Capitulo 21: ¿Dependo de ti ahora?

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Salí de mi casa para ver de quien se trataba, era Paola. 

–Hola, Emily ¿No te regaño tu mama? –Pregunto.

–No Paola, bueno de hecho solo me pregunto si tenía novio ¿Cómo se habrá enterado? –Dije confundida.

–Yo se lo dije, creí que ella ya lo sabía...

–No te preocupes. –Interrumpí. – ¿De verdad no te molesta? –Pregunto. 

–No, al fin y al cabo no me dijo nada solo me sonrió. –Conteste con una sonrisa.

Paola y yo decidimos ir a caminar por un rato nos dirigimos hacia un campo de futbol, nos quedamos por mucho tiempo, hablamos sobre la secundaria, nuevos amigos, y blah blah... 

Jamás había tenido una amiga como Paola, ella me ayudaba demasiado, me daba buenos consejos, y admiraba que ella no solo me apoyara a mi si no también a toda mi familia. Me gustaba pasar mis ratos con ella, ya que hacía de unos ratos aburridos unos que te transportan a distintos lugares. 

Pero... Todo cambiaria después, pero no era el caso ahora. Después de un largo tiempo decidimos volver, ella me acompaño hasta mi casa, y se despidió de mí.

Eran las 9pm, tenía demasiado sueño haci que me avente a mi cama y después de varios minutos me quede profundamente dormida. 

Al día siguiente me levante con muchos ánimos, fui directo con Santiago para pasar un rato agradable con él, él y yo salimos a desayunar a una fonda que quedaba por mi casa ya que mis padres nuevamente no se encontraban en la casa. Santiago y yo estuvimos un buen rato, platicando, reiamos, jugábamos, jamás había pasado un rato agradable con él, no convivía mucho con el solo con Edgar. 

Después de un largo tiempo decidimos volver a la casa, ahí estaba mi madre haciendo las tareas de la casa, le ayude por un rato. 

Cuando acabe de ayudarle, estaba aburrida así que decidí salir un rato, camine durante mucho tiempo y me encontré a Efraín un amigo de mi hermano Edgar, me invito a caminar por un rato, paramos en unas bancas. 

– ¿Quieres? –Dijo enseñándome una bolsa color verde.

– ¿Qué es esto? –Pregunte confundida. –Algo que te hará volar por las nubes. –Dijo con una sonrisa malévola. 

–Es...

–Sí, es marihuana. –Interrumpió. –Como te atreves a ofrecerme cosas como estas. –Dije indignada. 

–Solo es para olvidarte por un rato de tus problemas, además no hace daño, anda pruébala. 

– ¿Y cómo sabes que no hace daño? –Pregunte. –Porque la he probado en varias ocasiones, además es algo natural, viene de la naturaleza es algo ilógico que te haga daño si viene de la naturaleza ¿No crees? –Contesto. 

–Creo que sí. –Dije. 

Probé un poco, no sé por qué lo hice estaba cometiendo el mismo error que Edgar, pero al probarla me hacía sentir bien, mi vista estaba distorsionada pero eso no quitaba el placer que sentía al probarla. No podía controlar mis movimientos, le pedí a Efraín que me llevara a mi casa, eran las 7pm y no había nadie, intente alegrarme porque no me descubrirían, Efraín me dejo en mi casa y se retiró, me dirigí hacia mi habitación y me quede dormida. Al día siguiente me sentía fatal, tenía demasiada sed y una apetito voraz, tenía nauseas, pero aun así no me arrepentí de nada por un momento me había olvidado de todo. 

Tenía la ansiedad de probar más, pero no tenía que ser fuerte solo fue cuestión de un día, nada más, no quiero cometer el mismo error que Edgar. Así que fui fuerte. 

(...)

Pasaban las semanas, y cada vez extrañaban más la escuela a Abigail, Alex, Arielle, y creo que hasta extrañaba a Sebastián... Ya quería verlos. Hasta que al fin era momento de volver a la escuela, era domingo, prepare mis cosas, mi uniforme para volver. Al día siguiente me dirigí a la escuela, cuando llegue fui directo con Abigail, y le di un enorme abrazo, igual que a los demás. Abigail y yo nos dirigimos hacia el salón, ahí estuvimos hablando de nuestras vacaciones, no quise comentarles nada de mi experiencia con las drogas porque pensaba que se decepcionaría de mí.

Pasaron varias horas, hasta que era la hora de receso. Alex estuvo conmigo, porque le dimos unos cuantos consejos a Arielle, porque ella y Sebastián ya eran novios. 

–Me alegro mucho por ti Arielle, alfin estás viviendo lo que antes soñaste. –Dije.

–Gracias, Emily, espero que ustedes dos también sean felices. –Nos dijo a Alex y a mí.

–Si también eso esperamos, y porque no estas con Sebastián, note que no se hablaron durante las clases. –Dijo Alex. 

–No lose, creo que está nervioso bueno yo quiero suponer eso. ¿Y saben con quién está ahora? –Pregunto Arielle.

–Esta con Samantha, y todas sus amigas. –Contesto Alex. 

Note en la mirada de Arielle una gran furia, bueno más bien celos, que si los podía entender.

–Valla que interesante. –Dijo indignada.

–Entiendo lo que sientes Arielle ¿Verdad Alex? –Dirigí mi mirada hacia él. 

–Si ¿Verdad Emily? –Frunció el ceño. 

Acompañamos a Arielle para ver a Sebastián, caminamos por toda la escuela hasta que lo encontramos, intentamos hablarme, hacerle señas pero no se si no las notaba o intentaba evitarnos. 

–Mejor vámonos, es lógico que no quiere estar conmigo. –Dijo Arielle. 

–Arielle... espera. –Dije. Pero era demasiado tarde Arielle dio media vuelta y se marchó.

Estaba muy triste por ella, de alguna manera comprendía su dolor ya que pasaba yo por lo mismo, le comente a Abigail, e intentamos hacer algo, ella hablo con Sebastián y yo con Arielle. 

–Ve con él, anda. –Dije. –Como quisiera pero...

– ¿Pero? –Interrumpí. –Es que a Ana le gusta Sebastián, y por una parte no quiero estar con él, no quiero hacerla sentir mal, ya sabes por qué me eligió a mí. 

– ¿Ana?, no Arielle tu estas confundida, a ella no le gusta Sebastián, ¿Porque piensas eso?

–Se le nota, cuando lo mira, date cuenta no puedo hacerle esto. –Dijo. 

–Pero lo importante es que estas con Sebastián, a ti no te tiene que importar el resto del mundo, con que tu estés feliz, y el también, basta para enfrentar a los demás ¿No crees? 

–Sí creo que sí, pero no le voy a hablar, que el venga. –Dijo cruzando los brazos. 

–Hay Arielle, lo vas a perder. –Dije.

Acabamos con la plática, fui directo con Abigail para platicarle la anterior platica, ella igual me conto lo que le dijo Sebastián. 

Pasaban los días y no había ninguna palabra, beso o mirada por parte de ellos, muchos pensábamos que esa relación no iba a durar, y no nos equivocamos...

Love will tear us apart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora