Épilogue

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Era un día especial, al menos para ambos chicos así lo era, se podía sentir en el aire esa sensación de tranquilidad y anticipo de emoción

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Era un día especial, al menos para ambos chicos así lo era, se podía sentir en el aire esa sensación de tranquilidad y anticipo de emoción. El pequeño JunKyu estaba tranquilo en el regazo de TaeHyung, mientras este solo miraba con ese infinito cariño la coronilla del niño. JungKook por su lado, solo miraba cómo su marido mimaba a su pequeña familia, sonriendo de manera inconsciente ante la imagen que, a pesar del no compartir realmente sangre con aquel niño, le tenía un amor de padre tan grande que no cabía duda de que era genuino y no por compromiso.

—JungKook, cariño—escuchó la voz del de cabellos oscuros llamándole, haciendo que se girara para encararlo—. ¿Estás bien? Te notas un poco distraído desde hace un rato.

—No es nada en realidad, no te preocupes—aseguró con una sonrisa, pero notó que el mayor no creyó en aquellas palabras y aún le miraba con sospecha—. Bueno, solamente estaba pensando en algunas cosas sin importancia y que, al fin vamos nuevamente a ese lugar especial.

—Ahora que lo mencionas, tienes razón—acomodó mejor al bebé, quien parecía entretenido reconociendo el lugar y siguió caminando, un tanto más y más lejos de aquel auto estacionado en el parqueo de la playa—. No habíamos venido a Busan desde que JunKyu estaba muy pequeño, han pasado un año y meses, pero se sienten como bastantes años.

No pudo pensar en otra cosa que no fuera que aquel chico tenía razón y que en verdad había pasado mucho tiempo desde que había hecho a sí mismo la promesa de que iría a crear un lindos recuerdos con su bebé, el cual incluso ahora caminaba considerables distancias por sí mismo y balbuceaba intentos de palabras, además de papi y papá.

Y vaya que todo aquello había cambiado desde aquella vez, pues su relación con TaeHyung y todo lo que había en su vida, era demasiado bueno, tan increíble que incluso en algunas ocasiones, tenía que abrir y cerrar sus ojos varias veces para comprobar que lo que veía a su lado en la cama no era producto de su imaginación. Incluso las veces en las que todos se reunían con sus pequeños, recordando los viejos tiempos y creando nuevos recuerdos, había ocasiones en las que sentía sus ojos aguarse de la emoción y felicidad que eso llenaba en su alma y corazón.

Pues no había nada más hermoso que el simple hecho de estar rodeado de personas que te amaran infinitamente.

Incluso en ese momento, en donde si miraba al frente le esperaban dos personas risueñas, le hacía pensar que los sueños se hacían realidad y que, JiMin tenía razón en que de ese modo siempre debió ser todo. Incluso en esos momentos, entre más se acercaba hacia su pequeña familia, la emoción se colocaba en su garganta como un nudo que le impedía hablar o siquiera respirar, aunado al nerviosismo que sentía desde hace un par de días cuando empezaron a planear aquel viaje y lo que había descubierto incluso antes de hacerlo, sus manos sudaban y podía jurar que temblaban.

Respiró profundamente y cada paso que daba lo sentía tan pesado, aumentaba su ritmo cardiaco exponencialmente; podría jurar que en algún punto podría causarle un paro cardiaco toda esa emoción. Trató de calmarse repitiéndose a sí mismo una y otra vez que todo iba a marchar bien y que debía disfrutar el momento junto a su familia.

Gironet ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora