Gironet ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

Treize

—Es un bebé hermoso—murmuró la anciana, mientras el pequeño bebé se dejaba cargar por ella sin llorar, sino con una sonrisilla divertida—. Nos pasamos un día muy divertido, JiMin fue por unas cosas con YoonGi, espero eso no te moleste que se fuera de pronto y se quedara solo conmigo.

—No, al contrario, muchas gracias por cuidar de mi pequeño—sonrió el chico a lo que la mujer entregó al bebé—. No sabe lo mucho que me ayuda que lo cuide en lo que busco un lugar y trabajo.

—No es nada, me hace un poco de compañía ahora que mis nietos están en el colegio—miró los ojos tristes de aquel dulce chico, carraspeando un poco para dar a entender que iba a cambiar ligeramente el tema—. Mi niño, deberías seguir los impulsos de tu corazón.

El menor abrió los ojos sorprendido, mientras abría y cerraba la boca sin realmente tener algo que decirle a aquella mujer que se encontraba con él.

—Muchas veces creemos que nuestras decisiones son las mejores para nosotros, pero cuando sabemos que no fue así, no podemos evitar querer retroceder el tiempo—soltó un suspiro, mirando al pequeño bebé y luego al chico—. No pienses tanto en el pasado y empieza a ver tu presente y el futuro mi niño, muchas veces nos quedamos atrapados en recuerdos del pasado y nos perdemos muchos hermosos e inigualables.

Analizó las palabras que le decía aquella mujer sintiendo verdaderamente que se dirigían hacia la situación en la que su cabeza estaba rondando, en la de aquel marido que había escuchado que lo extrañaba y por alguna razón; aún tenía miedo de que eso fuera falso, por mucho que había escuchado angustia en aquella voz.

Sintió una angustia alojada en el pecho que era asfixiante y que a la vez, ardía como el fuego mismo; quería llorar ante esa mujer que decía unas palabras llenas de esperanza que hace mucho no había escuchado de nadie o que no quería escuchar.

—Muchas gracias... la verdad he estado angustiado por muchas cosas—admitió, sintiendo que en cualquier momento podría llorar de nuevo por tristeza—. Tiene razón en que no debería pensar tanto en lo malo.

—Estoy segura de que encontrarás la respuesta—sonrió, para luego JungKook asentir y acomodar mejor a su bebé en sus brazos—. Aunque te ves cansado mi niño, ¿no quieres pasar?

—No, regresaré a casa de JiMin y pensaré seriamente en esto que me dijo—aseguró con una pequeña sonrisa, a lo que la mujer solo asintió con suavidad—. Nuevamente muchas gracias por cuidarlo.

—Cuando necesites ayuda, ven.

El chico asintió con suavidad, para luego salir de aquella casa y dirigirse al parque cercano, el cual unía el camino a su universidad con el del departamento de JiMin. Agradecía mucho que el mayor le ofreciera aún techo, por no mencionar la cercanía que lo hacía ahorrar en pasajes.

Miró a su alrededor, había muchos niños jugando felices, libres y sin preocupaciones, sus padres cerca estaban mirándolos con amor. Pudo reflejarse en el futuro con su pequeño que traía en brazos, soltó un suspiro y siguió su paso hacia el departamento de JiMin, saludando a su paso al vecino del primer piso quien se había quedado fascinado con su bebé. Tomó el ascensor, sintiendo el aroma a flores silvestres del producto con el que limpiaban el piso; la música de Jazz suave parecía arrullar al pequeño JunKyu, pues había escuchado que soltaba un pequeño suspiro.