Rock-A-BYE BABY " SOPE

25. Sueños pasados

El sonido de las olas le traía lejanos recuerdos. La arena estaba caliente, diferente al agua, fría y traviesa al querer llevárselo, evidentemente decepcionada por no lograrlo continuó con su lento ritmo de olas.

Sus manos se alzaron, para peinar en vano su cabello rebelde, largo y azabache con algunos rulos enredados. Bajando la mirada, se dio cuenta de que sus pies ya no eran pequeños, eran grandes con algunos granos de arena picandole, como la ropa floja que llevaba puesta sw ondeaba por el débil viento de esa tarde. Inhalando la frescura del ambiente se sintió tan tranquilo, en completa paz, ausente de alguna manera. Era extraño.

ㅡ¡Yeonjun!ㅡ Gritaron desde algún punto, siendo curioso por saber quién era el que lo necesitaba, volteó a su izquierda, quedando inmóvil al hacerlo, había un joven alto, sonreía en grande, agitando sus manos para llamar su atención, cosa que ya tenía.

Totalmente inconciente, sus labios forman una sonrisa sin despegar los, entonando con alegría el nombre del desconocido ㅡ¡Soobinie!ㅡ Gritó, recordando a su mejor amigo. Cuándo estuvieron frente a frente, un abrazo lleno de cariño lo envolvieron, junto a algunas risas y pequeños besos en sus mejillas. Algo que se le hacía tan familiar.

ㅡEstás fríoㅡ Le dijo pasando su derecha por la mejilla, aparentemente fría. Los preocupados ojos del menor se desviaron hacia atrás. ¿Qué veía? Cuándo volteó, no visualiza a nadie más que una inmensa plataforma de arena y árboles lejanos, Soobin ya no estaba, dejándolo nuevamente solo con las olas que empezaban a estar más cerca. Si bien recordaba, no sabía nadar, le encanta el mar, y las piscinas, pero no sabía nadar, al menos no recordaba haber aprendido en algún momento. Quizá ahora que estaba más grande podía hacerlo.

Un pesado bostezo escapó de sus labios, se sentía cansado, y no entendía porqué, ¿Qué había hecho para eso? Solo estaba parado, ni siquiera había corrido o caminado que recordara. Sus piernas pedían que se sentara, pero él quería comprobar, ¿Realmente podría nadar? Caminando se adentró más, llamándole la atención dos puntos lejanos, que mientras más se acercaban, más eran reconocidos. Eran sus padres, con unas increíbles sonrisas y manos entrelazadas, habían cambiado bastante, pero no los sentía extraños o desconocidos. Sin ser verdaderamente consciente, continuaba caminando, hasta que el agua llegó a su cintura, acompañado de un nuevo bostezo y párpados cansados. Hoseok le sonrió y saludó con una mano alzada, Yoongi lo llamó, gritando algunas cosas pero no sabía qué le decía, y él sólo sonrió, moviendo su mano, olvidando dónde estaba, dejándose llevar por el cansancio repentino, notando por última vez, la desesperación en sus padres mientras corrían y gritaban en silencio, notó el miedo en Soobin, y le atrajeron las risas de las olas. Tan inoportunas, tan desesperadas por llevárselo.

Sus párpados se abrieron de golpe, sentándose en la cama, notando la falta de presencia de quiénes se suponía debían dormir con él. Frotó su ojo izquierdo, a la vez que rascaba su pequeña pancita. Una manía que había adoptado. Escuchaba la conversación en el primer piso, el como Byul-yi regañaba a Yoongi por su falta de mínima atención ante lo que creía, era su dibujo. ¡Cierto! Él continuaba enojado desde hace dos días. Siendo un sábado por la mañana, se bajó con cuidado de la cama, colocándose sus preciadas pantuflas de conejo, en dirección al baño para lavarse su rostro y otras necesidades. Cuando estaba por tirarse agua, por su mente un rápido recuerdo de ahogarse pasó, por supuesto que esto lo asustó, hasta el punto de tener que pasarse toallitas húmedas y bajar con un notable puchero y confusión.

ㅡYeonie despertaste, ¿quieres desayunar, botoncito?ㅡ Preguntó el castaño, acercándose para apretarle la mejilla, sorprendido cuándo los brazitos del menor lo rodearon con fuerza ㅡ¿Otra pesadilla?ㅡ Murmuró, el pequeño asiente no tan seguro, siendo cargado por su papá y llevado a la cocina ㅡ Hay frutilla y cereal, Nam hizo tostadas ¿qué te gustaría?ㅡ

ㅡCereal, de chocolate.ㅡ Hoseok suelta una risita. Fue dejado en una silla, con un beso en su frente. El mayor sacó un plato de diseño infantil, sirviendo leche líquida y el cereal favorito del menor que aún no borraba su puchero.

ㅡSabes Yeonie, hoy vamos a salir, los tres. Cómo lo hacíamos antes, jugaremos y tal vez compremos pizzaㅡ Los ojitos avellana de Yeonjun brillaron, debido a la Universidad y exámenes de los mayores, apenas si tenían tiempo, más que para comer y tareas, y comer otra vez. Sus manitos aplaudieron, mostrando la emoción que no podía decir ya que tenía sus mofletes llenos del cereal.

A los catorce años, en su primaria hacían campeonatos, por obligación y puntos siempre competía en carreras, relevos más a menudo. Podía decir con seguridad que era un gran corredor. Ahora mismo lo demostraba, mientras trotaba luego de la revancha que Yoongi había pedido luego de dos derrotas seguidas. Soltó una carcajada al observar la fuerte mirada del mayor, no pudo tampoco, evitar morderse el labio ante lo bien que se veía con el cabello húmedo y la camisa pegada. Dios, Yoongi realmente había crecido estos cinco años: pasando de un apenas abdomen plano, a unos notables abdominales. Él simplemente... continuaba con su preciosa pancita que sus dos amores amaban. Claro que no debemos olvidar una parte trasera bien formada.

ㅡ¿Estás listo, Hoseokie?ㅡ Preguntó, bebiendo de la botella de agua recién comprada.

Los tres habían ido al parque, tras una apuesta del pequeño, tuvieron que hacer carreras, ellos continuaban porque Min se negaba a perder, mientras el menor simplemente los observaba sentado debajo de un árbol con un jugo de manzana y unos lentes de sol que el castaño llevaba. Se veía genial.

ㅡListo para ganar mi amor, ¡Yeonie! ¡Cuenta hasta tres!ㅡ El menor levantó su dedo pulgar, soltando el popote de su boquita a la vez que gritaba.

ㅡ¡Uno... Dos... Tres! ¡Go go! ㅡ Y soltó pequeñas risas de emoción cuándo empezaron a correr. Su papá Yoon corría como el anime, Naruto para ser especifico.

Parecían adolecentes compitiendo.