32. Hoseok, un doncel

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Actualmente.

Sus rulos temporales se movían entre el viento que aparentemente estaba más agresivo ese tarde. Sintiendo lo que aquella vez cuando vio la que fue su casa después del regreso a Seúl. Con la diferencia de que ahora llegaba por una explicación, no un reencuentro o documentos.

Ajustando el saco café que lo protegía del frío, volteó hacia atrás, dónde su ahora prometido e hijo lo veían con una sonrisa, animándolo a continuar, el pequeño azabache que lucía una boina hizo un corazón con las manos gritando un ¡Fighting! , regresando la vista al frente, soltó un nuevo suspiro, creyendo que probablemente se quedaría sin aire de tantas veces que lo había hecho, caminó hasta la puerta de madera, viendo las nuevas flores en otras macetas, unas marchitas y otras en el suelo. Al finalmente estar ahí, tocó, escuchando pasos acercarse, dándole la bienvenida una demacrada mujer canosa, tras él, venía un castaño de igualmente rostro cansado, quién al verlo, solamente bajó la mirada permitiéndole el paso a la casa, misma en la que vivió durante casi diecisiete años, siendo exiliado de todas sus cosas... por el miedo injusto de los ancianos que se sentaban en el sofá, dejándolo a él en uno individual. Ya había té sobre la mesita y galletas. ¿Querían acaso endulzarlo con eso?

ㅡGracias por venir Hoseok, cuéntanos ¿cómo han estado?ㅡ

ㅡBien.ㅡ Dijo cortante, notando la decepción en la pálida al no tener la típica larga conversación acerca del pequeño Yeonie o su amor por su trabajo en aquella empresa en la que laboraba.

ㅡEs bueno saberlo, Hyuna también ha tenido avances notables con el psicólogo, el doctor Lee es realmente buenoㅡ

ㅡLo sé, él me informa al correo cada cierto tiempo.ㅡ Un momentáneo silencio los envolvió, un silencio capaz de cortar con una tijera la tensión de la sala. ㅡCreo que será mejor comenzar, me están esperando y no quisiera molestarlos demasiadoㅡ

ㅡCariño... no molestas.ㅡ La mano de la mayor lo calló ㅡCreo que sabes de qué manera nos conocimos Hyuna y yo en el pasadoㅡ

El moreno asiente. Sabe a la perfección que su madre era una bailarina de ballet clásico, mientras su padre un bailarín de danza contemporánea, ambos conociéndose debido a un intercambio y clases por saber sobre la danza contraria. Siempre había amado esa historia, cómo dos individuos se habían enamorado por medio del arte, movimientos y escenario. ㅡLa conozco. Saben que siempre disfrutaba de escucharla de niñoㅡ Entre sus largos dedos tomó una de las tazas, llevando el té a su boca.

ㅡUna vez, nos preguntaste por qué razón no tenías un hermano o hermana, siempre te decíamos que era suficiente contigo, que eras el único que llenaba de alegría nuestros corazonesㅡ La azabache llevó una de sus manos a su vientre. ㅡLo habíamos intentado, tener hijos, visitamos doctores y le pedíamos a Buda que nos bendijera, incluso a Dios. Pero... no hubo respuesta, no otra que no fuera la de siempre "Lo sentimos, la señorita Jung, pero usted es estéril"ㅡ Recuerda aquellas visitas a los hospitales, dónde siempre tenía la esperanza de que cambiara, pero no. JiMin terminaba por consolarla con maratones de series o helado para que se calmara, pero la amargura de su pecho continuaba.

Los ojos de Hoseok temblaron al ver a la mujer de esa manera, pero decidido a mantener su postura neutral hasta el final.

ㅡHyuna tenía un hermano menor, el parecido de ambos era autentico, tres años eran la única diferencia, además de cierta personalidad. Él era un estudiante de música, y algunas veces tocaba el piano para alguno de nosotros, le encantaba vernos danzar. Hyeon-Ho era un joven, lleno de vida y sueños, entusiasmo y carácter.ㅡ Comenta el castaño. ㅡ A él le atraían los hombres, gustos que no podíamos juzgar, nos daba igual en cierta parte, era él y su vida.ㅡ

Rock-A-BYE BABY " SOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora