cansados de lidiar con la insolencia de ese ángel... -Su voz denotaba irritación.-

- Como dice el serafín Siwon, Señor Padre Celestial, es imposible razonar con ella. -Mencionó un ser femenino, con alas delicadas y hermosas.- ¿Qué sugiere que hagamos? 

- ¿Es real tu pregunta, serafín BoA?, ahora sí que como llegué a escuchar que decían los humanos en mis tiempos de ángel de la guarda, "a ahuecar el ala", debería de desterrarla de los cielos. -Dijo un ser masculino con una voz grave y alas puntiagudas, mientras daba un golpe en la mesa en la que se encontraba.-

- Aunque fue graciosa tu referencia a nuestras alas con tu bromita esa de los mortales, como decía mi humana en mis tiempos de ángel de la guarda; serafín Nichkhun, relájate un chingo. -Dijo otro ser masculino con una voz tranquila y un poco más aguda que la de Nichkhun en un tono juguetón.- Ese tipo de decisiones sólo le corresponden a nuestro Señor Padre Celestial, tú ni de broma deberías de proponerla. 

- Cállate, Daesung. -Dijo Nichkhun con cierto rencor.-

- Serafín Daesung, aunque te tardes más, querido. -Dijo Daesung con sorna mientras le guiñaba un ojo, lo que provocó que BoA riera, era bien conocido que su amigo había sido el ángel de la guarda de una señora, a la que los humanos llamaban y consideraban una "diva", al parecer no sólo Nichkhun había memorizado ciertas frases humanas.-

- No voy a desterrarla, mis serafines. -Habló finalmente la profunda voz que le pertenecía al Señor Padre Celestial. Era un ente enorme, y en donde debería estar su cara, una pequeña neblina cubría su rostro.- Tengo preparado otros planes para ella. -Habló con una tranquilidad que era capaz de transmitir paz.-

- Si no es muy grosero y entrometido de nuestra parte, Señor Padre Celestial... ¿Cuáles son esos planes? -Preguntó BoA muy interesada.-

- No les revelaré todos los detalles, sólo lo que pueda mantenerlos relajados. ¿Quieren oírlos? -Preguntó el ente máximo.-

Todos los serafines asintieron y escucharon con atención la idea del Señor Padre Celestial.

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Mientras tanto, en otro lugar en el Cielo, se encontraba en clases un grupo de ángeles. Todos prestaban atención, a excepción de cierto ente femenino, rubia y muy hermosa, que pensaba que mirar por la ventana era más entretenido que atender la clase que tenía enfrente. 

- Entonces, jóvenes, presten atención a este detalle porque vendrá en el examen. Como ustedes saben, no es lo mismo un arcángel que un ángel. Esto es porque... -Se detuvo abruptamente al darse cuenta de que la pequeña ángel rubia tenía su cabeza debajo del pupitre tratando de escribir algo en las alas del compañero que tenía enfrente.- ¡Pranpriya! -Gritó provocando que la mencionada se golpeara en la cabeza con el escritorio del pupitre cuando trató de incorporarse.- ¡¿Cuántas veces te he dicho que no le escribas en las alas a tus compañeros?! -Preguntó con furia al ángel Pranpriya que sólo se sobaba la nuca.- ¡Y deja de sobarte la cabeza! ¡Los ángeles no sentimos dolor! 

Eso último generó que toda la clase se riera.

- Veamos, ¿cuál es la diferencia que mencionaría, Pranpriya? -Le preguntó su maestra.-