Gironet ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

Deux

No había tenido idea de lo mucho que al parecer le urgía al mayor contraer nupcias, ya que, desde que había aceptado casarse, había pasado nada cuando llegó un día con la intención de presentarlo de nuevo a su familia, pero ahora como su prometido. Miraba el aparentemente eterno camino y algo conocido a la casa de TaeHyung, sintiendo sus manos sudar por ese sentimiento de nervios que se alojaba en él.

—Tranquilo, todo estará bien—aseguraba el chico mayor, quien se concentraba en manejar con tranquilidad—. Mi familia ya te conoce de antes, no veo motivos por los que debería salir mal todo.

—No solo es eso...—mencionó en voz baja, para luego dirigir su vista a su hinchado vientre—. ¿Cómo vamos a explicar mi estado y la repentina boda?

—Bueno, creo que si no decimos mucho sería lo mejor—alzó los hombros desinteresado, como si no tuviera importancia aquello—. Diremos lo más lógico que es que es hijo mío, que estamos juntos en secreto ya hace tiempo.

—Claro, como eso suena convincente...—ironizó, para luego soltar un suspiro cansado—. Supongo que deberé apegarme a ese plan, debería funcionarnos.

—No te preocupes, las cosas irán bien y sobre tu embarazo...—miró de soslayo el abdomen de su viejo amigo—. ¿Cuánto falta para que nazca?

Al escuchar sobre su bebé en camino, el rostro ajeno se llenó de ilusión, llevando una mano a la zona y acariciando con ternura.

—Faltan cerca de tres semanas.

—Ya es en poco, por esos días viajaré cerca de dos meses...—analizó, pensando en que sería un tanto descortés dejar a JungKook de esa manera—. ¿Crees que tu amigo ese de tu trabajo pueda verte o necesitas que contrate a alguien?

—Me lo sabré arreglar solo, sinceramente, quisiera quedarme en mi viejo apartamento mientras vuelves—TaeHyung tras escuchar eso no parecía muy convencido, a lo que JungKook de inmediato dijo—. Estaré mejor allí, todos me conocen y me podrían cuidar un poco.

El hombre pareció dudar un momento, pero luego asintió a la petición de su menor y carraspeó llamando de nuevo la atención de JungKook.

—Naturalmente luego que nos casemos, compraré una casa—JungKook iba a contradecirle, pero este negó antes de que pudiera siquiera decirle algo—. Es un deber como esposos vivir de buen modo, ¿qué dirán de que tendremos un bebé en un apartamento de soltero?

Entonces a JungKook le cayó en cuenta que era más por la apariencia de aquello a su imagen, así que asintió sin decir más, pues al final, el dinero era de TaeHyung y si quería comprar una casa, no podía contradecirle. Vio como el coche se frenaba, sintiéndose sorprendido al saber que habían llegado a su destino, inspiró aire profundamente, sintiendo cada una de sus fibras nerviosas, mirando con desconfianza por la ventana.

TaeHyung estacionó mejor el auto, para luego darle una mirada al nervioso chico y sonreír ladino, en todos los años que habían pasado, parecía ser que esa ingenuidad en el menor no había desaparecido.