8 DÍAS ANTES

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Emily se despertó en el sofá . La noche anterior se había quedado dormida mirando una película. Miró la hora. Era sábado así que supuso que su padre ya se había ido y su hermana estaba en casa de su novio. Se vistió, tenía ensayo de ballet, tenía una competición importante y no podía faltar, a pesar de la situación, además el baile la ayudaba a sentirse mejor. Quería dibujar pero no encontraba su cuaderno.
Desayunó y se marchó. Al entrar en la academia la recibieron con un gran abrazo algunas de sus amigas, cuando las chicas terminaron de abrazarla, las vio allí , como siempre mirando con superioridad. La profesora de ballet había puesto a Emily al grupo de las chicas más mayores de la academia y digamos que no se llevaban muy bien. Al principio eran risas inocentes o golpes disimulados pero poco a poco fueron ganando espacio y las burlas aumentaron. Bailar con ellas era una pesadilla, se sentía insegura y todo le salía mal.

El ensayo terminó, estaba cansada, los pulmones le pedían aire a gritos y notaba la sangre caliente derramándose debajo de las zapatillas de ballet. Las mayores se marcharon "al fin" , entró al vestidor, se curó las heridas de los pies y volvió a la ahora vacía clase. No paró de repetir el baile hasta que le salió perfectamente.

Terminó hacía las 12 de la mañana, el resto del día lo tenía libre para estar con George, le dijo que tenía algo preparado , una sorpresa.

Hacía ya unos minutos que le esperaba, cuando de golpe un coche de color negro , un poco viejo y polvoriento derrapó delante de las narices de la chica. Se asustó, por un momento dudó en salir corriendo, pero luego el conductor de la chatarra sacó la cabeza por la ventanilla.

-Te llevo algún sitio bonita?- era George con sus pelos despeinados y una amplia sonrisa en la cara. Con todo se le había olvidado que ese día le daban el carnet de conducir.-

- Si, verás estaba esperando a mi novio, pero es muy idiota ¿sabes?- se rió-.

- Anda sube boba.- le dio un beso y ella obedeció.-

Dudó un poco, estaba nerviosa, no era porque no confiara en él...es solo que no se sentía segura, hacía poco que sabía conducir, y en fin, intentó no parecer nerviosa, para no preocupar al chico. Pusieron una canción de J.Cole a tope, y empezaron a rapear. A parte del indian rock a los dos amaban el rap. Por el camino George le contó la sorpresa que le había preparado; se iban a la playa, no para bañarse porque aun hacia demasiado frío, solo para disfrutar del mar. De repente empezó a llover , "perfecto" pensó Emily, los recuerdos de la carretera mojada de aquella maldita noche de verano le pasaron fugaces por la cabeza. George vio que algo iba mal.

-Va todo bien?- preguntó mirándola preocupado.-

-Estoy bien, tranquilo, centrarte en la carretera.- obedeció con la brusca orden de la chica.-

Unos minutos después solo se sentía la lluvia y a J.Cole de fondo, estaban en silencio. Los gritos de esa noche volvieron a su cabeza, repitiéndose una y otra vez. Él intentó hacerla reír haciendo caras raras y bromas, pero ella no estaba de humor así que quiso hacerse el gracioso haciendo curvas con el coche.

- George para...

- Mira mira soy una foca conduciendo.- dijo él riéndose-

- ¡George estate quieto joder!- gritó histérica, él se giró sorprendido , se quedó plasmado mirándola sin darse cuenta que un coche los adelantaba por el lado derecho, haciendo que la chatarra negra se tambaleara , él perdió el control del volante pero con un pequeño golpe volvió a poner el coche en orden, sin embargo Emily se había asustado y estaba histérica.-

- ¿Estás loco? Casi haces que nos maten ¡ Para el coche!- le gritó llorando-.

- Pero...- dijo él confundido.-

- ¡Que pares el maldito coche!- giró el volante y aparcó el coche en un pequeño mirador. Emily se bajó rápidamente, se puso la capucha , corrió hacia la playa que estaba a pocos centímetros de la carretera y ignoró sus gritos. No dejó de correr hasta asegurarse que George se había cansado de perseguirla.

Emily se dejó caer en la arena. Estaba situada delante de una pequeña cueva que la protegía de la lluvia. Des de allí se veía la solitaria playa, el horizonte se veía borroso por culpa de la lluvia, a pesar del tiempo el mar parecía en calma. Se sentó con las piernas cruzadas , poco a poco se calmó , el ruido de las olas del mar , ya des de muy pequeña la relajaba. Se sentía muy culpable por George , le había gritado sin ningún motivo , él no tenía la culpa de sus recuerdos, no tenía la culpa de nada, solo intentaba hacerla reír.

¿Por que se había ido de esa forma? ¿Que había hecho mal? Le había entregado toda su alma a esa chica de alma rebelde. George , después de una hora de buscarla por toda la playa, se había rendido y ahora dejaba que la lluvia le mojara. ¿Y si la había perdido? Entonces estaría solo, ella se había convertido en su todo... siempre había sido una alma solitaria sin embargo esa chica que arrugaba la nariz cuando dibujaba, esa chica que no podía vivir sin música, esa chica de ojos brillantes.... se había convertido en su aire para cada día, cada segundo. Las lágrimas empezaron a bajar. Pero entonces, cuando su mundo ya se veía destrozado... una silueta se acercó en el horizonte.

Después de unos segundos de meditación salió de su escondite y empezó a caminar en la dirección por la cual había venido, había pasado más de una hora, estaba un poco asustada, tenía miedo de que George se hubiera enfadado y la hubiera abandonado allí, pero se tranquilizó al ver su silueta a lo lejos. Empezó a correr como si se estuviera muriendo y él fuera su única salvación. De repente vio como la silueta se acercaba corriendo también. Se lanzó sobre él. George la cogió en brazos, tan fuerte que pensó que se ahogaba. Estaba completamente mojado, su rebelde pelo parecía las amazonas y su camisa , que chorreaba de agua hacía que se le marcaran los abdominales. Sus ojos en esa ocasión eran de un color gris intenso.

- ¿No lo vuelvas a hacer me oyes? Nuca jamás, nunca. Pensé que te había perdido.- suplicó George.

- Lo siento ,lo siento, no lo volveré a hacer, tú no tenías la culpa, yo... no sabría cómo decírtelo...- Emily volvía a llorar-

- Tranquila ya está... vamos al coche y cuando estés calmada me lo cuentas. Yo te voy a escuchar.- ella asintió, no estaba del todo segura en contárselo, era uno de sus secretos, y pocas personas en su vida sabían todos los detalles de esa noche.-

EN SUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora