Little L

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Laia | 6.30 | Miércoles

No se lo merece. No. Fabio no se merece que esté haciendo todo esto. Pero ella sí que se lo merece. Es un amor de niña, no tiene culpa de que él sea Idota.

No pude volar con Tom a Francia ayer, y no había más vuelos disponibles que llegasen antes de la cena al circuito. Así que he convencido a Xavi para irnos en coche hasta allí y así llegar. Me ha costado un fin de semana en Ibiza, todo hay que decirlo. Es que son 10 horas en coche.

- Yo si estoy enfadado con alguien no me hago 10 putas horas en coche Petita.
- No me estoy las diez horas por Fabio, las hago por la niña.
- Auto convéncete como quieras.

"¿ESTAS BIEN DE LA CABEZA? Dime que es una broma Laia por favor". Me escribe Tom al ver la foto que le he mandado en el coche.

"No es broma. Voy con Xavi. Creemos que sobre las 20 llegaremos porque iremos parando. Vamos en su coche, ¿me puedes venir a buscar al hotel? No digas nada de que voy".

"Como cabras estáis, tú por plantearlo y él por seguirte el juego. Allí estaré a las 20, ya verás la sorpresa que se llevan, si, los dos".

Empieza a conducir Xavi, en teoría eran dos horas cada uno. Pero cuando tiene que contarme algo siempre lo alarga, y así lo ha hecho. Casi cinco lleva y por qué le he obligado a parar o me tiraba del coche.

- Que estoy bien, puedo seguir un rato más.
- No te lo crees ni tú chaval. Ahora ya hasta el hotel conduzco yo.
- No vas a conducir todo lo que queda de camino.
- Ya verás como si.

Los más cabezones si somos. Tras parar media hora, retomamos el viaje. Y es el momento perfecto para que Xavi me cuente eso que lleva todo el viaje callándose.

- Puedes contármelo cuando quieras Equis Uve.
- ¿Algún día vas a dejar de llamarme así?
- Por su puesto que no, en el discurso de tu boda pienso llamarte asi.
- ¿Mi boda?
- Hombre rey, yo no sé a qué esperas para pedirle matrimonio a Sandra. Nadie te va aguantar si no es ella.
- Habrás mirado hasta vestido de dama de honor.
- Por favor, te he mirado hasta tu traje.
- Y lo peor de todo es que es verdad.

Mi relación con Xavi es así. Quien no nos conoce se piensa que somos novios de la complicidad que tenemos. Incluso Sandra lo pensó al principio. Pero no, para mí Xavi es como mi hermano.

- Venga, ahora ya me puedes contar lo que llevas callándote todo el viaje.
- Contigo es imposible callarse nada.
- Veeeenga cuéntamelo.
- ¿Has hablado con Petronas?
- ¿No, por?
- Vuelve de su lesión.
- ¿Quién?
- Joder Petita, el innombrable.
- Ah. Pues que bien. -un año sin verlo, y el reencuentro es un Paddock. Puto británico - ¿has hablado con él?
- ¿Estas tonta?
- Ay Xavi vale que Jake Dixon sea mi ex, pero es tu compañero de equipo. Tienes que tener relación con él. Es buen chico.
- ¿Laia? ¿Te estás escuchando? Que te dejo de la noche a la mañana. Y te enteraste de la tele del motivo.
- No supo gestionar el fichaje de Moto2 bien... luego me lo explicó.
- Si, en un WhatsApp.
- "Lo siento, pero no podía decir nada. Tenemos una conversación pendiente. Pese a todo te sigo queriendo".
- Joder Petita, si es que te lo sigues sabiendo de memoria.
- Fueron dos años de relación. Bueno una como amigos y otra como novios.
- Pues con más razón para haberlo hecho bien. Pero bueno, ya lo has superado.
- Ya, supongo
- Vamos no me jodas Laia.
- Lo pase mal en Manchester y se portó muy bien conmigo.
- Superbien, tan bien que dejó llorando. No eh Laia, no.
- Tenemos una conversación pendiente.
- Alucino.
- No te enfades Xavi.
- Claro que me enfado Petita, no quiero verte así otra vez.
- Ha pasado un año, la gente cambia.
- Jake Dixon no cambia.

Ahí se acaba el tema del innombrable. El fue el primero en saber quién era. Nunca dijo nada, o eso creo. No acabamos de la mejor manera, pero tenemos una conversación.

Fabio Quartararo | 21.00 | Le Mans

La cara de mi hermana cuando se ha enterado de que Laia no venía. Dios esa cara.

- Va Petite, ven aquí conmigo
- No, no hasta que no traigas a Laia.
- Se lo dije tarde y ya no tenía avión
- Pues que hubiera ido en el que nos llevaste a Disney.

Así lleva toda la media hora desde que se ha enterado. Enfurruñada conmigo. Menudo panorama. He buscado a Tom y Mathilde, para que hagan una videollamada con Laia y así intentar contentar a mi hermana. Pero no están por ningún lado.

- ¿Sabéis donde está Tom?
- Han tenido que ir a buscar una cosa se había dejado Mathilde.
- Anda que avisan.
- Pero si han avisado, eres tú que estás en otro mundo.

Razón no les faltan. He metido la pata una vez tras otra con Laia, y es que aún recuerdo su cara en Roccos. Soy imbecil y para colmo también se enfada la enana.

- Perdonad el retraso... -dice Tom- pero teníamos que esperar a alguien.

Y ahí la veo. Viene de la mano de Mathilde. ¿Pero cómo? Si Tom me dijo que no había conseguido avión. Dios, está aquí.

- Mira quien ha conseguido venir Petite -le dice Mathilde a la enana que por fin presta atención

- ¡LAIAAAA! -dice gritando y se levanta corriendo- pensaba que no venías
- Es que entonces no era sorpresa -le explica Laia agachándose
- ¿Te puedo abrazar? Por fi
- ¡Pues claro que si!

¿Estoy embobado mirándolas? Estoy embobado mirándolas. Si es que hasta llevan la misma ropa y el mismo peinado. Chaqueta de Petronas y vaqueros y los dos con moñitos pequeños en la cabeza y el pelo suelto.

Con mi hermana en brazos, saluda al reto de personas y se sientan, como no, juntas. La sonrisa de mi hermana.

- Fab, ya no estoy enfadada contigo -dice para saltar de su silla a mi brazos para abrazarme.

Acto que yo aprovecho para darle las gracias a Laia.

- Gracias, muchas gracias de verdad.
- Ella no tiene la culpa de nada.
- ¿Culpa de qué? -pregunta mi hermana
- De que no hubiera aviones, de que va a ser enana -le dice Laia antes de ayudarla a sentarse en la silla otra vez.

Laia 74339 - Fabio 0. Una vez más.

La cena transcurre tranquila, Laia ha encajado a la perfección. Mi hermana feliz de la vida. Estamos acabando cuando noto a Laia cansada.

- ¿Como has podido llegar al final? -pregunta mi madre- Fabio nos contó que no habían aviones.
- Es verdad, todos eran para el jueves como pronto. Así que al final me he venido en coche. -explica Laia que no puede esconder un bostezo.
- ¿Estas cansada? - le pregunto, que es obvio que si pero quiero entablar conversación con ella.
- Un poco, pero no pasa nada tranquilo.
- ¿Que cuantas horas son? -dicen desde la mesa
- Unas diez más o menos.
- ¿HAS CONDUCIDO 10 HORAS?- pregunta alarmardo.
- No, venía con Xavi. Nos hemos turnado.
- Si vamos unos turnos súper normales. Cinco horas cada uno. -le reprocha Tom

Que se ha hecho diez horas para cenar con mi hermana. Y para no hacerme quedarme mal. Si es que soy idiota.

- Siempre le ha gustado mucho conducir.

Oímos a nuestras espaldas. Laia se gira y su cara es un poema.

- Jake...
- Hola Little L, cuánto tiempo.
- Un año y cuatro meses.

¿De qué narices se conocen Jake Dixon y Laia? ¿Little qué?

- ¿Hay sitio para uno más?
- Claro, tío que bien que estes de vuelta -le dijo a Jake antes de hacerle hueco. Lejos de Laia.

No han pasado ni diez minutos que Laia se levanta y se despide.

- Un placer la cena, y encantada de conocerte Petite.
- ¡No te vayas Laia! -dice mi hermana - Un ratito más.
- Ay, pero no me pongas esa carita. Que vamos a estar todo el finde juntas.

Se abrazan y mi hermana se calma.

- ¿Te llevo? -le dice Tom
- Por favor...
- ¿Estas huyendo de mi? - Dice Jake
- El experto en huir eres tú, no yo.
- Little L...
- Aquí no, Jake.
- Pues déjame que te lleve yo.
- No. Me voy con ellos.

Y ahí se se corta el tema. Laia se despide de todos, menos de Jake. Y se va con Tom y Mathilde.

- ¿De que conocéis a Laia? -pregunta Jake
- Es la nueva coach y psicóloga deportiva de Yamaha y Petronas -dicen desde el equipo.
-¿De que os conocéis vosotros? -le pregunto yo.
-Fuimos novios, hasta que lo jodi todo.

Haz que merezca la pena arder - Fabio QuartararoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora