Rock-A-BYE BABY " SOPE

03. Abandono

Podría decirse que Hoseoklo tenía todo desde que nació en una familia prestigiosa, hijo de bailarines reconocidos, y digo tenía pues quiénes el considera como sus ángeles protectores, se encargaron de quitarle una casa dónde vivir, su estudio en preparatoria, que estaba dejando a medias, sin dejar de lado la ayuda y apoyo al que estaban obligados a darle. Sus corazones fueron de piedra cuando amenazaron a los padres de Yoongi con denuncias para evitar cualquier ayuda posible. Dos personas egoístas que no supieron manejar las cosas, fue el primer impulso que tuvieron, dejando así solos a dos niños perdidos que no tenían nada para afrontar el mundo solos, ahora debían madurar de golpe. Ese tiempo de tormenta fue bastante complicado. Hoseok era el que se la pasaba llorando algunos días por un ayer dónde estaba estable, otros enteros ignorando a su novio que estaba igual pero que sabía disimular su tristeza, en esos días de penuria llegaba y culpaba al niño y así mismo por lo que pasaban o a Yoongi; diciéndole que estaba bien antes de conocerlo, para luego llorar más para decirles cuánto los amaba y que era un completo idiota sin vergüenza. Yoongi también era un caso, estaba mal, no sabía qué hacer, no conseguía ningún trabajo por la edad o falta de estudios sin terminar,  los ahorros que ambos tenían comenzaban a desaparecer conforme el tiempo avanzaba, para que alcanzara tuvieron acuerdos, dejando de lado los antojos que le eran negados al pobre Hoseok.

"ㅡUna desgracia, eso es lo que eres.ㅡ"

"ㅡ¿Como pretendes que vamos a aceptar tal anomalía?.ㅡ"

"ㅡ¡Dios maldijo a nuestra familia!.ㅡ"

Las palabras de sus progenitores golpeaban su corazón, esas que fueron dichas con tanta repugnancia la tarde que dio a conocer su estado, podía ver la decepción por quienes más esperaba algo diferente, quizá no tan suave como los Min, pero algo, sin embargo fue todo lo contrario. Su novio había sido golpeado y él se ganó algunas bofetadas, por suerte no se atrevieron a tocar su abdomen. El rechazo, debía esperarlo.

Yoongi estaba hirviendo un poco de agua para el ramen barato que aún tenía como provisión, mientras el rubio acariciaba su estómago, preguntándose cómo se vería ya su bebé de veinticuatro semanas, en ese tiempo se había percatado de las estrías que empezaban a aparecer junto a algunas manchas cerca de sus cintura y muslos, Byul-yi anteriormente le había dicho que todo eso pasaría, un síntoma completamente normal en el embarazo y que debería utilizar cremas para hidratar su piel, pero no poseía nada de eso.  La puerta de aquel pequeño cuarto que hacía el papel de una casa alquilada, fue tocada suavemente, el azabache después de apagar el agua se dirigió a ella, dejando ver a la dueña de las habitaciones que amablemente, les había dado una oportunidad.

ㅡSeñora Oh, buenas tardes.ㅡ Hizo una reverencia como muestra de respeto. ㅡ¿Ha sucedido algo?ㅡ Hoseok escuchaba atento la conversación, teniendo un leve temblor por la extraña sensación en su pecho. La mujer no se veía demasiado animada por lo que podía ver.

ㅡHola muchacho.ㅡSonrió apenada, llevando sus oscuros ojos al niño que también le observaba, dándole una suave sonrisa también. ㅡSeré directa, necesito que desalojen, llevan meses de retraso, y no puedo seguir manteniéndolos, saben que este lugar es humilde pero vivo de ello también al igual que los otros inquilinos. De verdad lo siento, pero tienen hasta la siguiente semana para que puedan  desalojar.ㅡ Dijo antes de darse la vuelta y regresar a sus pasos en camino a otras casitas. Cerró la puerta, dejándose caer en la madera picada por polillas, el peso cayendo en sus hombros al no saber qué hacer, gruñó apretando sus manos en su cabellera.

ㅡYoonieㅡ Llamó al ver el estado del pálido. Momentos como ese, eran en los que se disponía a maldecir su estado y descuido, pero después de todo, no serviría de nada renegar. ㅡYoongi.ㅡ De nuevo le habló, teniendo la triste mirada del mayor que conectó con la suya que se encontraba llorosa, abrió sus brazos dispuesto a recibirlo, el azabache no tardó en levantarse y abrazarse como cada vez que tenían miedo, sintiendo la calidez de ambos, reconfortante y segura. ㅡVamos a poder con esto ¿si, cielo?, los tres saldremos adelante, sin importar qué, estaremos juntos, siempre lo estaremos, como hasta ahora, cariño, por favor, solo resiste conmigoㅡ Murmuró dando leves caricias en la espalda del azabache que sin saberlo, estaba llorando sobre su pecho.