Capitulo 20: Realmente espero que sepas...

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Sebastián ¿Que le pasaba?, eran las 7pm y para olvidarme de todo decidí ir a caminar un rato, a los pocos minutos de salir me encontré con Paola, una amiga de la primaria. 

–Hola Emily, valla sorpresa que salgas un rato a la calle. –Dijo

–Paola, mucho gusto tanto tiempo sin verte ¿Cómo has estado? –Dije sonriendo.

–Bien Emily gracias, ¿Y tú? –Pregunto.

–Digamos que no estoy bien pero tampoco estoy mal...

–Lo dices por Edgar ¿Verdad? –Interrumpió.

–Como lo sabes, se supone que nadie lo sabía. –Dije confundida.

–Ya casi todos se enteraron, ¿Y como esta?, me gustaría saludarlo. 

–Él está bien, de hecho vino hoy a la casa por unos papeles que necesita para la universidad. 

–Ya decidió volver, me alegro mucho por él. ¿Dónde está? –Pregunto.

–Si tambien me alegro, está en una clínica de rehabilitación demasiado lejos de aquí. –Dije algo apenada. –Mándale muchos saludos de mi parte, dile que tambien tiene mi apoyo y que lo quiero mucho. –Dijo.

–Lo quieres mucho ej... –Insinué. –No, no pienses mal sabes que yo tambien convivo mucho con él, y le tengo un gran cariño. –Dijo demasiada nerviosa.

–Si claro cómo no. –Seguí insinuando. –Enserió, además no me gusta, me gusta alguien más. 

Me miro a los ojos junto con una sonrisa, después de unos segundos sus ojos se iluminaron. 

–Ah, ya veo, y se puede saber quién es. –Dije muy emocionada. –No, lo siento es un secreto nadie lo sabe, y si se llegara a poder me lo quiero llevar hasta la muerte. –Dijo.

–Si no me lo quieres decir está bien, no te obligare a nada. –Dije. –Gracias. –Asintió.

Tomo de mi mano, mientras la apretaba con fuerza. 

– ¿Quieres ir a caminar conmigo? –Pregunte. 

–Claro, me gustaría.

Ambas caminamos durante mucho tiempo, paramos en un lugar llamado El mil amores, era un lugar donde jóvenes de 13 años en adelante podían entrar, era como un tipo bar pero en vez de ser para adultos era para jóvenes. 

Decidimos entrar para tomar un rato, claro con moderación. Ambas pedimos unas cuantas cervezas, y empezamos a tomar, nose porque no me pude controlar pero empecé a tomar demasiado, quizás era por recordar a Edgar, o quizás a Alex. Paola solo me miraba ella solo había tomado unas cuantas, en cuanto había acabado salimos del lugar, ella me tenía que venir sujetando ya que no me podía poner de pie. Eran las 2 de la mañana, Paola me llevo a mi casa. 

–Hola, señora. –Dijo dirigiéndose a mi madre.

–Hola Paola, tomo de más ¿Verdad? –Dijo señalándome. 

–Si señora nose que le paso, bueno aquí se la dejo. –Se dirigió hacia mi recamara para recostarme. 

–Gracias por traerla Paola, ya hablare con ella mañana. –Contesto demasiada fría. –No la regañe señora, tiene varios problemas y mucho resentimiento por Edgar y Alex. –Dijo Paola. 

– ¿Alex? ¿Quién es? –Dijo mi madre demasiada alterada. –Su novio señora ¿A caso no sabía? 

–No Paola, Emily no me ha dicho nada. –Trago saliva. –Lo siento, bueno me retiro de su casa ya es demasiado tarde. –Dijo mientras se alejaba de la puerta principal.

–Si Paola muchas gracias. –Le dijo mi madre. 

Mi madre se recostó conmigo, al parecer había discutido con mi padre. Ella y yo nos quedamos profundamente dormidas...

Había amanecido, me di cuenta porque los rayos del sol pegaban en mi cara. Me levante de mi cama y no estaba mi madre por toda la casa. Me dirigí hacia la sala y había una nota en la mesa de centro. 

"Emily fui con tu padre a la casa de tu tío Matt, tal vez nos tardemos, haci que prepárate el desayuno, no vayas a tomar el agua de sandía que está en el refrigerador y tambien le das de desayunar a Santiago"

Asentí a la nota de mi madre, haci que me puse a cocinar, me dolía demasiado de mi cabeza por lo de anoche, levante a Santiago y él y yo nos pusimos a desayunar. El empezó a hablar para romper con el gran silencio que había.

–Emily ¿Extrañas a Edgar? –Pregunto. – ¿Eh?... –Dije confundida. 

– ¿Si extrañas a Edgar? –Si Santiago lo extraño demasiado, me hace mucha falta estar con él. –Musite.

–Yo tambien lo extraño, a pesar de todo lo quiero demasiado. –Dijo con lágrimas en los ojos. 

–Yo igual. –Asentí. – ¿Y porque llegaste en ese estado en la noche? –Pregunto.

–No lose, creo que solo quería desahogarme. 

– ¿Desahogarte? ¿Por Edgar? 

–Si, por Edgar. –Asentí. –Emily, no hagas lo mismo que Edgar, el empezó así y realmente no quiero que tu termines así. –Dijo en tono preocupado.

–No te preocupes, solo fue una noche te prometo que me voy a controlar. –Musite.

–Eso espero, veras que todo estará bien. 

No sabía porque Santiago me había dicho eso, pero mejor seguí desayunando, cuando acabe de desayunar, fui directo hacia mi habitación dejando a Santiago solo, al entrar a mi habitación tome mi lap, y me puse a navegar en las redes sociales. 

Estuve ahí por un rato, pero en cuestión de minutos me llego un mensaje de Alex. 

–Hola. 

–Hola Alex. 

– ¿Cómo han estado tus vacaciones? 

–Bien, diría que bien. 

Seguimos hablando de nuestras vacaciones, pero llego una pregunta por parte de él.

– ¿Me amas? –Pregunto. 

–Mmm... No. –Conteste.

– ¿Enserió?

–No bueno a ver espera... cada que te veo ciento mariposas en el estómago, no lose es algo raro porque dan vueltas y vueltas en mi estómago.

– ¡Me amas, de verdad me amas! –Contesto. 

–No... Espera solo era asco. –Dije. 

– ¡Hija de puta!

–Te amo idiota... Pero mis instintos dicen que mis expectativas no se equivocan. –Conteste.

– ¿Y qué pasa si lo hacen?

–Las bloqueo para seguir pensando lo mejor de ti. –Respondí. 

Seguimos hablando, hasta que escuche que mi madre había regresado, me despedí de Alex y fui directo con ella. Pensé que me diría algo por lo de anoche, pero solo me dijo algo sobre Alex. 

– ¿Tienes novio? 

–Sí, se llama Alex. Respondí. 

–Interesante. –Ella solo sonrió. 

Me alegre, pensé que me regañaría pero no, así que me puse a ayudarle a las tareas del hogar, tenía demasiado entusiasmo en mí. Mi madre me hablo por un momento.

–Emily, te hablan. 

–Voy madre. 

¿De quién se trataba?...

Love will tear us apart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora