Capítulo 7 - Bienvenido a este mundo

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Capítulo VII

Roma, Italia 4 de febrero de 1993

Beatriz

Son las 4 de la madrugada, y estoy en el hospital tratando que un ser humano nazca, saben lo que es eso? Yo no lo sabía, hasta el día de hoy, me encontraba gritando y llorando como no tienen idea, Sara estaba al lado mío sujetando mi mano, la pobre tenía que soportar lo fuerte que apretaba de esta.

Estaba a punto de rendirme, cuando escuché el dulce llanto del bebe, no lo podía creer, tenía un hijo, sinceramente no tenía planeado cambiar mi vida tan drásticamente, además, tener un hijo a los 19 años no era nada fácil.

Cuando la doctora se acerco a mí con el bebe en brazos no pude evitar que mis ojos se humedecieran, un ser tan indefenso, alguien a quien amaría toda la vida.

-Tienes un nombre?- Sara se acercó mientras lo miraba con ternura, cabe recalcar que obviamente no viajamos hasta Italia solas, la tía de Sara nos acompañó, y pudo extender su negocio, tanto que tiene uno en este país.

-Si, se llamará Gustav- este nombre tiene origen, algo curioso para ser sincera, yo conocí a Franck cuando tenía 15 años y él 17, ambos fuimos a una visita del instituto a una exposición de arte, todas las pinturas me parecían aburridas, excepto las de Gustav Klimt, un pintor austriaco, sus obras de arte me transmitían algo especial, algo que ninguna otra lo hacía, y al parecer, sucedía lo mismo con Franck, ese día eramos únicamente él y yo frente a "el beso", una de sus pinturas, no fue el día en que empezamos nuestra relación o a acercarnos más, pero si el día en que lo vi por primera vez, por esa misma razón llame a mi hijo Gustav, me hacía sentir algo que nadie nunca había logrado hacerlo.

-Que lindo!- luego de una larga conversación y la llegada de la tía Charlotte, ambas se fueron, dejándome acompañada del ser más maravilloso.

...

8 de julio de 1993

Hoy se cumplía un año del asesinato de Franck, él me mintió y mucho más, pero aun así lo amaba, sabía que algo había detrás, él no era capaz de hacer eso.

Gustav ya tenía 5 meses, y para ser sincera, era demasiado hiperactivo, aunque no supiera caminar, era demasiado inquieto, no existía alguien quien lo detuviera, excepto su "tía" Sara, cada que llegaba ella, Gustav se quedaba tranquilo en sus brazos.

-Que guapo estas mi amor!- Sara jugaba con los cachetes del niño mientras yo estaba sentada en el sofá del frente.

-Eso ya lo sabía, no es así Gustav?- me empecé a reír puesto que lo dije con tono burlón.

-Si sigues así tendrá el ego más grande que mis esperanzas de encontrar el amor- fue algo cruel pero no pude evitar llorar de la risa.

-De seguro ya llegara alguien querida, solo espera el momento- menciono la tía Charlotte acercándose hacia nosotras co tazas de té, y acto seguido sentándose en el sofá.

-Eso dijiste hace 2 años tía- mi risa se hizo más fuerte que la tía y Sara continuaron con mi acto.

...

Quienes pudieron haber sido? No tenía ni la menor idea, me encontraba en la biblioteca de la casa, mientras trataba de averiguar alguna información sobre los asesinos de Franck, de un momento a otro un destello vino a mi mente, si él me había engañado sobre todo, eso incluía la muerte de su padre y el porque su madre llego a vivir con nosotros.

La única manera de poder descubrir lo sucedido era hablar con su madre, pero ella vivía en México, aunque la podía llamar.

-SARA!!!!! tienes de esos libros de números de personas?- corrí hasta la sala para que ella me silenciara, indicando que Gustav se encontraba durmiendo.

-Si, para que lo quieres?- sacando de su cajón un enorme libro, el cual me daba sueño con solo verlo, sin embargo no iba a abandonar todo esto.

-Luego te explico- tome el libro y regrese a la biblioteca del hogar, sabia cual era el apellido de su madre, él me había hecho memorizarlo en una noche de aburrimiento, la única manera era buscar el apellido Boudelaire Morrison en la sección del país latinoamericano.

Después de un largo tiempo de búsqueda logre encontrarlo.

-Hola?- sonó del otro lado del teléfono luego de una larga espera.

-Buenas noches, es la residencia Boudelaire Morrison?- pregunte con esperanzas a que me diga que si.

-Así es, que se le ofrece?- gracias al cielo si era el numero correcto.

-Se encuentra la Señora Chloe?- mientras cruzaba mis dedos.

-No, ella salió de viaje hace poco- tape la bocina del teléfono y grite como loca, era tan perfecto para ser real.

-Por casualidad sabe a donde o cuando regresara?- cuestionando con ánimos bajos.

-Disculpe quién es usted?- la voz dulce se convirtió en una amargada, bueno, que alguien te llame en la noche buscando y solicitando datos de un familiar no era algo normal.

-Soy una vieja conocida, me llamo Beatriz- un poco apenada para ser sincera.

-TÚ!!! no deberías de marcar a este numero, ni se te ocurra volver a hacerlo- luego de tal regaño termino la llamada, estaba impactada, era obvio que la mamá de Franck les había hablado de mí, pero, que les había dicho exactamente?, en fin, las esperanzas de tener alguna respuesta se habían desvanecido.

Desanimada fui hacia la cocina a buscar un poco de refresco, en eso note un folleto debajo de la puerta principal, al tomarlo me di cuenta que en este había información de una feria gastronómica en una plaza cerca a nuestra casa, iba a ser en 2 días, que daño podría ocurrir?.

Fui directo a Sara comentandole sobre el evento, ella acepto ir, al igual que la tía Charlotte.

Antes de culminar el día no veía una razón por la cual no escuchar musica, fui a una caja en la que se encontraban discos de vinilo, elegí "Bohemian Rhapsody de Queen" nos pusimos a bailar mientras cargaba a Gustav, moviéndolo levemente como si estuviera bailando.

Letras de Venganza [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora