Capítulo 11 - Psychiatric boarding school

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Capítulo XI

Bea

Hoy llevarán a Gustav al internado psiquiátrico "the mount of pines", tal como indica su nombre, este está situado en la cima de una montaña, cubierta con pinos por donde la veas, este internado llevaba muchos años de funcionamiento, demasiados, y para ser sincera me daba un poco se miedo el que lleven a Gustav allí, dicho edifico llevaba muchas leyendas consigo, no es que sea creyente de las fantasías pero como dije, ese lugar tenía muchos años, se había fundado en 1903 es decir, cuenta con 104 años de antigüedad.

Gustav y yo salimos de la iglesia, me subí al asiento del piloto para manejar este, y él en el asiento de atras, el viaje era largo y la hora era lenta.

—Hijo, estás bien?— trate de empezar una conversación, sin embargo él se mantenía en silencio —Porfavor, no estes así

—QUE NO ESTE ASÍ? NOS VAN A SEPARAR Y A TI TE DA IGUAL— sus gritos se hicieron presentes.

—Entiende que es por tu bien! Yo tampoco quiero...

—Pero lo haces— Gustav no me dejó concluir mi frase.

Luego de la incomoda situación, todo el camino se mantuvo en silencio, cada vez nos adentramos al bosque de pinos, la única vista eran estos árboles y la pista, además del cielo cubierto de nubes, hasta que pudimos divisar una construcción de aspecto gótico, una fuente en la entrada, la pista la rodeaba, una sola entrada, y las ventanas con rejas.

Al entran se sentía el frio de las baldosas, a pesar de andar con calzado.

—Nombre— las voz de una amarga señora sonó en la recepción.

—Beatriz Taylor— la mirada de aquella señora de levanto hacía mi.

—No de usted, del paciente— mientras jugaba con su lapicero.

—Ou... Gustav Ayers Taylor— un tono avergonzado salió de mi.

Dicha señora lo apunto en unos papeles los cuales me hicieron firmar, un doctor de aspecto desgastado y delgado se acerco.

—Bienvenida señora Taylor, y tú debes ser... Gustav no es así?— el doctor lo miro con un tono alegre.

—Si, y él es Gabriel— Gustav apunto al aire mientras que el doctor empezó a anotar algunas cosas.

No me sentía cómoda acá, mi hijo se quedaría 4 años en este lugar, hasta que cumpla 18, no solo recibirá ayuda medica, sino también la educación básica.

Gustav

—Bien Gustav... cuántos años tienes?— el delgado y viejo señor se dirigió hacia mi con una mirada sin expresión.

—Yo tengo 14 y Gabriel 13— el doctor empezó a verme como si fuera una amenaza, me sentí mal, por qué nadie comprendía a Gabriel?.

De un momento a otro la imagen del doctor con una jeringa y un liquido verdoso dentro de este, interrumpió mis pensamientos, él inyecto dicho liquido en mi brazo, mi vista se empezó a nublar y mis pensamientos desaparecieron por completo, no sentía mi cuerpo más que se desvanecía hacia atrás, sentí que había caído hacia una fría camilla de hierro, no podía mover ninguna parte de mi cuerpo, empecé a escuchar un pitido, hasta que todo se apago.

...

El sol penetro las rejas de la ventana, ocasionando que me levante, al tomar conciencia, me percate que me encontraba en una habitación, en la que únicamente había una cama, un lavabo y un inodoro, fácilmente podía decir que parecía una cárcel.

No había nadie más en la habitación, solo Gabriel y yo, el sonido de la puerta al abrirse interrumpió todo pensamiento de aquel momento.

—Estas listo Gustav?— el doctor se adentro a la habitación junto con 2 enfermeros.

—Para qué?— cuestione preocupado.

—Para tu siguiente sesión— sin esperar mi respuesta ambos enfermeros me sujetaron y sacaron de la habitación, hasta llegar a un cuarto lleno de aparatos médicos, ellos hicieron que me siente en una fría silla, me sacaron sangre y la reservaron, me indicaron que era hora de la comida y fuese a la cafetería del lugar.

Al llegar no pude evitar notar la cantidad de personas que habían, algunas con aspecto raro, tome asiento en una de las mesas, nadie se encontraba sentado así que era la mejor opción.

Al estar comiendo una niña y un niño de aproximadamente 14 años se acercaron y tomaron asiento junto a mi.

—Hola nuevo— el niño de cabello castaño y ojos azules cuestiono.

—Claro que si, no vez que esta solo?— La niña de castaño cabello y ojos azules agrego, vaya que eran iguales.

—Si... me llamo Gustav— tratando de sonar amigable, no era bueno socializando, no me hacía falta.

—Un gusto, somos los gemelos Angus, yo soy Valentino y ella es mi hermana Valentina— que divertido, no pude evitar el soltar una risa.

—De que te ríes?— Valentina frunció su ceño.

—Ou... perdón? Es que es curioso— tratando se excusarme.

—En fin, que haces acá? Nosotros supuestamente tenemos T.I.D., aunque realmente creo que este es un programa y estamos siendo famosos— que raros eran, pero aún así agradables.

—T... I... que?— no tenía idea de lo que significaba.

—Trastorno de Identidad Disociativo— Valentino contestó a mi pregunta —y tú?

Para ser sincero no sabía el porque estaba acá —La verdad nose

—Ou... pronto lo sabrás, acompáñanos después del almuerzo para averiguar tu estadía— Valentina sonó entusiasmada.

La hora paso y todos se fueron a sus habitaciones, yo estaba esperando junto a los gemelos Angus, no sabía que es lo que querían hacer.

Ambos me indicaron que los siguiera, pero se adentraron a un pasillo el cual indicaba que ningún paciente podía entrar, nos adentramos a la oficina del doctor Frederik.

—Cómo te llamas nuevo— Valentino abrió un cajón lleno de archivos.

—Soy... soy Gustav Ayers Ta...

—Taylor, listo te encontré, veamos...— abrió una carpeta casi sin ningún papel a diferencia de otros —Oh... vaya, según esto, tienes esquizofrenia...

—Qué...?— no entendía nada, como que esquizofrenia? Mis pensamientos se llenaron.

Pero el doctor Frederik se adentro a la habitación, al notar nuestra presencia llamó a los enfermeros, estos nos sujetaron con gran brusquedad, y nos separó llevando a cada uno a una habitación desolada, me inyectaron un liquido extraño, lo cual hizo que quede inconsciente.

Letras de Venganza [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora