Epílogo ¡Rock-a-bye Baby!

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El sonido de las olas me llevaba a recuerdos lejanos, pasados. La arena estaba metida entre mis pies, caliente, muy diferente al agua que fría y traviesa, quería llevarme entre ella pero me negué, evidentemente decepcionada por no lograrlo continúa con su lento y pacífico ritmo.

Alcé las manos para peinarme, siendo en vano porque el viento de esa tarde los regresaba a su posición rebelde y desordenada. Bajé la mirada, mis pies ya no eran los de un adolescente, eran grandes con algunos granos de arena, la ropa floja que llevaba puesta iba ondeando por el viento, sin ser brusco, más bien refrescante. Inhalando la frescura del ambiente, mi siento tan tranquilo, en una completa paz que no había sentido antes.

ㅡ¡YeonJun!ㅡ Gritaron desde algún punto desconocido, volteo a mi izquierda ante el llamado que recibo, quedándome inmóvil al ver de quién se trataba, un hombre alto, sonreía en grande, agitando sus manos para llamar mi atención, cosa que ya tenía, su ropa extrovertida con diseños animados y coloridos resaltaba entre todo.

Mis labios formaron una extensa sonrisa que llegó posiblemente a mis ojos ㅡ¡Abuelito Namie!ㅡ Grité al reconocerlo, recordando a mi preciado ángel. Cuándo estuvimos frente a frente, nos envolvimos en un enorme abrazo, junto a algunas risas y pequeños besos en la mejilla. 

ㅡEstás frío Yeonye.ㅡ Me dijo pasando su mano derecha por mi mejilla, aparentemente fría. Los preocupados ojos del mayor se desviaron hacia atrás. ¿Qué veía? Al voltear no visualizo a nadie más que una inmensa plataforma de arena y árboles lejanos, regresando mi atención hacia mi abuelo, me dio una sonrisa más pequeña y cálida. Me despedí de él como no pude hacerlo esa tarde, él seguidamente se fue hacia una pequeña casita donde había un pequeño jardín, sonreí, papá Yoon no mentía, dejándome nuevamente solo con las olas que empezaban a estar cada vez más cerca.

Si bien recordaba, no sabía nadar, nunca tuve la oportunidad haber aprendido. Quizá ahora pueda hacer el intento de aprender gracias a la televisión.

Un pesado bostezo se me escapó, me sentía cansado,  no entendía porqué, ¿Qué había hecho para eso? Solo estaba parado, ni siquiera había corrido o caminado. Mis piernas pedían que me sentara, pero quería comprobar, ¿Realmente podría nadar? Caminando mientras me adentraba más, me llamaron la atención dos puntos, que mientras más se acercaban, más eran reconocidos. Se trataba de mis padres, con unas encantadoras sonrisas, sus manos entrelazadas, habían cambiado bastante éstos últimos años, detrás de ellos corría una jovencita con vestido floreado y sombrero playero junto a otro joven ¡Haneul y su pareja!. Sin ser verdaderamente consciente, continuaba caminando, hasta que el agua llegó a mi cintura, acompañado de un nuevo bostezo sentía los párpados cansados. Papá Hoseok me sonrió y saludó con su mano alzada, Yoongi me llamó, gritando palabras cariñosas que me alentaron,  lo noté feliz, solamente sonreí para ellos moviendo mi mano en forma de despedida, olvidando dónde estaba, dejándome llevar por el cansancio repentino, notando por última vez, el peso de los años en ellos mientras corrían y jugueteaban entre ellos en silencio. Me atrajeron las risas de las olas. Tan inoportunas, tan desesperadas por llevarme con ellas.

El agua bailaba en mi cuerpo, pero no iba a permitir que entrara en mi, con movimientos ágiles logré salir, moviendo mi cabellera, respiré hondo. De un momento a otro, ya no vi a nadie más, era el único que apareció en la orilla del mar.

Entonces, desperté en la silla que está en el ventanal de la que un día fue la casa de una familia llena de alegría, gritos y sobre todo, amor. Solté un suspiro, jugando con el karaoke de juguete que tenía de niño y el pequeño Mang. Cada recuerdo permanecía intacto, como el dibujo en una de las paredes que hice a los dos años.

Ahora que crecí logro entenderlo, lo que querían mis papás era más que solo cuidarme como una responsabilidad, su manera de decirme que me querían más que lo besos de buenas noches, era el como salían a tardes horas de la noche como mi papá Yoon buscaba empleo siendo tan joven. Lo lograron después de tanto esfuerzo, la devoción de dos padres no debería ser juzgada.

 A pesar de que hoy mis miedos no se han ido del todo y cambiaron, las olas y yo, ya hicimos las paces, no les temo más. Haneul y yo aprendimos cosas acerca del miedo y de la vida; el miedo llega a ser la adrenalina que recorre tu cuerpo para hacerte sentir vivo.

Hay veces que la vida te puede sorprender de formas nunca esperadas, como un defectito en el corazón o la misma vida, luego el doctor explica que no hay explicación y que es el ciclo de la vida. Que el día menos pensado al igual que un capullo de mariposa aquel defecto va a crecer y a desarrollarse dejándote en estado de coma o simplemente haciendo que te quedes dormido para siempre leyendo un libro. En otros casos, el ciclo de la vida te obliga a cerrar los ojos, abrazando a tu pareja desde los diecisiete años para encontrarlo en la siguiente vida, después, el atendería el llamado años después de forma natural observando un anillo que conectaba sus corazones débiles, que amaron tanto como pudieron en vida, cerraría sus ojos con una sonrisa, sumergido en un sueño interminable.

Hay golpes en la vida más fuertes que un dibujo ignorado.

Llevaré conmigo el recuerdo de los amores más grandes de mi vida, uno de ellos fue quién me enseñó a estar preparado para enfrentar la vida, el otro me enseñó cómo enfrentar la vida sin estar preparado, los otros simplemente me dijeron que viviera. 

Sé que ahora mis padres están felizmente en lo más alto de una nube bailando sus canciones favoritas, dándose amor mutuo como solían hacerlo, con mis abuelos jugando entre bromas, carcajadas, desde allá los dos me siguen enseñando cómo enfrentar la vida, sin ellos.

ㅡ¡Papá! Eres un dormilón~ㅡ Un pequeño castaño de ojitos celestes, apareció para abrazarlo por el cuello ㅡLa cena está lista, yo ayudé a hacerla, así que está delicioso, creémeㅡ Yeonjun rió, pellizcando la mejilla de su niño con cariño.

ㅡYa voy Namjoonie, ¿Ya lavaste tus manitos?.ㅡ El pequeño asiente, jalando la mano de su padre mientras salen de la habitación entre pequeñas risas.

Hemos llegado al final de esta bella historia espero les haya gustado mucho y espero nos veamos en otras adaptaciones

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Hemos llegado al final de esta bella historia espero les haya gustado mucho y espero nos veamos en otras adaptaciones. 🦕🌷


-Woonie🐻🌷

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