12 DÍAS ANTES

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Ese día Emily se despertó temprano. Se vistió con unos tejanos rotos y una sudadera que ponía New York. Se miro fijamente en el espejo, por primera vez des de hacia meses se sintió satisfecha al mirarse en el espejo. Era delgada pero con curvas definidas, su rostro era redondo y de mofletes llenos, la nariz puntiaguda y grande, siempre la había odiado y era la causa de muchas de las burlas de su aspecto, tenia los ojos pequeños y marrones, nada fuera de lo normal, llevaba una larga melena color castaño . Siempre había tenido la autoestima baja, sus amigas siempre habían sido perfectas y bonitas y ella se sentía fea y horrible, sus amigos de clase en ocasiones le hacían bromas sobre su aspecto ella los ignoraba pero sin embargo nadie sabia que cuando llegaba a casa, delante del espejo, se organizaba un combate contra ella misma, con todos y cada uno de los pedazos de su cuerpo, ellos no saben que ella se traga sus palabras como veneno que destruyen a su autoestima. Pero ella esta equivocada, ella es sumamente preciosa, pero nunca nadie se lo ha dicho, nunca nadie había valorado lo bonita que es por fuera y por dentro. Pero ese día, miró al espejo y le gustó lo que vio, quizás fuera por ese chico, que de alguna forma se había fijado en ella, la chica del fondo de la clase, la fea del grupo.

Desayunó con sus padres y después de escuchar una aburrida conversación sobre facturas y cosas del trabajo, se marchó a la parada del bus.

Llegó al instituto y se dirigió allí donde estaban dos de sus amigas, y mientras hablaban de una foto del Instagram, Emily vio a George observándola de lejos. Llevaba unos pantalones de chándal grises caídos, una sudadera negra con un pequeño alien dibujado en el pecho, unas de sus Nike destrozadas, llevaba el pelo más despeinado de lo normal (lo cual le provocó a Emily una sonrisa), estaba fumando un cigarrillo.

Hizo un gesto a sus amigas para avisarles, y se dirigió hacia George. Al ver que se acercaba George le dedicó una amplia sonrisa.

-Buenos días princesa. - dijo soltando humo por la nariz.-

-Vaya, que buen humor, a ti te ha pasado algo. - Emily rogó que no fuera una chica lo que hubiera provocado ese buen humor

-Ya bueno, es solo que me alegro de verte. - Miró al suelo y soltó humo con una gran agilidad.-

-Estúpido- dijo Emily sonrojándose.

De un golpe instintivo, se acercó a él, levantó el brazo, hundió sus dedos en la abundante cabellera del chico y la revoloteó hasta que quedó peinado. El chico parecía no esperarse aquello, pero sonrió delante del gesto. Antes de que la chica bajara el brazo, George le cogió la muñeca y la acercó hacía él, Emily un poco confundida por aquel gesto, perdió el equilibrio y se tambaleó hacia delante, eliminado así unos de los pocos centímetros que había entre los dos jóvenes. Sus miradas chocaron y una vez mas la chica se perdió en su mirada, notó como el corazón le latía con fuerza, como si le quisiera salir del pecho con urgencia. Notó como el pulso del chico aceleraba. De repente el ruidoso timbre de entrada les despertó de ese intenso momento. Se separaron poco a poco, con timidez, la sonrisa boba de George volvió al ataque haciendo revolver el mundo entero, en ese momento los dos eran conscientes de lo que acababa de pasar pero no tenían ni idea de lo que les esperaba.

Entraron juntos a la clase. Las dos primeras horas pasaron muy rápidamente.Llego el recreo y Emily se fue con sus amigas y George se esfumó como siempre .

-¿Así... ese tal George... te gusta?- dijo Maggie sacando el tema de golpe-

-¡¡Qué va!! Solo somos amigos ...- respondió defendiéndose Emily, las mejillas empezaban a arderle.-

-Ui ui ¿ Y eso? Emily se sonroja- soltó Amy dándole un puñetazo amistoso en el brazo-.

-¡Oh! ¡Por favor! Somos muy amigos y además tenemos gustos parecidos solo eso...

-¿Y la escena de la mañana? casi os besáis - dijo Sophie con cara intimidante.

-¡¡Mentira!! ¡Me he tropezado y él me ha parado eso es todo!- todas se rieron, sonó el timbre.

Las siguientes horas pasaron muy lentamente, finalmente sonó el timbre de última hora y George como los últimos días esperó a la chica. De camino hacia el bus George dejó a Emily uno de sus auriculares y le enseñó sus canciones favoritas. Se pararon para despedirse, el chico cogió una de las manos de la chica y se arrodilló.

-¿Quería usted bella dama, tener una cita conmigo?- le sonrió-

-¿Como?¿ Estas loco?- dijo Emily riéndose-

-Respóndeme señorita Emily.

-George, por favor, levántate todo el mundo nos esta mirando- dijo tapándose un poco la cara para disimular la vergüenza que pasaba.

-No me levantaré hasta que aceptes, si quieres canto...- antes de que se pusiera a cantar Emily le tapó la boca con la mano.-

-¡De acuerdo! Sábado a las cinco delante la biblioteca, y ahora levántate idiota- le extendió la mano

-Echo-se levantó con la ayuda de la chica - hasta mañana Emily.- hizo un reverencia y se marchó-.

El resto del día paso muy rápido, Emily llegó a casa, se duchó , habló y cenó con sus padres como todos los días y se fue a la cama. Aún así no podia quitarse a George de la cabeza, sentia mucha curiosidad, queria que le contara historias estúpidas y que hiciera su media sonrisa cada vez que hacía una pallasada, y esque se pasaria la vida entera perdida en esos ojos , explorando su sonrisa y cada uno de los trozos de su alma.

EN SUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora