10 DÍAS ANTES (segunda parte)

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Cuándo por fin notó que tenía el aire suficiente para hablar, Emily le explicó a George todo lo que su padre le había dicho y todo lo que significaba para ella su abuela. En ningún momento el la dejó de abrazar ni siquiera apartó su mirada de sus ojos, la mirada del chico parecía llena de comprensión y ternura. Después de unos minutos George la acompañó hasta el hospital en moto. Al llegar a la entrada del enorme edificio, él insistió en entrar con ella, al principio esta se negó, pero finalmente aceptó, pensó que le iría bien su compañía.

Entraron por la puerta de cristal y se dirigieron a recepción, Emily pidió la habitación en la que se encontraba su abuela, le dieron el número y se dirigieron hacia allí.

Solo en llegar Emily vio a mi hermana sentada en el suelo delante de la puerta, mirando al techo, parecía cansada, y muy dolida. Se acercó a ella y en seguida la abrazó sin y decir nada ella le correspondió el abrazo y le dijo que todo iría bien. Su hermana le contó que toda la familia había ido a comer algo, ya que llevaban horas allí y que sus padre y su tía estaba dentro con ella. Inés miró a George confundida, al verlo, Emily le explicó que era un amigo. La chica entró a la sala, dejando a George fuera. Y allí la vio, tumbada en una camilla, como si durmiera, llena de tubos y una mascarilla que tapaba su boca para ayudarla a respirar.

A su alrededor todos la miraban llorando. La sala estaba en silencio, solo se sentía su respiración agitada que poco a poco se iba desvaneciendo. Se acercó a su abuela, le cogió una mano ;aún estaban calientes, como siempre. Lloró durante una hora , allí a su lado, suplicándole que no se fuera que haría lo que fuera, que iba a encontrar algo que venciera a la enfermedad pero que no la dejara . Emily no estaba concentrada en que pasaba a su alrededor, de vez en cuanto notaba alguna caricia o abrazo de apoyo pero ni siquiera prestaba atención. Finalmente su padre le dijo que sería mejor que se fuera de allí, que aún faltaban horas, ella realmente no entendía que hacían allí, estaban esperando a que sucediera, estaban esperando que se fuera, se sentía inútil , verla morir y no poder hacer nada para evitarlo, solo esperar. Después de una larga discusión , su padre le convenció para que se fuera, resultó que durante todo el tiempo que Emily había estado en la sala su padre y su tía habían conocido a George y habían encontrado conveniente que se quedara en su casa esa noche, ya que no querían que estuviera sola en casa, a la chica no le molestó la idea, ya que si se quedaba la noche sola en casa probablemente no podría dormir, así que se fueron hacia la casa de George.

Aparcó la moto delante un pequeño bloque de pisos verde. Cogió las llaves y abrió la puerta, no hablamos durante todo el recorrido, subimos escaleras hasta la puerta 12 . Abrió la puerta, des de la entrada del piso se podía ver la sala de estar con una gran ventana des de la cual se veía la ciudad entera iluminada con sus luces, era precioso. George entró en una sala la cual parecía ser una cocina, le seguí. Había una mujer, su madre "supuse" , era bajita, más bajita que él incluso, llevaba un uniforme de enfermera, tenía el pelo rizado de color negro recogido en un moño, tenía unos ojos de color gris, que brillaban con intensidad.

- Hola mama. - Saludó George dándole un beso en la mejilla.-

- Hola peque, veo que traes a una invitada.- dijo mirando sorprendida a la chica , Emily supuso que en ese momento no hacía muy buena pinta.

- Si... verás ella es Emily, es una amiga, su abuela está en el hospital y su familia está allí... así que esta noche se va a quedar con nosotros.- el rostro de su madre se iluminó-

- Vaya vaya...así que una amiga? Pero oye muchacho que esta noche tengo turno en urgencias, os vais a poder espabilar sin mí? - dijo riéndose.-

- Pues claro mama. -Dijo George poniendo cara de buen chico.-

- En fin me voy, si queréis tenéis pizza en el congelador... adiós hijo -dijo dándole un beso en la mejilla- mm cómo te llamas ricura?- le preguntó.

- Emily, señora.

- ¡Oh es un amor George! Entonces, adiós Emily.- también le dio un beso.-

George acompañó a Em hasta su habitación que resultó que seria la suya por esa noche, él iba a dormir en el sofá. Su habitación tenia muebles sencillos, lo básico, pero estaba llena de posters de grupos de música y dibujos que la chica supuso que eran suyos. George le dio una camiseta de una banda de rock llamada The Neighbourhood junto con unos shorts de deporte que parecía que eran de su madre, para que se lo pusiera de pijama. La dejó en la habitación para que pudiera cambiarse. Se puso el conjunto, su camiseta le venía enorme, y los shorts quedaban ocultados debajo de ella, se desmaquilló y se recogió el pelo en un moño, la verdad es que no le importaba que George la viera con esas pintas. Antes de salir de la habitación la chica no pudo evitar estirarse sobre su enorme cama para poder sentir su perfume, notó como un escalofrío recorría todo su cuerpo, su olor le había impregnado el cuerpo, le encantaba, olor a George.

Salió de la habitación. George estaba en la sala de estar , sentado en el sillón. Al verla George resopló, era hermosa, joder, era hermosa, en ese momento George sintió que querría pasarse la vida así, viéndola con su ropa, sin maquillaje, querría secuestrarla y tenerla entre sus brazos. Se levantó del sillón y se acercó a ella.

- Eres preciosa....- susurró. Ella no sabía que decir así que se acercó a su rostro para besarle, pero la interrumpió- si te acercas un paso más, no voy a poder controlarme. - Ella miró al chico desafiante y acercó sus labios a los suyos, notó como su respiración se aceleraba. Antes de que sus bocas chocaran ella se separó de él, soltó una risita y se marchó corriendo- ¡Estúpida!- le gritó George riéndose y persiguiéndola.

La pilló, la cogió de la cintura y la lanzó al sofá, empezó a hacerle cosquillas hasta que acabaron besándose. Sus besos le hicieron olvidar el dolor que sentía en ese momento, y allí debajo de la luz de la ciudad iluminada, se besaron como si no hubiera dolor, como si no hubiera mañana, se besaron todos y cada uno de los pedazos rotos de sus almas y los unieron de nuevo.

La noche empezó animada, pero lo que vino a continuación hizo que Emily lo entendiera todo...

EN SUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora