Rock-A-BYE BABY " SOPE

09. ¿Papá?

Después de un mes de rehabilitación, y crecimiento para Hoseok y Yeonjun, la pequeña familia Min salió del hospital y regresaron a casa de Seok Jin, dónde se llevaron una gran sorpresa; la casa estaba decorada con globos, carteles de tonos pasteles, y perfumada con el exquisito aroma de la comida. Era una bienvenida. Personas importantes no pudieron asistir, pero al menos JiSoo estaba en su representación con regalos y cartas. 
Durante días Yeonjun tuvo amor de sobra, además de los obsequios; conjuntos de ropa, pañales, juguetes y jabones, todo de su propiedad y uso. Todo lo necesario para el pequeñito que sus padres no podían comprar por cuenta propia.

Los primeros meses no fueron tan tormentosos cómo creían, pero definitivamente era agotador. Por ser padres primerizos se les hizo un poco difícil al no saber realmente qué hacer, Seok Jin y su esposa estuvieron ayudándoles bastante con lo principal, desde un cambio de pañal hasta el primer baño: Hubo un momento en el que Hoseok creía que el menor se estaba ahogando cuándo el agua ni siquiera le había caído, o Yoongi que le dejó el pañal del lado contrario. Tenían cómo gran ventaja que al pequeño le encantara dormir y no causaba demasiados desvelos, se ajustaba al horario y reconocía el día y la noche. La comodidad y el calor que sus padres le daban eran suficientes para mantenerlo tranquilo. Claro que los siguientes meses algunos lloriqueos eran de berrinche puro, o negación ante un cambio de pañal. Un momento memorable fue cuándo accidentalmente el pipí de Yeonjun no cayó en pañal antes de que Yoongi lo cambiara, Hoseok se burló de él por un buen tiempo. Además del reflujo que tenía al no tolerar cualquier leche.

A pesar de todo el esfuerzo y trabajo, se dedicaron a aprender y velar por su hijo.

Mientras tanto en el presente, Yoongi limpiaba la habitación y Hoseok cambiaba al pequeño, temiendo por algún ataque sorpresa, el bebé balbuceaba sonidos sin sentido con uno que otro grito, causando más de una sonrisa en el menor.

— Agu bebé~ Eres tan hermoso~— Halagó el menor, continuando con su juego de hacer voz chillona para que el pequeño riera, y resultaba bastante efectivo.

—Lo sé amor, no es necesario recordármelo.— Dijo mientras reía, causando que un cojín golpeara su cabeza. —¿Auch?—

—Bobo. Le hablaba a mí bebé.—

—Pero yo también soy tu bebé.— Hizo un mohín mientras terminaba de limpiar sus manos, el menor rodó los ojos con expresión de burla. Dejando el trapo en alguna parte, se sentó al lado del rubio.

—Lo lamento, te han quitado el puesto. ¿Verdad precioso?~— El pequeño mordía su manita, soltando una sonrisa que mostraba sus encías ante la graciosa expresión del azabache. —Incluso se burla de ti, es de los mios.—

El azabache colocó una mano en su pecho, preparando su dramática escena, pero los dulces labios de su novio iniciaron una más romántica. Sus manos se posaron en las mejillas acaneladas para dejar pequeñas caricias, sintiendo la sonrisa entre el dulce beso. —De acuerdo, acepto mi derrota, pero tu debes aceptar que siempre serás mi niño.— Dicho esto, dejo un casto beso en los labios del menor, quién soltó una pequeña risa tomando entre sus brazos al bebé ya cambiado y perfumado.

—A este niño le encantaría ir a comer con el primer pago de su bonito novio. ¿Podríamos?, quiero que Yeonjunnie tome un poco de sol, le hará bien, recuerda lo que dijo Chae— Dijo, ordenando el gorrito amarillo que el bebito de cinco meses tenía en su cabeza.

—Uh, cierto... luego le avisaré a Seok Jin— Yoongi trabajaba para el hombre mayor cómo recepcionista en su consultorio, había dicho que esa era su forma de agradecer el alojamiento y la ayuda que les brindaban. Finalmente, cargando a la bolita amarilla, tomó las llaves que les habían entregado cuando quisieran salir, Hoseok cargaba una mochila donde tenían las cosas necesarias para el bebé.

El cielo estaba lleno de nubes, y ciertas veces el azabache comentaba qué nube tenía una peculiar forma, como el de una manzana o estrella, Hoseok también le seguía el juego mientras comían de una magdalena comprada en un panadería cerca del parque donde estaban.

Necesitaban algo dulce luego del amargo rechazo que tuvieron al querer pasar a un restaurante, siendo prácticamente echados bajo la mirada de los que comían en dicho lugar. Que penoso.

—¿Cómo te trata Seok Jin?— Preguntó, tomando entre su mano la pequeña del menor que seguía distraído con todo a su alrededor, bastante curioso por los árboles.

—No es pesado, agradezco que me haya dado un puesto como recepcionista. Y aunque no haga mucho, el dinero que me paga es suficiente para darnos pequeños placeres, como esta deliciosa magdalena.—Llevando un pedazo a su boca, hizo un ruido de satisfacción, recibiendo un pequeño golpe en su nariz de parte del rubio.

—Creo que prefiero mil veces estar en un parque, solo nosotros hablando libremente, a estar escuchando murmullos de personas, juzgando hasta nuestra respiración— La cabecita del pequeño volteó hasta él, bastante curioso de lo que comía— oh-oh ¿También quieres probar dulzura? lo siento pero no, aún eres muy pequeño para digerir.—

—Pa...pa —

—No Yeonie, no puedes comer papas, son muy-— El azabache paró en seco, parpadeando varias veces, siendo observado nuevamente por el infante que seguía repitiendo la misma corta palabra.

—Oh por buda...¡Es su primera palabra, dijo papa! ¡Papá! ¡Yoonie, lo ha dicho!— La pequeña bolita había sido cargada por el rubio, quién no paró de llenarlo de constantes besos por todo el rostro, sintiendo sus ojos húmedos por las lágrimas, ¿Tanto era el sentimiento? Claro que sí—¡Necesito una fotografía!—