Capitulo 34

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El tiempo seguía corriendo y los sentimientos de miedo, ira e impotencia de adueñaban de mi cuerpo, sentía que el mundo se venía abajo aplastando cada uno de mis huesos, alguien se había llevado lo mas importante de mi vida y yo no tenia la menor idea de quien o a donde.

No podía involucrar a la policía debido a que eso sería algo estúpido por hacer teniendo en cuenta que trabajábamos del lado equivoco de la ley.

Apreté los puños a mi lados, cuando sentí la mano de Anthony posarse en mi hombro, juro q podía oír a las agujas del reloj moverse cada segundo.

-Vamos a encontrarla hijo-me aseguró

-Necesito saber si esta bien o si le hicieron daño- finalmente me quiebro.

-Mantente frío o no lograras nada

-Algún jodido bastardo se llevó a mí mujer-Grito frustrado

-Ella también es lo mas importante para mi- responde tomandome del cuello mientras me fulmina con la mirada.

Anthony y Maria Lombardi llegaron poco después de mi llamada, me encontraron destrozando cada elemento en mi oficina.

Maria envolvió sus brazos a mi alrededor y sollozó sobre mi pecho, las lágrimas derramadas por el terror de perder a su nieta, humedecieron mi camisa, al principio me tense por la sorpresa pero segundos después la abracé ofreciéndole un consuelo que yo no tenía.
Ellos no eran necesariamente dulces abuelitos, eran los mas despiadados lideres de la mafia, completamente capaces de abrirte al medio y adornar tu cuello con tus intestinos por la más mínima ofensa.

-Alex, acabo de saber lo de Avery- dice Bennett irrumpiendo en mi oficina.

Llevando un traje de un blanco inmaculado y su rostro moreno surcado por una preocupación que no existía.

-Bennett- incline la cabeza a modo de saludo mientras este miraba con curiosidad a mis acompañantes.

-El Sr.Bennett es mi socio- expliqué- Bennett ellos son los abuelos de Avery.

-Antony Lombardi- se presentó haciendo que el rostro de Bennett perdiera todo color al comprender quien era el hombre al que estaba observando.

- Se... Señor Lombardi-balbucea Bennett.

Toda la sangre de su rostro ah sido completamente drenada, está mas pálido que un muerto y aunque se que mi abuelo político puede ser aterrador, la reacción de mi socio es realmente vergonsoza.
Anthony Lombardi escruta su rostro lentamente y sé que hay algo rondando su cabeza, aunque no puedo adivinar que es.

- Así que tu eres el socio de mi nieta.

-Si si señor... Max jamás me dijo q fueran parientes.

-Mi Yerno y yo no fuimos muy... apegados.

-Oh..mmm...bueno yo... Debo irme... Espero que  encuentren a Avery  pronto.

-Lo haremos- dice Anthony muy seguro.

-Claro... Adiós Alex- dice Bennett saliendo de la oficina como alma que lleva al diablo.

-Marcello-Llama Anthony.

Un hombre alto, rubio con ojos color café, entra en la oficina vistiendo un elegante traje negro, lo reconozco como el sicario que acompaña a Anthony a todos lados y jamas dice una sola palabra a no ser que te dirijas a el directamente.

-Señor.

-Sigue al hombre que acaba de salir- ordena- quiero que te conviertas en su sombra e intercepta su móvil.

Asiente hacía el mafioso a mi lado y sale apurado, como dije un hombre de pocas palabras.

-Ese hombre no me gusta-escucho a mis espaldas.

-Jamás me agradó-digo con la mirada aún puesta en la puerta.

-Cuentame sobre él.

-Fue socio de Max por dos décadas, es un idiota arrogante y cada día me convenzo más de que es más útil muerto que vivo, solo que aún no he encontrado una excusa para ponerlo bajo tierra, esta casado con una snob despreciable, no tiene hijos.

- Que tal las cuentas?

-Cierran, pero tuvimos un golpe hace unos meses, fue cuando recibí el balazo.

-Creo que estamos cerca de encontrar la excusa que buscabas.

Su rostro se encuentra impasible pero puedo verlo  maquinar a través de sus ojos, no por nada es el líder mafioso más temible, sus ojos se encontraron con los míos y la comprensión enfrió mis huesos hasta que la rabia hizo hervir mi sangre.
Si lo que creo es cierto, mi socio no tendrá una muerte agradable sino una muy lenta y dolorosa.

-Bennet es hombre muerto -susurro.

Tráfico y PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora