4 DÍAS ANTES

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El sonido del celular despertó a Emily de su placido sueño. Había la luz apagada, un rayo de sol se colaba bajo las cortinas blancas de la habitación. Con dificultad cogió el teléfono que seguía sonando.

- Buenos días fea- era George, su voz sonaba despejada y clara.

-Mmm... buenos días idiota- la voz de ella era ronca y dormida comparada con la del chico.

- ¿Te he despertado verdad dormilona? En fin antes que me regañes, llamaba solo para pedir-te disculpas por lo de ayer, e invitar-te a una cena de comida Japonesa en casa... ¿ qué me dices?- su voz parecía animada, pero su respiración era entrecortada.

- Si me has despertado pero no pasa nada, igual tengo trabajo que hacer, y no te preocupes por lo de ayer, no pasa nada... y sí, voy a venir a las ocho ¿vale? Y oye pide sushi, y que conste que solo vengo por la comida .- respondió riéndose. Emily pudo sentir su sonrisa al otro lado de línea.

- De acuerdo señorita Emily, hasta las ocho entonces.

Emily desayunó, se vistió con una camisa de George que tenia una frase muy chorra escrita y se hizo un moño chapuza. Empezó a hacer un trabajo de historia sobre un tal Herán Cortés. Tuvo que detenerse unos minutos durante la apasionada vida de Cortés ya que todo , hasta la mas minúscula mosca , parecían mas interesantes que aquel trabajo.
Su padre entró varias veces a molestarla un poco y George no dejaba de enviarle mensajes . Había pasado ya media hora cuando alguien llamó a la puerta.

- ¡Papá ve a molestar a Inés!- gritó Emily todo malhumorada.

- Vale, si quieres me voy.- esa voz... se giró de golpe, se quedó helada ¿Qué hacia él allí?- Vaya...Nick ¿qué haces aquí?- él sonrió.

Llevaba su pelo castaño rubio despeinado hacia un lado, sus ojos azules parecían cristalizados y su sonrisa tan limpia y pura como siempre.

- He venido a verte, bueno y hablar... ayer Anastasia me dijo que habíais...hablado...y ademas, sabes hoy hace un año ya que ... bueno que dejamos de hablarnos... bueno...dejaste de hablarme...no se si recuerdas.-Claro que se acordaba, hacía ya un año que había perdido a su mejor amigo y después de todo volvía a estar allí plantado. Emily empezó a notar como los cereales del desayuno se removían en su estómago.

- No creo que tengamos nada de lo que hablar, tú tomaste una decisión y yo la respeté.- Él arrugó la nariz y miró a la chica con cara de perrito abandonado.

- No es verdad...-su voz empezó a temblar- Anastasia me había alejado de ti con mentiras y tú en vez de luchar por mi dejaste que me las creyera y te alejaste, dejaste de hablarme...

- Si es verdad pero tú te creíste todo lo que dijo...!oh vamos Nick, era tu mejor amiga y desconfiaste de mi hasta que supiste la verdad , sufrí mucho por tu culpa¡ Y además te recuerdo ...que no soy yo la que ahora sigue con Ana - Nick cerró los ojos con fuerza, eso le había dolido-

- Lo se... no debí confiar en ella... pero los dos hicimos errores y no creas que fuiste la única que salió herida, tú eras lo más importante para mí y me dejaste solo ... te echado de menos Em .... Quiero que vuelvas a mi vida...

-¿Importarte yo? Oh venga Nick no seas estúpido...si querías que estuviera en tu vida haber-te lo pensado dos veces antes de irte con esa zorra...-cogió aire para no llorar- será mejor que te vayas ...

- Esta bien...- Nick se giró como si le hubieran dado un puñetazo- Em, si nunca necesitas algo.. ya sabes dónde estoy...-y soltó una pequeña sonrisa , falsa pero reconfortante. La puerta se cerró detrás de él-.

Emily no pudo volver a concentrarse en el trabajo, las palabras que le había dicho a Nick se le clavaban como cuchillos en el estómago.

Hacía las cinco de la tarde, Reachel la visitó. Hablaron sobre cosas estúpidas y después le explicó que mañana por la mañana se iba a visitar a su familia, ya hacía días que se lo había dicho pero lo había olvidado por completo.Se despidieron con un fuerte abrazo y se marchó.

Hacía las ocho empezó a prepararse. Se vistió con una falda negra, una camiseta a rayas y unas Nike hechas polvo. Llegó en casa de George hacía las ocho y diez. Él la recibió con un cálido beso. La cena fue perfecta, él parecía estar como antes, aún que en algunos instantes parecía que su mirada se perdía en algún lugar ,en el vacío... en el fondo, Emily sabía que algo iba mal, pero no quiso despertar de su cuento de hadas y ignoró esa sensación, y ojalá no lo hubiera hecho , ojalá hubiera hecho algo para evitar lo que se acercaba...

EN SUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora