Capitulo 23: No estoy bien de la cabeza.

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Decidí no hablarle a Alex, no me iba a rebajar, ni mucho menos a rogarle así que mejor decidí seguir las cosas de esa manera, fingir que no me importaba, y mucho menos aparentar que me doliera. Todos los días iba a la escuela fingiendo una sonrisa y hacerles creer a las personas que ya no me importaba nada. Y así fue durante meses. 

Cuando tome esa actitud Abigail se fue alejando de mí, yo trataba de ignorar lo que pasaba, pero descubrí la causa de su alejamiento Brad Smith.

(...)

Brad era un muchacho de 21 años de edad que conocí en el súper mercado, me hablo cuando se me cayó la despensa, el me ayudo a recogerla. Valla manera de conocer a alguien, al recogerla nuestras miradas se cruzaron y ambos sonreímos, al acabar de levantar las cosas charlamos por un largo rato, me invito un helado, y seguimos charlando. 

–Entonces estudias Derecho, a mi también me gustaría estudiar esa carrera. –Dije sonriendo.

–Deberías, en estas horas que hemos estado charlando me di cuenta de que eres una muchacha muy inteligente y muy sorprendente los años que tienes, bueno valla, que tienes una manera de pensar totalmente diferente. –Dijo mirándome a los ojos. 

–Gracias, no sé si podría considerarme una persona diferente. –Dije.

–Deberías, no todos tienen una manera de pensar como la tuya y mucho menos las muchachas de tu edad, ahora todas piensan en tener sexo, andar en fiestas y tu no. Veo que tú tienes ya tus metas fijas, y sabes lo que quieres. –Dijo dándome una palmada en el hombro.

–Nuevamente gracias, pero mira la hora ya es muy tarde además no he llevado las comprar a mi madre, debe estar desesperada. –Dije mientras miraba mi reloj.

– ¿Quieres que te acompañe?  –Dijo. 

–No lose, me tomara mucho tiempo en llegar. –Dije preocupada. 

–No te preocupes te llevo en mi auto. –Dijo mientras lo señalaba. 

Me subí a su auto, y partimos hacia mi casa, tomamos solo 5 min en llegar. 

–Detente aquí, esta es mi casa. –Dije.

–Mucho gusto en conocerte Emily, me gustaría volverte a ver. 

–A mi también. –Cerré la puerta de su auto y me retire. 

Pero cuando ya iba a entrar a mi casa, anote mi número de celular en una servilleta, y fui corriendo a alcanzarlo, por buena suerte aun no había encendido el auto. 

–Lo olvidaba toma, mi número de celular. –Dije mientras abría la puerta de su auto.

–Gracias, yo te mando mensaje. –Sonrió.

Volví a cerrar la puerta, entonces me dirigí hacia mi casa.

– ¿Dónde estabas? me tenías con el Jesús en la boca, además me urgían las cosas. –Dijo mi madre.

–Ya estoy aquí es lo importante. –Dije

– ¿Quién era el muchacho que te trajo? –Pregunto mi madre.

–Brad, lo conocí en el mercado. –Intente no sonreír pero era algo inevitable.

–Hay hija, sabes mejor déjame las cosas en la mesa.

Asentí a lo que dijo mi madre, me dirigí hacia mi habitación y me recosté sobre mi cama, no dejaba de pensar en Brad, en aquel muchacho de ojos profundamente cafeses, alta estatura, una hermosa sonrisa, definitivamente no podía, sonreía cada vez que en mi mente se ponía su imagen. Pasaron los minutos y me llego un mensaje en mi celular. 

–Hola, Emily. –Dijo aquel muchacho de ojos profundamente cafeses. 

–Brad, creí que no me hablarías. –Dije.

–Como no le voy a hablar a la mujer que me hizo sentir extraño. 

– ¿Extraño? ¿En qué manera? –Pregunte. 

–En una de las mejores maneras, una manera que no puedo explicar. –Dijo.

¿De qué se trataba? ¿Que quería decir con su comentario?, me hacía muchas preguntas pero encontraba escasas respuestas. 

–Entonces no encuentras fundamentos a lo que intentas explicar. –Dije.

–No, es muy difícil de explicar. –Dijo. 

No conteste a aquel mensaje, me sentí apenada, al día siguiente fui a la escuela emocionada, quería contarle a Abigail de Brad, pero al verla con la actitud que tenia se me quitaban las ganas de decírselo. Pero tenía la necesidad de decirlo, haci que le comente a Arielle. Ella se alegró mucho por mi igual que yo de ella, porque me confeso que ella había encontrado a un muchacho de buen corazón su nombre era David, después de eso me empezó a acercar más a Arielle le platicaba más cosas a ella que a Abigail. 

Ahí fue donde me di cuenta del alejamiento de Abigail, por el hecho de ya no tenerle la misma confianza que antes. Ella se volvió fría conmigo, no me prestaba atención yo intentaba ignorar la situación pero no podía, necesitaba estar con ella, mi vida ya no era la misma sin ella. Ambas intentamos arreglar las cosas pero por más que intentábamos no lo lográbamos, solo nos trajo más problemas. 

Pasaban las semanas y así era siempre, yo estaba con Arielle y Sebastián, y Abigail estaba con Alexa y Alex. Si, Alex mi novio. Sentía que lo prefería más a el que a mí. 

Un viernes Abigail quería platicar conmigo.

– ¿Dime que pasa? 

–Amigo, tome una decisión, pero antes tengo que decirte algo, por favor no le hagas daño a Alex. 

–Tratare de no hacerlo, pero dime ¿Cuál es tu decisión?

–Mira quiero que entiendas que las cosas no van a volver a hacer como antes, ya no volveremos a estar todos como antes. 

–Dime cuál es tu decisión. –Dije alterada.

–No me voy a juntar con ustedes, mira te voy a seguir hablando como antes, pero no pienso hablarle a Arielle, ni mucho menos a Ana, pero a ti y a Sebastián les voy a hablar.

– ¿Estas segura de que así serán las cosas? –Dije alzando mi mirada. 

–Sí, así serán.

–Desacuerdo, ya no hay nada más que decir. 

Nos dirigimos hacia el salón y le dije de lo que platique con Abigail a Sebastián, a él se le hizo algo inmaduro la decisión de Abigail, pero ya no hay nada que se pueda hacer las cosas están hechas. 

Vi a Alex y me acerque hacia él, yo ya iba preparada para lo que iba a decir, y estaba firme en la decisión que tomaría.

Love will tear us apart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora