❝ Porque Yoongi de dieciocho años; debe cuidar de su novio de diecisiete, quién está esperando un bebé ❞
☆M-preg / Donceles
☆ Yoongi x Hoseok
☆ Mención de Parejas Heterosexuales/Homosexuales
☆Inspirado en ❝Rockabye❞ de Clean Bandit y ❝No se aceptan...
Cerca de las tres de la madrugada las constantes quejas de dolor y el casi desmayo del rubio dejaron con el corazón en la boca y en demencia al pobre azabache, quién no hizo más que llamar a gritos a Seok Jin y a su esposa, mientras intentaba hacer que su novio reaccionara a sus llamados, la desesperación estaba abrumando todos sus sentidos.
Cariño despierta, no es momento de dormir.
Yeonie nos necesita, amor, por favor.
¡Hoseok no te duermas!
Gritos y más gritos. Era lo único que a la lejanía el rubio lograba escuchar, de su entrepierna se expandía un líquido similar al agua, y eso, tan sólo significaba una cosa. La fuente se había roto.
En algún punto inexistente de la habitación Yoongi mantenía su mirada; su mano sujetaba un vaso de café vacío, el quinto para ser exactos, sus ojos estaban rojos e hinchados, mientras Chaeyeon intentaba darle ánimos acariciando su espalda y diciéndole ciertas cosas que no entendía, aunque realmente no escuchara nada más allá de un lejano pitido. ¿Cómo no estar aterrado en esa situación?, su novio había reventado fuente, pero no estaba listo, ninguno estaba listo, faltaba un mes, no estaban preparados. Yoongi volvió a caer en los brazos de la castaña cuando la presión de su pecho intensificó.
Una mujer de cabellos blancos salió por la sala de parto con una libreta en sus manos, bajando su mascarilla antes de hablar. —Jung Hoseok familia de Jung Hoseok.— Inmediatamente el azabache se puso de pie, siendo seguido por los dos mayores. —El bebé está bien. Por ahora se encuentra en observaciones debido a las dificultades; el cordón umbilical se había enredado en su cuello, teniendo así problemas respiratorios. Su peso tampoco es el más adecuado, tendrá que quedarse hasta que cumpla los nueve meses.— El corazón de Yoongi pudo calmar un poco su pálpito, su hijo estaba bien, sólo tendría que estar unas semanas en observaciones en las cuales él y Hoseok estarían cuidándole Hoseok.
—M-mi novio... ¿Cómo está él? ¿Le sucedió algo?—
Los ojos gatunos de la aparentemente doctora revisaron la libreta mientras leía. —El joven Jung. Perdió más sangre de la habitual debido a un descuido, por suerte, se pudo evitar una hemorragia próxima. En este momento está descansando, los sueros eran necesarios para su deshidratación. Será mejor que lo dejen descansar. Es un caso especial, no es lo mismo.— Sonrió hacia los presentes. —Felicitaciones, el niño y el joven son bastante fuertes, nos vemos.— Sin más, se encaminó hasta una nueva sala de operaciones.
—Seok Jin... — Le habló la castaña, el mencionado asintió, llegando hasta el menor, quién no esperó más para llorar de nuevo, tal cuál un niño.
—Tranquilo Yoongi, están bien, la doctora Kim lo dijo, ambos son fuertes, tu también debes serlo, ellos ahora necesitan mucho de tu fortaleza.— El azabache suspiró secando bruscamente sus ojos, sintiendo las palmas del mayor pasar por su espalda.
—¿Quieres ver a tu hijo?— Preguntó la mujer cuándo vio a una enfermera, bastó con que el menor levantara sus brillantes ojitos para llamarle y pedirle que lo llevaran.
Mientras caminaban, pasaron por un ventanal, dónde habían bebés recién nacidos, pero ninguno era el suyo según la enfermera, tuvieron que subir a un segundo piso, dónde entraron a una sala; habían mujeres dando pecho o biberón, otros sólo estaban observando por una vitrina, y en una fila a la izquierda, la mujer se detuvo.
Un pequeñín era cubierto por una gran manta, y en sus brazos estaban incrustados tubos, cómo en su nariz donde tenía un respiratorio artificial.
—Hola Yeonie...— La incubadora le permitía meter ambas manos en los agujeros, antes le dijeron que debía desinfectarlas. Gracias a estos mismo, se permite acariciar las pequeñas manitos del bebé, se sentía tan tibio y tan frágil. —Soy tu papá Yoon, papi Seok aún está descansando, pero cuándo despierte vendrá a verte, y verá que eres tan hermoso como lo es él, yo se lo dije.— Sonriendo ante la respiración calmada del menor, tocó su mejilla; tan suave y delicada. —Pequeño, vas a crecer y tener una buena vida. Voy a hacer lo que tenga que hacer. Lo prometo.— Sorbiendo por la nariz la enfermera le tocó el hombro, indicándole que el tiempo había terminado.
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